LA NACION

Uruguay: buscan a un instructor de parapente que cayó al mar

Leandro Ramos hacía un vuelo con una turista; hubo una explosión en el motor y ambos se precipitar­on al agua

- Nelson Fernández CORRESPONS­AL EN URUGUAY

MONTEVIDEO.– Equipos de rescate buscan al instructor argentino de parapente que cayó en las aguas de La Pedrera mientras realizaba un vuelo turístico con una residente del balneario, que logró salvarse de la caída.

Leandro Ramos había llegado a Uruguay hace algunas semanas como punto de partida para un recorrido por Sudamérica, pero se sintió “enamorado” del coqueto balneario del Este, y decidió quedarse hasta fin de año. En esta playa del departamen­to de Rocha, a 230 kilómetros de Montevideo y a 116 kilómetros de Punta del Este, vivía de “hacer volar” a la gente.

Anteayer, mientras la atención en la Argentina estaba centrada en las PASO, Leandro Ramos tenía varios interesado­s en recorrer La Pedrera desde el cielo. Cuando una turista montevidea­na estaba a punto de subirse al parapente, Cecilia Corso pidió permiso para ocupar su lugar y a los 56 años, cumplir un sueño.

Sobre las cuatro de la tarde, el parapente recorría la zona cuando “una explosión de motor” sorprendió a la gente del lugar, según contó a la nacion Adriana Monzeglio, una operadora turística local, que se puso a filmar el accidente.

“Mientras filmaba me puse a llamar al jefe de policía, a la jefatura de bomberos, pero creí que se habían salvado, porque vi que flotaban un casco negro y uno rojo, por lo que estaba convencida de que habían salido nadando, pero no había salido él: pensé que era una anécdota, pero era una tragedia”, dijo Monzeglio.

Monzeglio ya tenía cinco vuelcos filmados de Leandro Ramos: “Les hacía una pirueta a los que viajaban con él, a mí me asustaba un poco, pero él lo hacía muy bien”.

Admitió, además, que cuando sintió la “explosión en el aire” se puso a filmar con su teléfono celular, vio que el parapente “apenas planeaba y luego caía como en tirabuzón sin motor” en las aguas del mar.

Los testigos del accidente creyeron que ambos se habían salvado, pero en realidad el casco que veían flotar en el agua no tenía a Leandro Ramos debajo.

Cecilia Corso contó que el instructor “se quitó el casco”. “Lo tiró para tener más libertad de movimiento y trató de desatar a la pasajera, para que pudiera hacer la plancha”, amplió al describir la situación. Adriana Monzeglio se angustió al explicar que “lo que él intentó, fue salvar a ella”, y destacó que Leandro Ramos tuvo “solidarida­d hasta en el momento más crítico”.

Cecilia Corso hizo la plancha, logró nadar y esperó el rescate; luego la trasladaro­n hasta el centro de salud local. Ayer seguía la búsqueda de Leandro Ramos y hasta el lugar del siniestro había llegado una hermana suya que vive en Montevideo.

Leandro Ramos se estaba alojando en el local de El Barba y le había gustado mucho el sitio como para quedarse más tiempo del inicialmen­te pensado. Adriana Monzeglio, desde el mismo sitio donde se realizaba la búsqueda, manifestó ayer al periodismo: “Llegó hace unas tres semanas a mi casa a presentars­e y luego de decirme su nombre y contarme el motivo de su viaje, me dijo: ‘La quiero invitar a volar’”.

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CAPTURA DE TV Leandro Ramos, el instructor desapareci­do

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