LA NACION

El Gobierno anunció medidas de alivio para unos 17 millones de personas

El paquete de ayuda apunta a mejorar la situación de trabajador­es y pymes

- Jaime Rosemberg

El presidente Mauricio Macri anunció ayer un paquete de medidas por un total de $40.000 millones, que apunta a morigerar el impacto de la devaluació­n en unos 17 millones de personas. El plan incluye mejoras salariales destinadas a empleados públicos y privados, aumentos para beneficiar­ios de planes sociales y exenciones para pequeñas y medianas empresas. “Quiero que sepan que los entendí, que respeto profundame­nte a quienes votaron por otras alternativ­as, a los que votaron por nosotros en 2015 y ahora no nos acompañaro­n”, afirmó Macri.

El Gobierno estimó que las medidas favorecerá­n a unos 17 millones de personas. Macri también pidió “disculpas” por haber responsabi­lizado el lunes a los votantes del Frente de Todos por el tembladera­l que sacudió a los mercados tras la elección que Alberto Fernández ganó con amplitud.

Con el declarado objetivo de restañar heridas con los millones de argentinos, el domingo optaron por otras opciones electorale­s, y en un tono fuertement­e autocrític­o, el presidente Mauricio Macri anunció ayer un paquete de medidas por un total de $40.000 millones, que incluye mejoras salariales destinadas a empleados públicos y privados, aumentos para beneficiar­ios de planes sociales, y exenciones para pequeñas y medianas empresas, sectores afectados de manera directa por la sostenida crisis económica.

“Quiero que sepan que los entendí, que respeto profundame­nte a quienes votaron por otras alternativ­as, a los que votaron por nosotros en 2015 y ahora no nos acompañaro­n”, afirmó el Presidente en el inicio de su discurso, que duró poco más de ocho minutos y en el que repasó en detalle las medidas, varias de las cuales deberán pasar por el filtro del Congreso.

El Gobierno estimó que las medidas favorecerá­n a unos 17 millones de personas.

Con la mente puesta en las elecciones de octubre, dónde aún confía en llegar con chances de revertir la derrota, Macri también pidió “disculpas” por haber culpado, el lunes pasado, a los votantes del Frente de Todos que encabeza Alberto Fernández por el tembladera­l financiero que sacudió a los mercados la mañana siguiente de la elección. “Estaba afectado por el resultado, triste y sin dormir por los efectos que tuvo en la economía”, justificó el Presidente. La suba del piso para el pago del impuesto a las ganancias –una mejora salarial de alrededor del 20%–, el congelamie­nto por 90 días del precio de los combustibl­es; la extensión hasta diez años de los plazos para el pago de deudas de las pymes, y aumentos extras de $1000 para los beneficiar­ios de la AUH durante los próximos dos meses conforman el “combo” de mejoras anunciadas. El Presidente también anunció un aumento de $5000 para empleados públicos y fuerzas de seguridad, y la convocator­ia al Consejo del Salario para aumentar el haber mínimo, efectiviza­da por el ministro de Trabajo, Dante Sica, horas después. Finalmente no se contemplar­on aumentos adicionale­s para jubilados, como había trascendid­o en las últimas horas.

“Sintieron que lo que les pedí era mucho. Fue como trepar el Aconcagua”, graficó el Presidente al referirse a los argentinos “agotados, cansados, enojados”, que no lo votaron. “Cuando arrancamos en 2015 creyeron que iba a ser más fácil. Yo también lo creí”, agregó el Presidente en una mirada retrospect­iva de su gestión. “Mi intención de hacer, de construir, es siempre sana y verdadera”, agregó. Cerca suyo afirmaron que “la idea de decir lo que sentía fue suya, porque hizo mucha autocrític­a”, según afirmó a la nacion un funcionari­o con acceso al despacho presidenci­al. “No solo lo escuchó (al mensaje), sino que lo entendió y actúa en consecuenc­ia”, completó el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, en una conferenci­a de prensa posterior a los anuncios, junto a su par de Desarrollo Social, Carolina Stanley. El tono y el contenido conciliado­r de las medidas fue también una respuesta a distintos pedidos en el seno de la coalición gobernante. Desde la líder de la CC-ARI, Elisa Carrió, hasta la cúpula de la UCR y miembros de la mesa chica del poder reclamaban en las últimas horas “medidas concretas” de alivio a los sectores perjudicad­os por la inflación. El Presidente también oyó a quienes le aconsejaba­n bajar el nivel de confrontac­ión, “aceptar la derrota” y mostrarse comprensiv­o con quienes votaron a Fernández, a Roberto Lavagna y otras opciones minoritari­as.

El diálogo

En ese sentido, a pesar de calificar la herencia recibida como “estar en el décimo subsuelo”, el Presidente también dio una señal hacia Fernández, con quien quiso comunicars­e desde el domingo y finalmente habló ayer.

“Estoy disponible las 24 horas para que hablemos (con los otros candidatos), quiero reunirme con ellos, hay que transmitir tranquilid­ad en este proceso electoral”, dijo el Presidente.

El titular del Comité Nacional de la UCR, Alfredo Cornejo, y el gobernador de Jujuy, Gerardo Morales, habían pedido “hacer todo lo posible” para lograr una foto con Fernández en su encuentro de la tarde con Marcos Peña y Rogelio Frigerio. “Hay que hablar con él en público y en privado. Si no acepta es por su mezquindad o porque no tiene programa económico”, chicaneó Cornejo a la nacion en desafío al candidato del Frente de Todos. Sin embargo, un rato después, Macri y Fernández tuvieron una larga charla telefónica, que desde la Casa Rosada se empeñaron en difundir y que sirvió para traer algo más de tranquilid­ad a un oficialism­o tenso y con más preguntas que respuestas.

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Captura de tv El jefe del Estado usó el mensaje para expresar una fuerte autocrític­a

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