La CGT exige reabrir las paritarias por la devaluación
Los gremios reaccionaron tras la incertidumbre económica y piden una mejora salarial; negociarán el sueldo básico a fin de este mes
Lo que se presumía antes del domingo como una reunión burocrática de la CGT para evaluar el resultado electoral de las PASO se convirtió ayer en una catarsis colectiva, con reclamos de reapertura de las paritarias tras la devaluación del peso y la sugerencia de los sindicalistas al presidente Mauricio Macri de que asimile el veredicto de las urnas.
“Queremos urgente rediscutir las negociaciones salariales: el poder adquisitivo se volvió a alterar en estos dos días. No tienen nada que ver ya las paritarias que firmamos”, dijo Carlos Acuña, uno de los dos jefes de la CGT, antes de ingresar a la sede de UPCN, donde se reunió la cúpula de la central obrera. Además, pedirán un aumento de emergencia para jubilaciones y planes sociales.
Con las paritarias selladas casi en plenitud entre el 23% y el 30% de aumento anual, los gremios pretenden reabrir la discusión salarial a partir de los cimbronazos económicos poselectorales. Si bien es una pulseada que se dará sector por sector, la CGT está dispuesta a presionar para que ese debate se concrete de manera generalizada.
“Estamos confundidos y alterados, no queremos que siga cayendo el poder adquisitivo del salario ni que suba la inflación. Queremos que se gobierne con más responsabilidad y no estar en campaña permanente. Necesitamos medidas anticíclicas, que los platos rotos no los paguen los trabajadores”, señaló a la nacion Gerardo Martínez, jefe de los albañiles de la Uocra y dirigente de buen vínculo con el oficialismo.
La CGT no prevé activar una protesta y buscará diferenciarse de los gremios más combativos, que comulgan con el moyanismo. Primarán la moderación y la postura de garantizar la gobernabilidad. Para los gremialistas, el de Macri es un gobierno en retirada. Tal vez unifiquen su descontento en un documento, aunque ahora la prioridad, según dijo un jerárquico de la central, será hacer entender al Gobierno que es necesario lograr un escenario de estabilidad económica.
“No está en riesgo la gobernabilidad, nadie quiere que se caiga el Gobierno. Estamos dispuestos a colaborar”, remarcó Acuña. Y añadió: “Macri no va a cambiar, él dice que vamos bien. La gente no quiere estar en esta situación. Lo veo como un empresario caprichoso”.
El Gobierno convocará en los próximos días a empresarios y a los representantes de la CGT y de la CTA para negociar la suba del salario mínimo, vital y móvil, que es hoy de $12.500. La citación al Consejo del Salario se concretaría la última semana del mes. El ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, preveía antes de las elecciones un aumento del sueldo básico en línea con lo que cerraron las paritarias del sector público y privado. Ahora, su idea original de un alza entre el 23 y el 30% podría ser revisada.
En la CGT no descartan retomar el diálogo con las autoridades del Fondo Monetario Internacional (FMI). Hay sindicalistas que creen que la intervención del organismo de crédito ayudaría a lograr estabilidad. Otro dirigente sugirió reunirse con Miguel Ángel Pichetto para dar certezas de que sus reclamos lleguen a oídos del Presidente.