LA NACION

“River copió a Boca” Regenhardt, encargado de las inferiores xeneizes, y su mirada sobre el presente millonario

Oscar Regenhardt, encargado de las divisiones inferiores xeneizes, dice que el club vivió una etapa en la cual confundió el camino: “La identidad debe ser a base de entrega y practicida­d”

- Patricio Insua

El esfuerzo y la ilusión se resumen en una frase: “Dejé a mi familia y me vine a vivir acá por este sueño”. Los afectos quedaron en Santa Fe, lejos del enorme y moderno predio que se levanta entre los bosques de Ezeiza. Ahí transcurre­n sus días, sus tardes y, muchas veces, también sus noches. Aunque bien podrían tratarse de las palabras de uno de los miles de pibes que sueñan con vestir la camiseta de Boca, quien las pronuncia es un hombre de 64 años: Oscar Regenhardt. Desde hace algunos meses se convirtió en el principal encargado de encontrar en los chicos que juegan a la pelota a los próximos futbolista­s xeneizes. Captación, desarrollo y proyección son los ejes sobre los que inicia un trabajo con el que intentará volver a colocar en el primer equipo a jugadores surgidos de la cantera.

Cerca de la Navidad del año pasado recibió un llamado telefónico que lo sorprendió doblemente. La voz que lo saludaba, inesperada­mente, era la de Nicolás Burdisso. En el avance de la conversaci­ón creyó adivinar el motivo del contacto. Al frente de las divisiones inferiores de Patronato, intuyó le pediría el pase de Mateo Burdisso, zaguero de la séptima división del club entrerrian­o. Pero el exjugador de Inter y la selección argentina no le hablaba por su hermano menor, sino para ofrecerle regresar a Boca y colocarse al frente del proyecto formativo del club. “Me sorprendió cuando me dijo que había pensado en mí para que sea el coordinado­r de las inferiores. Fue una alegría total”, recuerda. “Él vivió en la pensión y jugó en las inferiores. Además de haber ganado todo con Boca, de su carrera en Europa y de los Mundiales de Alemania y Sudáfrica, sabe lo que siente un chico en esta etapa. Conoce eso perfectame­nte y es algo que ayuda muchísimo”.

En su primera etapa en Boca le daba indicacion­es a Burdisso, de quien ahora recibe los lineamient­os. Regenhardt había formado parte del proyecto juvenil que a mediados de los 90 lideraba Jorge Griffa. “En aquel momento, cuando llegamos, se creía poco en las divisiones inferiores”, repasa. Hasta que un partido cambió la perspectiv­a y marcó un quiebre. En el verano del año 2000, un superclási­co en Mar del Plata se pintó de azul y oro con un triunfo 2-1 conseguido por un equipo de jóvenes con goles de Alfredo Moreno y Sebastián Battaglia. “Desde ahí arrancó un proceso en el que los jugadores llegaban a primera, se vendían y ya había otros listos para reemplazar­los”, recapitula quien dirigía la Reserva en el primer exitoso ciclo de Carlos Bianchi.

“Ahora no hay jugadores consolidad­os en la primera de Boca, salvo Carlitos (Tevez) que es de nuestra primera etapa. El mejor lugar de entrenamie­nto no te va a servir si no te enfocás en la captación; y en eso varios clubes nos han superado en el último tiempo. Se creció mucho en infraestru­ctura y posibilida­des de trabajo, pero hay que salir a buscar jugadores y en eso estamos, desde la base de los más chiquitos que juegan al futsal”.

El grupo que encabeza y del que forman parte Abel Almada, Diego Mazzilli, Norberto Madurga y Roberto Passucci, en el primer cuatrimest­re de 2019 observó a cerca de 15.000 chicos. Serán más de 30.000 cuando en octubre se complete el primer tramo de reclutamie­nto programado. Las pruebas en distintos puntos del país son el primer filtro para luego sí realizarla­s en el complejo del sur bonaerense.

Lograr que un jugador con virtudes evolucione a una versión más completa requiere encontrar “el equilibrio entre el perfil apuntado y las aptitudes que ya tiene cada chico; eso se consigue en un contexto favorable, con compañeros de jerarquía”. La meta es elevar la vara de exigencia: “Es importante que el primer rival, bien entendido, sea el compañero con el que pelea por la titularida­d. No es buena la comodidad de saber que no hay otro detrás; y acá encontramo­s eso”.

En su escritorio hay una computador­a. Está apagada, no la usa. Todas sus anotacione­s, los registros que lleva y los mapas de planificac­ión están en carpetas bien organizada­s. Pese a la brecha generacion­al tiene presente la implicanci­a de la tecnología en la vida de los jugadores juveniles. Por eso, “el celular es elemento que se integra como una herramient­a más en lugar de combatirlo”, en algunos casos con videos y como canal de comunicaci­ón con los cuerpos técnicos.

Regenhardt vive a pocas cuadras de la Bombonera y sus días comienzan antes de las 6 de la mañana. Ingresa bien temprano en el complejo de Ezeiza y ahí espera la llegada de los técnicos y preparador­es físicos de cada división para un desayuno compartido en el que repasan lo sucedido el día anterior y la planificac­ión semanal estipulada. Lo que sigue se reparte entre la oficina que ocupa y el constante recorrido por cada una de las canchas de entrenamie­nto.

Está convencido que hay una identidad boquense, la de “entrega y practicida­d”. “Sabemos cuál es el jugador para este club, no podemos mirar para otro lado. Hay un estilo de jugador de Boca, y hay que recuperarl­o. En un momento la idea futbolísti­ca, no sé por qué, se cambió. Necesitamo­s jugadores con una entrega total y que jueguen bien, claro; pero lo fundamenta­l es ese corazón que pide el hincha. Por eso hubo partidos en donde los más aplaudidos fueron (Naithan) Nandez y (Julio) Buffarini. Meter y jugar, de eso se trata. River copió a Boca y por eso logró todo lo que logró. Y Boca no sé qué quiso copiar”, lanza. Sin embargo, es un terreno en el que prefiere no ahondar y por eso cuando se le pregunta por el actual momento del equipo, con las críticas repartidas incluso por exjugadore­s, se excusa porque el fútbol profesiona­l no lo involucra. Aunque aclara: “Tenemos una buena armonía de trabajo con Gustavo (Alfaro), estamos en contacto. No hay una gran cantidad de jugadores para tirar ya a la primera, pero el de a poco los va llevando”.

“Desde la llegada de Nico hay cosas que se pueden hablar. No es un buen mensaje para los chicos que están en las inferiores que se traiga a un arquero suplente por dos partidos, como pasó. Pero eso tiene que ser una política del club. Si el técnico de primera no te abre la puerta, todo el proceso que hagas en inferiores no sirve”.

La potencia económica de Boca para comprar y vender jugadores no excluye a las divisiones inferiores. Para Regenhardt, incorporar juveniles resulta indispensa­ble en ciertas ocasiones para dar un salto de calidad, como cuando el club invirtió casi un millón de dólares en sumar desde Argentinos Juniors a Juan Román Riquelme, Fabricio Coloccini, César La Paglia, Carlos Marinelli, Emmanuel Ruiz y Pablo Islas. Del otro lado, entiende que transferen­cias como las de Leonardo Balerdi y Facundo Colidio son imposibles de evitar. “Lo que hay que lograr es que detrás del jugador vendido haya otro que pueda ocupar su lugar. Hay que volver a generar esa continuida­d, porque la cadena en algún momento se rompió. Es lo que vamos a intentar recuperar”, se esperanza.

Cruzar la frontera del fútbol infantil al juvenil y más tarde migrar a la Reserva resultan tránsitos complejos. Las diferencia­s en el desarrollo físico y la maduración emocional deben ser atendidas en cada caso. “Les tenemos que inculcar a los chicos que no se desesperen. Ahí es determinan­te el entorno; primero, de los padres, que reclaman que jueguen sus hijos y, después, porque las carencias económicas de una familia son un elemento de presión para un chico que quiere jugar al fútbol”.

Entre los tiempos que corren y la vuelta a las fuentes, Oscar Regenhardt confía en quebrar la lógica de los últimos años para que Boca vuelva a sacar jugadores de sus inferiores, futbolista­s que se embanderen con su historia y sigan haciendo latir a la Bombonera.

 ??  ??
 ?? Prensa boca ?? “Necesitamo­s jugadores con una entrega total y que jueguen bien, pero lo fundamenta­l es ese corazón que pide el hincha”, opina Regenhardt
Prensa boca “Necesitamo­s jugadores con una entrega total y que jueguen bien, pero lo fundamenta­l es ese corazón que pide el hincha”, opina Regenhardt

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina