Atónito, Wall Street se aleja de Macri y quiere ver los planes de Alberto Fernández
Los inversores en el exterior creen que el resultado de las PASO es “casi irreversible”; piden que el líder de la oposición dé certezas
WASHINGTON.– Nadie la vio venir y nadie sabe tampoco qué esperar. Wall Street quedó atónito ante la nueva realidad política y económica que dejaron las primarias en la Argentina, un escenario impensado –y, sobre todo, indeseado– que desató temor, pesimismo y llevó el mismo interrogante a la mente de todos: qué cambios imprimirá Alberto Fernández, a quien ya ven como futuro presidente, en el rumbo económico del país.
El azote de los inversores al país tras el inapelable veredicto de las urnas arraigó también las preocupaciones por la gobernabilidad y la transición política. Wall Street, que tejió un estrecho vínculo con el gobierno de Mauricio Macri, al que financió y respaldó, parece haberle soltado la mano tras el recuento de votos: ahora, la atención está puesta en el próximo gobierno y en cómo será el giro si cambia el gobierno.
El vértigo de la crisis hizo que muchos informes enviados por mail a primera hora quedaran obsoletos antes de que terminara la mañana. Un análisis del banco de inversión JP Morgan indicaba que, ante la enorme victoria del peronismo, la probabilidad de una “discontinuidad de políticas” era mucho mayor, y eso elevaría la presión “sobre los mercados financieros”. Unas horas después, el dólar superaba los $60 y algunas acciones argentinas en Nueva York caían más del 50%.
El banco de inversión Goldman Sachs dijo que el resultado de la elección es “casi irreversible” y recomendó a inversores que enfoquen su atención en “cualquier indicio sobre los lineamientos amplios de la agenda económica de una probable administración de FernándezKirchner”. Para XP Investments, “se materializó el peor escenario”, y Macri quedó sin posibilidades de ser reelecto.
“No había ninguna expectativa de este resultado”, se sinceró un director de un fondo de inversiones. Había hablado con un encuestador de primera línea unos días antes de la elección y le había dicho que el presidente Mauricio Macri tenía más chances de ganar que Fernández, porque tenía una maquinaria electoral “muy sólida” y bien armada. “Se ve que no sirven para nada las encuestas. No se pueden tomar decisiones en función de lo que muestran”, se lamentó.
Ahora, una de sus preocupaciones centrales es quién será el canciller de Alberto Fernández, ante el rol clave que juega Estados Unidos en el acceso al financiamiento externo y las negociaciones con el FMI. “Todavía no hemos visto ninguna declaración de ellos tratando de llevar tranquilidad”, dijo.
Siobhan Morden, directora ejecutiva de Amherst Pierpont Securities, también lamentó que las encuestas hayan errado tanto. Mencionó dos reacciones: “locura” y “pánico”. A la hora de hablar sobre el resultado, fue contundente: “Game over”, dijo. “Ahora solo me importa cuándo Fernández va a decir o hacer algo, y cuán efectivo será el Banco Central en controlar el traslado de la devaluación a los precios”, agregó.
Morden también pidió certezas sobre el futuro gobierno y un plan coherente: “El estrés del mercado continúa porque no tenemos ninguna certeza de Fernández. ¿Cómo reemplaza y rebautiza la austeridad? ¿Cómo reinventa la austeridad? Necesita un superávit, y cómo se logrará, dado que los votantes dicen que quieren este modelo. Ese es el mayor desafío que enfrenta Fernández. No tenemos claridad sobre sus asesores económicos. No hay otra avenida. Fernández podría heredar una economía que es ingobernable a menos que presente un plan coherente”, agregó.
Diego Ferro, inversor argentino en Nueva York, dijo que el resultado de las primarias era “bastante lógico” dado el enorme deterioro de la economía. Ferro planteó algunas inquietudes sobre Alberto Fernández: cómo manejará el vínculo con La Cámpora y el kirchnerismo duro, hasta qué grado mantendrá el avance institucional de Macri y qué tipo de peronismo ofrecerá. “El peronismo cambia y se adapta a las circunstancias”, dijo Ferro.
“No hay lugar para el populismo de los K del boom de las commodities. El gradualismo falló y ahora hay que hacer los deberes”, apuntó.
Alejo Czerwonko, director del banco de inversión UBS, dijo que ni el más pesimista vio venir un resultado como el que ofrecieron las PASO. “Agarró a la comunidad inversora completamente desprevenida. Te resuelve un interrogante y te genera otros. El universo de preguntas que nos estamos haciendo ha cambiado de manera radical. Ahora todo el mundo está trabajando con la expectativa de que esto es un caso cerrado. La primera y principal pregunta es qué pretenden hacer Alberto Fernández y Cristina Kirchner en política económica”, indicó, en referencia a los lineamientos y los pilares de su plan, y los nombres que estarán a cargo de la ejecución.
“Sobre nada de esto hay claridad. Los últimos comentarios de Alberto Fernández tienen a la comunidad inversora muy nerviosa. No se toma lo que dijo al pie de la letra, pero queda el interrogante de cuánto de lo que dijo está dispuesto a hacer”, afirmó. El otro interrogante, dijo, es la transición: “Son cuatro meses largos”, concluyó.
La preocupación sobre la transición fue un tema recurrente. Otro ejecutivo de un fondo sugirió una anomalía solo posible en la Argentina: que Macri deje en los hechos la campaña y trabaje el resto de su mandato para entregar el gobierno lo mejor que pueda. “Me imagino que Alberto va a jugar con moderación. El que está más complicado es Macri, porque tiene tres meses más para gobernar. Llega, siempre y cuando haga mea culpa. Tiene que estar en un modo más de transición que de campaña”, indicó.