Queremos tanto a Leopoldo Federico
La Orquesta El Arranque ofrecerá un homenaje a Leopoldo Federico mañana, a las 18, en la Usina del Arte. El gesto es simbólico y será uno de los momentos destacados del festival, que se realiza en distintas sedes de la ciudad, y un reflejo de la continuidad generacional del género. El Arranque es una de las formaciones más importantes de las últimas dos décadas y Leopoldo Federico, que se transformó en una suerte de mentor del grupo, fue uno de los bandoneonistas más grandes del tango. También fue uno de los primeros maestros, que habían brillado en la década de oro del género, que apoyó el surgimiento de toda una nueva camada.
“Yo pensaba que después de nosotros el tango se moría, pero por suerte me equivoqué. Hoy hay una cantidad enorme de chicos talentosos que le van a dar continuidad al género”, reconocía entrado el siglo XXI y legitimizando a toda una generación joven del tango. Por otro lado su vínculo con las nuevas orquestas permitió la transmisión de un legado y una forma de tocar que había quedado olvidada con el paso del tiempo. Mucho se le debe a ese encuentro entre Leopoldo Federico con El Arranque y la generosidad del bandoneonista para traspasar esa sabiduría no escrita en las partituras a jóvenes que promediaban los 20 años.
Con El Arranque, la amistad fue más profunda. Ese encuentro generacional se plasmó en
un álbum compartido en 2010. El maestro participó directamente en la grabación del disco y aportó creaciones inéditas para que fueran interpretadas por el conjunto orquestal. Este concierto homenaje servirá para volver a escuchar en vivo un repertorio poco difundido de Leopoldo Federico, cuya faceta de compositor tenía relegada, pese a que era reconocido como arreglador, instrumentista y director de orquesta.
Parte de ese material escondido, que se difundió a partir de la edición del disco Raras partituras
6 y que mostraba piezas de una belleza inusual como “Zamba de la extranjera”, que Leopoldo había compuesto para Mercedes Sosa, o su primer tango, “Póquer”, sonarán nuevamente en el concierto de pasado mañana dentro del festival.
La grabación conjunta entre El Arranque y Leopoldo Federico terminó por completar un círculo de amistad musical y admiración mutua, que benefició a la nueva escena: el bandoneonista, que integró las formaciones de Horacio Salgán y Astor Piazzolla, fue el padrino artístico de la orquesta cuando en 1998 editó su primer disco. Aquellos jóvenes músicos que tenían como faro a este último gran sobreviviente de los dorados años cuarenta lo tuvieron varias veces como un integrante de sus filas. Leopoldo Federico murió en 2014. Su llama sagrada, sigue viva en la nueva generación del tango.