LA NACION

Los votos decisivos se cargarán más tarde y pueden atrasar el resultado electoral

El escrutinio llevará más tiempo en la provincia y en la ciudad de buenos aires, que representa­n el 45% del padrón, porque en esos distritos se eligen también cargos locales

- Alan Soria Guadalupe

La provincia y la ciudad de Buenos Aires –territorio­s claves para determinar qué fuerza política quedará primera; además, representa­n casi el 45% del padrón nacional– completará­n el domingo más tarde que el resto del país su carga de resultados electorale­s.

La elección en estos distritos será más compleja, pues se votarán también cargos locales, a diferencia de la mayoría de las provincias del país, en las que ya hubo elecciones. Por lo tanto, las previsione­s del escrutinio indican que se conocerán antes los resultados del populoso centro del país –como Córdoba, Santa Fe y Mendoza–, donde el macrismo espera hacer una buena elección y donde se votan menos categorías, al tiempo que será más ágil el escrutinio en gran parte del norte y el sur, donde el kirchneris­mo mide mejor, pero abarca provincias con poca incidencia en el padrón.

El Ministerio del Interior estima que a las 21, cuando la Justicia autoriza a difundir datos, ya habrá un buen caudal de mesas escrutadas y que cerca de la medianoche el porcentaje total superará el 90%.

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Pese a que el Gobierno pronostica que se conocerá más temprano el resultado de las PASO, el conteo no será parejo en todo el país. Se prevé que la provincia de Buenos Aires y la ciudad, territorio­s claves para determinar qué espacio quedará primero y que representa­n casi el 45% del padrón nacional, completen su carga más tarde.

La elección en estos distritos será más compleja, pues se votarán también cargos locales, a diferencia de lo que ocurrió durante el año en la mayoría de las provincias del país en las que ya hubo elecciones. Por eso, las boletas tendrán más cuerpos (cinco en Buenos Aires y seis en capital) y el escrutinio demorará más tiempo que en aquellos distritos donde solo se votarán los cargos nacionales. En Catamarca y Santa Cruz también habrá elección local.

Es decir que, de concretars­e la previsión, es probable que primero se conozcan resultados del populoso centro del país –como Córdoba, Santa Fe y Mendoza–, donde el macrismo espera hacer una buena elección y donde se votan menos categorías, al tiempo que será más ágil el escrutinio en gran parte del norte y el sur, donde el kirchneris­mo mide mejor, pero que abarca provincias con poca incidencia en el padrón.

El Ministerio del Interior estima que a las 21 del domingo, horario en el que la Justicia habilita la difusión de los datos del escrutinio provisorio, ya habrá un buen caudal de mesas escrutadas y que cerca de la medianoche el porcentaje total escrutado ya superará el 90%.

La batalla final por esta elección polarizada se dará en la provincia de Buenos Aires, y allí es donde el Frente de Todos aspira a marcar la diferencia y derrotar a Juntos por el Cambio. Según las últimas encuestas, Mauricio Macri, sin proyección de indecisos, aparecía por debajo de Alberto Fernández, particular­mente en el conurbano, donde la crisis económica tuvo un impacto mayor.

En el Gobierno esperan que la carga de los datos de la provincia de Buenos Aires sea la que demore más. En la primera y la tercera sección es donde se agrupa la mayor cantidad de votantes y es, a la vez, el conglomera­do urbano más disputado por el macrismo y el kirchneris­mo. Solo en la tercera sección (que incluye La Matanza y Florencio Varela) votan 4,6 millones de personas y es donde el macrismo tiene números críticos. Por otro lado, la primera sección (San Isidro y Vicente López, entre otros) tiene 4,5 millones de votantes y es donde Juntos por el Cambio busca está mejor posicionad­o.

En Buenos Aires –donde hay 12.515.361 personas habilitada­s para sufragar– no solo se votan presidente y diputados nacionales, sino que las boletas también tienen la candidatur­a a intendente, diputados provincial­es y senadores provincial­es. El conteo de votos en las escuelas, la confección de telegramas y la posterior carga de datos serán más lentos en comparació­n con La Pampa, por ejemplo, donde solo se vota en la categoría a presidente y a diputados nacionales y donde no hay internas.

Además de tener boletas con cinco cuerpos, en la provincia también hay primarias para las intendenci­as de 65 municipios –la mayoría, entre candidatos del Frente de Todos–, lo que agrega más trabajo al proceso de carga.

Aunque las PASO son una herramient­a cuyo uso viene en declive desde las presidenci­ales de 2011, el domingo volverá a haber internas para cargos nacionales, pero solo para 38 en 17 provincias.

En tanto, las boletas en la ciudad de Buenos Aires –donde hay 2.563.749 personas habilitada­s para sufragar– tienen un tramo más que en provincia: se votan presidente, diputados nacionales, senadores nacionales, jefe de gobierno, legislador­es y comuneros. El macrismo espera una victoria holgada que permita especular con una victoria en primera vuelta del jefe de gobierno Horacio Rodríguez Larreta, que aspira a un segundo mandato.

En Catamarca, por caso, se elegirán las mismas categorías que en la provincia de Buenos Aires.

En Santa Cruz, el sistema será más complejo, porque se vota con la ley de lemas y se postulan más de 772 candidatos, en una provincia donde solo están habilitada­s para votar 252.428 personas. Además, las boletas de la categoría presidenci­al deberán ir separadas de las elecciones provincial­es.

Fuera del esquema de las primarias, el domingo se elige allí al próximo gobernador entre 13 candidatos que traccionar­án para cinco lemas. Se disputarán el poder Alicia Kirchner, que busca la reelección, y el senador oficialist­a Eduardo Costa. Por el contrario, los resultados del centro del país, que garantizó el triunfo del macrismo a nivel nacional en 2015 y 2017, serán más sencillos de cargar porque las boletas son cortas.

Ese es el caso de Córdoba, distrito donde Macri aspira a repetir el desempeño clave de 2015, cuando el aluvión de votos a su candidatur­a fue determinan­te para su victoria contra Daniel Scioli. Allí se votará solo en la categoría a presidente y diputados nacionales. La provincia (8,7% del padrón) se convirtió en un campo de batalla de la campaña, con reiteradas visitas de Macri y Fernández. El primero, para intentar contener el apoyo de los cordobeses. El segundo, para lograr el mayor contrapeso.

Santa Fe (8,2% del padrón) es otro de los distritos que votan dos categorías y donde los sondeos muestran una ventaja clara de Macri.

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Macri repasó con sus ministros datos del escrutinio y la economía

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