La economía no le da tregua a Bolsonaro: está al borde de la recesión técnica
Los datos divulgados por el Índice de Actividad Económica, previos a los oficiales del Banco Central, apuntan a un segundo trimestre seguido de contracción; el gobierno apura medidas
RÍO DE JANEIRO.– Brasil está al borde de la recesión técnica. Según el Índice de Actividad Económica (IBC) divulgado ayer por el Banco Central, considerado la “previa” del desarrollo del producto bruto interno (PBI), la economía brasileña se redujo un 0,13% entre abril y junio, en comparación con los tres primeros meses del año, cuando ya se había registrado una contracción del 0,2% del PBI, según el Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE).
Los datos oficiales del IBGE sobre el segundo trimestre recién se conocerán el próximo 29, pero de confirmarse las estimaciones del Banco Central, la mayor economía sudamericana habrá entrado en una recesión técnica, es decir, dos trimestres seguidos de caída del PIB.
La mala noticia económica impactó tanto en la Bolsa de San Pablo como en la cotización del real. El Bovespa cayó 2% mientras que el dólar subió 1,1%, a 3,98 reales. El resultado de las elecciones primarias en la Argentina también contribuyó a un clima tenso en el mercado brasileño.
La constatación sería una pésima noticia para el equipo económico del presidente Jair Bolsonaro, liderado por su ministro neoliberal Paulo Guedes, que había prometido una fuerte recuperación del crecimiento.
Antes de la asunción de Bolsonaro, el 1° de enero, los analistas del mercado pronosticaban una expansión del PBI para este año de alrededor del 3%; ahora, las proyecciones apuntan a un 0,8%. Se trataría de un crecimiento aún menor al 1% que el país tuvo en cada uno de los dos años de gobierno completo de Michel Temer (2017-2018), que asumió tras el impeachment a Dilma Rousseff, en agosto de 2016.
Entonces, en medio de la crisis política y de las sorprendentes revelaciones de corrupción de la operación Lava Jato, Brasil atravesó la peor recesión de su historia (20152016), con una caída del 7% de su PBI en la suma de esos dos años.
La nueva administración de Bolsonaro ha puesto todas sus esperanzas en una ambiciosa reforma previsional para detener el creciente déficit fiscal y sentar las bases de un crecimiento sostenible; la enmienda constitucional para modificar el sistema de jubilaciones ya fue aprobada en la Cámara de Diputados –en una versión más blanda que la originalmente diseñada por Guedes– y se encuentra ahora en debate en el Senado, donde se espera que sea votada el próximo mes.
El proyecto de reforma previsional establece una edad mínima de jubilación de 65 años para los hombres y de 62 para las mujeres tanto en el sector público como en el privado. Además, para cobrar el beneficio en su totalidad, establece que deben haberse realizado aportes durante 40 años en el caso de los hombres y de 35 para las mujeres, aunque ya a partir de los 20 y 15 años de servicio, respectivamente, se podría cobrar una jubilación parcial.
Reforma tributaria
Esta semana, en tanto, se aguarda que el gobierno presente su propuesta de reforma tributaria, considerada otro pilar para generar confianza y atraer inversores.
Según datos del Banco Central, el segundo trimestre terminó junio marcado por la debilidad de los sectores de la industria y de los servicios; la producción industrial se retrajo un 0,6% en el mes y llevó a que la reducción en todo el trimestre fuese de 0,7%. En tanto, los servicios retrocedieron 1% en junio (el peor resultado para el mes en cuatro años) y un 0,6% para todo el trimestre.
Tras la caída de la actividad en los primeros tres meses del año, el gobierno anunció algunas medidas para inyectar más dinero en la economía, como la liberación parcial de recursos del Fondo de Garantía por Tiempo de Servicio (FGTS), una suerte de seguro de desempleo conformado por aportes de los empleados que solo podían ser retirados hasta ahora en caso de despidos injustificados.
Aunque todavía está a un nivel muy alto, el desempleo, que afecta a 12,8 millones de personas (28,4 millones es el total de brasileños en condiciones de subempleo), la tasa de desocupación bajó de 12,7% en el primer trimestre a 12% en el segundo, según los últimos datos del IBGE.