Tres preguntas a la autora de Lu, Lucy, Lucía
Hinde Pomeraniec y un relato sobre la discapacidad
Lu, Lucy, Lucía es el primer libro para chicos de la periodista y escritora Hinde Pomeraniec. Publicado por editorial Norma en su colección Torre Roja, para lectores desde los 7 años, está ilustrado por Adriana Keselman y aborda la cuestión de la discapacidad desde el punto de vista de una nena, Lucía, que siente celos porque sus padres le prestan más atención a Tincho, su hermano mayor.
–¿Por qué decidió incorporar la discapacidad de un chico en un libro infantil?
–En la historia de Lucy, la discapacidad estuvo siempre, desde que empecé a pensar en el relato. Pero nunca pensé a Tincho como protagonista. Desde el comienzo, había una hermana menor que cumple muchas veces la función de mayor. Al menos es lo que siente Lucy, que advierte una dedicación especial hacia Tincho, a quien adora, pero lo sabe diferente y sufre por eso. Quería escribir sobre qué pasa por la cabeza y los sentimientos de los hermanos de los chicos diferentes y cómo se desarrolla una familia con esa particularidad.
–La discapacidad está presente con naturalidad, sin nombrar explícitamente qué tiene Tincho. ¿Por qué?
–Me parecía que al tratarse de una ficción no había necesidad de especificar un diagnóstico. Si bien, si uno presta atención, puede advertir determinadas conductas en Tincho que nos llevan a concluir que su discapacidad tiene un nombre, no quería clausurar el tema poniéndolo en palabras. Creía que era mucho más rico pensar que todos podían ver en él a un chico diferente. Nunca tuve en la cabeza construir un texto dramático; quise que se viera a la familia de Lucy como una más, con sus particularidades. Sus papás viven el agobio de tener un hijo con una discapacidad, pero también pueden reír, divertirse y jugar.
–Entre Lucy y Tincho hay complicidad, juegos, celos. ¿Es, más que nada, una historia de hermandad?
–Sí. Un hermano lo es más allá de las condiciones; la pelea por la atención de los padres está presente, pero lo que no puede modificarse es el vínculo entre hermanos, esos pares que compiten, que se acompañan, se aman y se celan, todo al mismo tiempo. Esa relación es intransferible. Natalia Blanc