LA NACION

8chan, la plataforma que se volvió un megáfono para atacantes y supremacis­tas

El tirador de El Paso difundió una proclama racista en ese foro, algo que ya había pasado con otras masacres

- Kevin Roose

NUEVA YORK.– Cuando escuchó la noticia del tiroteo masivo en El Paso, Frederick Brennan se estaba preparando para ir a la iglesia, cerca de su hogar en las Filipinas. Su respuesta fue instintiva e inmediata.

“Cada vez que me entero de un tiroteo masivo, sé que tengo que ponerme a buscar la conexión con

8chan”, dice Brennan. Él fundó el foro de mensajes online 8chan en

2013, como una derivación del más conocido 4chan. En sus primeros años, el sitio se hizo popular como una plataforma sin moderadore­s, donde reinaban el anonimato y el humor chocante y ofensivo.

Pero actualment­e 8chan es conocido por ser un megáfono para los atacantes de tiroteos en masa y como plataforma de reclutamie­nto de violentos supremacis­tas blancos. Y Brennan, que dejó de trabajar con el actual dueño del sitio hace un año, pide que lo cierren antes de que lleve a nuevos actos de violencia.

“Cierren el sitio –dijo Brennan ayer al ser entrevista­do–. No le hace ningún bien al mundo. Es totalmente negativo para todos, excepto para los usuarios que están ahí. ¿Y saben qué? Es negativo también para ellos mismos, solo que no se dan cuenta”.

En lo que va del año, tres tiroteos masivos –el de El Paso, la masacre de las mezquitas de Christchur­ch, Nueva Zelanda, y el tiroteo en la sinagoga de Poway, California– fueron anunciados previament­e por 8chan, por lo general acompañado­s de escritos racistas que parecían diseñados para viralizars­e por internet.

Minutos antes del tiroteo en El Paso, en el foro político de 8chan, conocido como /pol/, apareció un mensaje de cuatro páginas cuyo autor se identifica­ba como el actual sospechoso de los ataques. La persona que posteó el mensaje alentaba a sus “hermanos” de 8chan a difundir su contenido por todo el mundo.

Como ya es recurrente que el sitio aparezca vinculado a tiroteos masivos, se ha convertido en objetivo central de quienes intentan cortar las vías de comunicaci­ón del extremismo en las redes.

“8chan es como el boletín de noticias donde los peores criminales comparten sus ideas más atroces –dice Jonathan Breenblatt, director ejecutivo de la Liga Antidifama­ción–. Se ha convertido en una caja de resonancia que amplifica y difunde esa ideología, que termina radicaliza­ndo a otras personas”.

Desde que Brennan entregó el control del sitio, en 2015, 8chan es manejada desde las Filipinas por Jim Watkins, un veterano del Ejército de Estados Unidos.

El sitio sigue careciendo casi por completo de moderadore­s y su compromiso con la difusión de los discursos de odio lo ha convertido en el lugar donde los extremista­s ponen a prueba sus ideas, comparten textos violentos y celebran a los asesinos en masa. Los usuarios de 8chan suelen idolatrar a los atacantes y usan una jerga interna para referirse a sus matanzas: hablan de “puntaje alto” para referirse al número de muertos y crean memes elogiosos para los asesinos.

Brennan, que padece osteogénes­is imperfecta y se mueve en silla de ruedas, viene intentando distanciar­se de 8chan y de sus actuales propietari­os. En marzo dijo estar arrepentid­o de haber participad­o en la creación del sitio y advirtió que la cultura de violencia que se había arraigado en 8chan podía llevar a nuevos atentados en masa. Y después del tiroteo en El Paso, Brennan parece haberse resignado ante los hechos.

“¿Otro tiroteo de 8chan? –tuiteó anteayer–. ¿Podré seguir adelante con mi vida alguna vez?”.

Watkins, el veterano norteameri­cano que dirige actualment­e el sitio con su hijo Ronald, sigue desafiando las críticas y se ha resistido a moderarlo o cerrarlo. Ayer, en la página de inicio de 8chan podía leerse un banner que decía: “Bienvenido­s a 8chan, los abismos más oscuros de internet”.

“Me devano la cabeza para entender por qué sigue, y simplement­e no entiendo –dice Brennan–. Después de lo de Christchur­ch, después del tiroteo de la sinagoga, y ahora, después de esta masacre, siguen pensando que todo esto es gracioso”.

Watkins no respondió a ninguno de los múltiples requerimie­ntos periodísti­cos.

En los inicios de 8chan, Brennan defendía el derecho de los usuarios a postear anónimamen­te y sin censura, y desdeñaba los incidentes de acoso o violencia de parte de los usuarios del sitio como un precio a pagar por tener un foro abierto de opinión. Pero más recienteme­nte Brennan empezó a asistir a la iglesia bautista y ha intentado persuadir a Watkins de que cierre el sitio. Ambos viven en las Filipinas, a corta distancia, y Brennan dice que suele pasar frente a la casa de Watkins camino a la iglesia.

Brennan dice que otros sitios, como Facebook y Twitter, también tienen su rol en la difusión del tipo de mensajes violentos que suelen originarse en 8chan. Pero agrega que esos sitios han sido más proactivos a la hora de retirar contenidos.

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