Rehén de AA
El viernes 6 fui rehén de uno de los cada vez más frecuentes paros del personal de Aerolíneas Argentinas. Esta situación me llevó a reflexionar sobre describir lo que creo es una foto de lo que se viene políticamente
nuestro país. Los empleados de AA tienen su trabajo y cobran su sueldo gracias: 1) a los subsidios (fruto de lo recaudado por el pago de impuestos de los contribuyentes) para paliar el déficit de la compañía, el cual, si bien se ha reducido en la era Macri, sigue existiendo a razón aproximada de un millón de dólares diarios, y 2) a los que confiamos en AA como empresa, pagamos sus pasajes, volamos con ella, es decir, a sus clientes. Que los empleados de AA consideren que la forma de reclamar por lo que creen tener derecho es agredir a sus pasajeros, que, reitero, colaboramos indirecta y directamente con que ellos tengan trabajo, demuestra lo que el discurso del enfrentamiento provoca. El pensar la economía como un juego de suma cero, que lo que a uno le falta es porque otro se lo quitó, es irracional. Ese discurso confrontativo, que ha sido la columna vertebral del gobierno anterior y que será a todas luces la del casi futuro gobierno, es destructivo para el futuro del país. Y lo que es peor, extender ese razonamiento al resto de nuestras vidas, excluyendo lo económico, es lo que genera la famosa grieta. Enfrentar a los argentinos no ha sido ni será una forma conducente de construir futuro. Servirá acaso para generar poder político, pero destruye la convivencia. Quienes votan por la fórmula FF están votando por esto.
Oscar Scheinfeld
DNI 14.055.499