Una proyección que alienta a superar la tarea de Guadalajara 2011
La delegación argentina sumaba ayer 17 medallas doradas, pero aún mantiene esperanzas de rebasar esa cifra en los cuatro días que restan, e incluso las 21 colectadas en México; de los éxitos sorpresivos a los favoritos que crecen
LIMA.–La histórica noche del martes de la natación nacional provocó el gran zarpazo. Gracias a las medallas doradas de Delfina Pignatiello y Virginia Bardach en la pileta de la Videna, la Argentina logró superar la cosecha de 15 oros de Toronto 2015 y alcanzó las 17, sin contar lo que podía suceder anoche en el Centro Acuático, donde Santiago Grassi buscaba el título en los 100 metros mariposa. Sin embargo, en la clasificación, el santafesino ya había confirmado la marca necesaria para la clasificación a Tokio 2020.
El progreso dorado de la delegación nacional tuvo el innegable sustento de los deportes de equipo masculinos (rugby seven, básquetbol, voleibol, handball y sóftbol) y se alimentó del rotundo éxito del canotaje en Albúfera de Medio Mundo, con otras cuatro medallas del mejor metal. Después, triunfos de los más diversos en cuanto a habilidades individuales: la fiereza de Lucas Guzmán en el taekwondo, el boxeo de estilo de Leonela Sánchez, la gracia en el patinaje artístico de Juan Francisco Sánchez, los saltos sobre la tabla de wakeboard de Eugenia de Armas y la garra sobre el polvo de ladrillo de Nadia Podoroska, además de las dos nadadoras. Y finalmente, la puntería a dúo de Fernanda Russo y Julián Gutiérrez en tiro.
Cada una de esas conquistas trajo aparejada una menor o mayor exigencia según cada caso. Pero en buena medida, la Argentina se encontró con rivales individuales y colectivos que atendieron otros certámenes, por considerarlos más importantes que los Juegos Panamericanos. Y uno de los ejemplos evidentes es el del tenis, un deporte en donde ningún país trae a sus principales figuras. Nada le quita el mérito de los oros a la delegación albiceleste, cuyos representantes se comprometieron y terminaron superando a los adversarios que se encontraron en la competencia misma. Sin embargo, esta continua recolección de medallas doradas no tendrá correlato directo con Tokio 2020: no hay comparación posible entre una cita regional, en donde se retacean figuras aquí y allá, con un certamen universal en donde casi todos los deportes presentan lo mejor y poseen un nivel mucho mayor.
De esta forma, el entusiasmo debe ser moderado, más allá de que hay chances muy concretas de más oros, con la idea de superar incluso el número de doradas de Guadalajara 2011, en donde se lograron 21. Se puede esperar lo mejor de Delfina Pignatiello en las distancias que mejor le sientan (800 y 1500m) como también las coronaciones de las Leonas y los Leones, que al mismo tiempo buscan asegurarse un lugar en Tokio. Desde las embarcaciones, remeros y velistas ya muestran su habitual carácter competitivo y varios ya vienen bien perfilados. El fútbol ya tiene a las chicas en la final por lo más alto del podio, que definirá con Colombia, al tiempo que los dirigidos por Fernando Batista se medían anoche en la semifinal ante Uruguay.
Y después, el deporte que genera un asterisco en la comparación entre distintos Panamericanos: la pelota vasca. A la Argentina le dio cuatro oros en Guadalajara 2011, pero la disciplina fue quitada del programa en Toronto 2015. Ahora, la organización de Lima 2019 decidió volver a incluirlo, lo que significa una posibilidad única para que los criollos atrapen al menos dos oros más. Asimismo, ¿quién podría descartar a Paula Pareto como gran candidata al oro dentro de su categoría de -48 kg en judo? Y el impredecible golf tiene a Miguel Angel Carballo y Estanislao Goya como dos jugadores de muchísima experiencia, tanto en el PGA Tour como en el Tour Europeo, entre otras giras competitivas.
Es un escenario optimista pero a la vez realista para la Argentina, que hoy figura peleando palmo a palmo el 6º y 7º puesto del medallero con Colombia. Incluso, varias de la veintena de medallas doradas que ya están en el bolsillo del Comité Olímpico Argentina dan una idea de lo cerca que se estuvo de seguir subiendo y desestabilizar a Cuba, el 5º de la tabla. La primera sensación era que la delegación iba a pagar el precio de un recorte presupuestario notable. Sin embargo, los deportistas disimularon aquella corrida del dólar feroz que trastocó la ayuda para el deporte de alto rendimiento.
El ajuste económico que se vivió en el país en 2018 provocó que se sufrieran tres ejercicios consecutivos con disminución de fondos. La Secretaría de Deportes dispuso en 2019, según el Presupuesto realizado por el ministro de Economía Nicolás Dujovne, de 991.127.720 pesos: es decir, 105,6 millones de pesos menos que los 1.096.743.000 con los que contó la Secretaría en 2018 y casi 442 millones de pesos menos que en 2017. Luego, vinieron algunas correcciones, pero la baja en cuanto a respaldos de parte de los organismos fue evidente. Restan cuatro jornadas plenas de definiciones y la campaña celeste y blanca juega su propia carrera de superación, ya con el parámetro de las conquistas de Guadalajara 2011 en el horizonte. El balance hasta aquí, sin dudas que es bueno.