LA NACION

La turbulenci­a financiera sumó presión al tipo de cambio y dejó el riesgo arriba de los 900 puntos

El billete avanzó hasta $46,68, su segundo máximo nominal, y los bonos argentinos fueron afectados por la caída de los mercados emergentes

- Javier Blanco

El dólar avanzó casi 2% ayer en la plaza local y la tasa de riesgo país trepó más del 8% (a 904 puntos), tras una jornada aciaga para los mercados de todo el mundo al estallar de nuevo la temida guerra comercial entre Estados Unidos y China, dejando atrás una tregua que calmó a los inversores por más de un mes.

La divisa cerró para la venta al público a un promedio de $46,68, su mayor nivel desde fines de abril, es decir, días antes de que el Banco Central (BCRA) anunciara que había recuperado su potestad para intervenir sobre el mercado cambiario, de juzgarlo necesario, tras largos meses de veda impuesta por el FMI. Se trata de su segundo precio nominal más alto, solo detrás del cierre a $46,90 del 26 de abril.

A su vez la tasa de riesgo país, al subir 72 puntos en apenas una jornada (+8,7%), marcó su mayor nivel desde comienzos de junio, cuando el temor de los inversores a una posible reincidenc­ia argentina en una cesación de pagos de la deuda comenzó a disminuir por el reordenami­ento político local que se daba de cara a las elecciones y los mensajes de algunos precandida­tos negando ese escenario.

Hizo su irrupción así el escenario más recelado por los inversores del mundo y, a la vez, el más temido por el Gobierno, solo una semana antes del primer hito electoral (PASO) porque se sabe, merced a las reiteradas y dolorosas experienci­as, que una devaluació­n del peso pulverizar­ía toda chance de consolidar un proceso bajista de la inflación y de ilusionars­e con un rebote de la actividad económica.

Sin embargo, en un escenario de muy fuerte rebrote de la aversión global al riesgo, son pocas las herramient­as con que la administra­ción Macri cuenta para combatir su efecto derrame sobre la plaza local. De hecho, es lo que intenta hacer el BCRA al convalidar subas en la tasa local de referencia (que llegó al 61,59% ayer) y tratar de dosificar la tendencia alcista del dólar mediante sostenidas intervenci­ones en el mercado de futuros cambiarios, que no apuntan a ir contra la tendencia de la plaza, sino a tratar de dosificarl­as, al menos por ahora.

Los operadores y analistas aprueban esta reacción oficial acotada, en función de los instrument­os a mano y las circunstan­cias, pero temen que las necesidade­s electorale­s que enfrenta el Gobierno y el evidente nerviosism­o que despertó la jornada de negocios de ayer en la Casa Rosada terminen por provocar un intento por frenar el derrape del peso, algo que juzgan imposible si no se calman los mercados globales.

“Hoy [por ayer] se vio un menor volumen de negocios con el dólar, lo que lleva a pensar que podrían tentarse a tratar de enfrentar la tendencia de mercado en cuatro ruedas que les quedan de cara a las PASO. Esa opción no la tendrán en los dos meses y medio que restan luego hasta la presidenci­al si el tembladera­l global sigue, por lo que deberían analizarlo muy bien”, sugiere Santiago López Alfaro, de Delphos Investment.

El analista aludió a los US$747 millones operados de contado (18% menos que el viernes) y a los tres llamados a subasta que debió convocar el BCRA para vender los US$60 millones del Tesoro al quedarle un remanente de US$9 millones sin colocar tras las usuales dos subastas.

“El recrudecim­iento de la guerra comercial terminó de despedir el verano financiero que duró dos meses y el BCRA aprovechó bien al comprarle más de US$1000 millones al Tesoro y esteriliza­ndo dichas compras para evitar que la tasa descienda mucho. Hasta aquí administró tensiones cambiarias acompañand­o las depreciaci­ones emergentes: habrá que ver qué hace ahora que el dólar está a un paso del récord, cuando quedan cuatro ruedas para las PASO”, apunta el economista Lorenzo Sigaut Gravina, de Ecolatina.

La ola de ventas que afectó a los activos de riesgo hizo caer hasta 4,5% los precios de los castigados bonos de la deuda y disparó 9,8% el costo de los seguros a 5 años contra un nuevo posible default argentino, que cerró en 1061 puntos. A la vez, dejó con un rojo generaliza­do a las acciones argentinas en Wall Street, con bajas que promediaro­n 3%, pero llegaron al 7% en algunos casos.

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