Paquistán sube la tensión con la India y cancela relaciones diplomáticas
Es en represalia por el bloqueo total de Nueva Delhi a la disputada región de Cachemira, de mayoría musulmana
SRINAGAR, India.– Paquistán elevó ayer la tensión en su confrontación con la India con la expulsión del embajador en Islamabad y la suspensión del comercio bilateral, tres días después de que el gobierno de Narendra Modi impusiera un bloqueo total a los disputados territorios de Cachemira y Jammu.
Cachemira está dividida entre la India y Paquistán, y los dos países reclaman la totalidad del territorio. Dos de las tres guerras libradas entre ambas naciones desde que se independizaron de Gran Bretaña fueron precisamente por la soberanía de esta región.
El lunes pasado, el gobierno indio revocó el controversial estatus especial de Cachemira y aisló por completo a esa región. Desplegó allí miles de soldados, impuso un toque de queda e interrumpió servicios de internet y telefonía en la zona, donde la mayoría de la población es musulmana y se opone al control indio.
Ayer llegó la respuesta del gobierno paquistaní, encabezado por el primer ministro Imran Khan, que como represalia decidió degradar las relaciones diplomáticas y suspender el comercio bilateral, así como una “revisión” de otros acuerdos suscriptos por los dos países. Además, Paquistán advirtió que llevará la disputa ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
“Vamos a llamar a nuestro embajador en Delhi y expulsar al suyo”, declaró el ministro de Relaciones Exteriores paquistaní, Shah Mehmood Qureshi, al canal de televisión ARY News.
Las Fuerzas Armadas paquistaníes advirtieron además esta semana sobre la posibilidad de emprender acciones si la situación empeora, y Khan emplazó ayer a los militares a seguir “vigilantes”.
Una funcionaria estadounidense indicó que Washington no fue informado de antemano sobre la movida de Modi.
“El gobierno indio no consultó ni informó al gobierno estadounidense antes de revocar el estatuto constitucional especial de Jammu y Cachemira”, señaló en un tuit Alice Wells, secretaria de Estado adjunta interina para Asia del Sur.
En Cachemira, pese al despliegue de un fuerte dispositivo de seguridad y las restricciones de movimiento, en los últimos días se produjeron algunas manifestaciones esporádicas en la ciudad capital, Srinagar. Un responsable de la policía, bajo condición de anonimato, comentó a la prensa que ayer un joven manifestante perseguido por la policía en el casco histórico de esa urbe “saltó al río Jhelum y murió”.
Srinagar, capital de Cachemira y Jammu, está considerada el bastión de la revuelta contra la India, que buena parte de la población, de mayoría musulmana, ve como una fuerza de ocupación. Las manifestaciones anteriores a la imposición del bloqueo dejaron al menos seis heridos, según un vocero del área de salud, que anunció que un hospital de Srinagar había recibido seis pacientes con heridas de diversa índole.
Ahora, en las calles de Srinagar reina un silencio irreal. Tropas indias armadas instalaron retenes con alambres de púa y solo los pájaros y los perros callejeros pueden deambular libremente por la ciudad.
Los periodistas se vieron obligados a permanecer en los barrios donde se encontraban ante la negativa de las autoridades de dejarlos pasar numerosos controles militares.
“Se trata de un bloqueo sin precedente”, aseguró un fotógrafo que cubre la región desde hace más de 30 años y que prefirió no ser nombrado.
Según algunos informes, casi todos los políticos y partidos de la zona, tanto separatistas como proIndia, estaban detenidos. Los exgobernadores de Cachemira y Jammu Mehbooba Mufti y Omar Abdullah están bajo arresto domiciliario desde el domingo a la noche. Al parecer, el lunes fueron trasladados junto con otros líderes separatistas al palacio de Hari Niwas, una residencia histórica en el corazón de la capital, según el sitio The Hindu.