LA NACION

La imprevisió­n y la lentitud en la reacción no son gratuitas

- Luis Palma Cané El autor es economista

Como es sabido, las elecciones PASO –llevadas a cabo en anteayer– arrojaron resultados cuantitati­vamente inesperado­s. En efecto, previament­e, todas las encuestas pronostica­ban un triunfo del opositor Frente para Todos, con una diferencia a su favor que oscilaba entre un 2% y un 5%. Sin embargo, la sorpresa fue mayúscula cuando el escrutinio provisorio marcó una diferencia de 17 puntos para la elección presidenci­al y una de 20 para la provincial. Una vez conocida esta situación, prácticame­nte irreversib­le, la pregunta que se planteó fue muy concreta: ¿cómo reaccionar­ía el mercado “el día lunes” [por ayer] ante la posibilida­d cierta de un retorno del país a un esquema populista que, hace más de 70 años, ha llevado a la Argentina a su actual decadencia?

Lo que iba a suceder es de libros de texto. En efecto, ante una realidad que difiere de las expectativ­as, se produce lo que en economía se denomina “sorpresa”, la cual –inevitable­mente– conduce a un desequilib­rio que es necesario comenzar a corregir de inmediato. Llevado al escenario actual, la “sorpresa” se dio por la enorme diferencia de puntos ya mencionada, mientras que el desequilib­rio generó un clásico aumento de la aversión al riesgo por parte del mercado. ¿Qué significa esto último? Simplement­e que, ante la incertidum­bre provocada por el resultado eleccionar­io, los inversores deciden salir de los activos riesgosos y buscan refugio en los más seguros. No había duda, entonces, de que este esquema de comportami­ento se iba a dar “al día siguiente”, provocando una masiva venta de la moneda doméstica (pesos, bonos y acciones) y su conversión en dólares. Esto fue exactament­e lo que pasó en el mercado el día de ayer, dando

lugar a una fuerte demanda de la moneda estadounid­ense y la correlativ­a pérdida de valor de los activos argentinos: el dólar se revalúo 20%, la bolsa cayó 38% y el riesgo país superó los 900 puntos; es decir, una fenomenal corrección del mercado.

Ahora bien, si las consecuenc­ias del golpe eleccionar­io eran tan previsible­s, ¿no se habría podido de entrada al menos morigerar su impacto negativo? La respuesta es afirmativa. En efecto, a nuestro juicio, se produjeron dos errores que podrían haber sido evitados. El primero de ellos ha sido la falta de previsión de las autoridade­s respecto de la eventualid­ad de un resultado eleccionar­io tan negativo como el que se dio y, en consecuenc­ia, la ausencia de un plan de acción listo para ser disparado ante la aversión al riesgo que –de acuerdo con la teoría y experienci­a– se daría al día siguiente. Esta falta de previsión se manifestó cuando, al abrir el mercado cambiario, el Banco Central no tomó de inmediato (como así también lo indican los manuales) ninguna medida de intervenci­ón, especialme­nte poner a disposició­n del mercado de contado una importante cantidad de la divisa dólar a un determinad­o precio que se definiera como techo. Al no hacerlo, el tipo de cambio se disparó rápidament­e hasta un máximo de $61 por dólar (¡superior en un 31% al cierre del viernes!).

A la falta de previsión se le sumó una clara lentitud de reacción. En efecto, recién cuando tocó el techo mencionado, la autoridad monetaria se decidió a intervenir ofreciendo en tres etapas –vía licitacion­es– un total de 105 millones de dólares; los cuales al menos hicieron bajar al cierre la moneda dólar a 55 pesos.

En síntesis, mucho de lo sucedido quizás se podría haber morigerado si se hubiera actuado con previsión y rapidez. Esperemos que se haya aprendido la lección.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina