Gallardo: del elogio al básquet al llamado de Maradona
“La selección nos ha dado muchas enseñanzas”, dijo el DT de River
Marcelo Gallardo brilló con la camiseta número 10 y hoy se destaca en el banco de suplentes como entrenador de river. Pero, aunque su vida siempre estará ligada al mundo del fútbol, también disfruta de otros deportes: cada vez que puede, se toma su tiempo para jugar al golf, al tenis o al ping pong, entre otros. Siempre competitivo, se siente representado con las enseñanzas que la selección argentina de básquetbol viene dejando desde hace años y que hoy volvieron a impactar con la actuación en el Mundial de China.
“En general, cuando hay un deporte con la camiseta argentina, más una energía que generan los deportistas, los argentinos se ponen detrás porque eso nos representa. Y el básquet ya nos ha dado muchísimas enseñanzas de cómo se pueden dar las cosas trabajando en equipo pese a jugar contra potencias con muchísimas diferencias. El deportista argentino demuestra que se sobrepone a todo, busca la evolución permanente y es competitivo con los primeros niveles mundiales”, comentó Gallardo, y luego profundizó su análisis.
“Fue tan bueno el legado que dejaron los que ya no están en el básquet, que esa energía sigue vigente y las camadas que siguen aprovechan eso. También hay una organización y ahí está el éxito de seguir sosteniéndose y no confundirse con el logro conseguido. A mí me pone muy contento porque me representa”, agregó el técnico de river acerca de la actuación de la Argentina.
Por otro lado, luego de un fin de semana sin acción en la Superliga por la fecha FIFA, el entrenador fue consultado por primera vez sobre el regreso de Diego Maradona al fútbol argentino y contó algunos detalles de qué le dirá cuando deban enfrentarse el sábado 28 de septiembre en La Plata por la octava fecha de la Superliga.
“Lo que despierta Maradona es algo increíble, que no deja de sorprender. Es un ícono mundial, ha marcado una era. Todos los que amamos este deporte nos sentimos identificados con lo que él nos ha dado como futbolista. Y se ha visto lo que genera que hoy esté nuevamente en el ruedo en el fútbol argentino. En unas semanas lo volveré a ver y le daré un abrazo y le desearé que esté con salud, que es lo más importante para desarrollar su actividad y que le pueda dar lo mejor a sus jugadores y a la gente de Gimnasia”, comentó.
El duelo frente al Lobo se dará tan solo cuatro días antes del martes 1° de octubre, fecha del primer superclásico ante Boca por las semifinales de la Copa Libertadores. Pero el entrenador de river cree que no será tema de conversación con Diego. “Son dos cosas distintas. Sabemos la camiseta que él siente, pero en este caso quedará ajeno, porque está en Gimnasia y se tiene que meter de lleno ahí. Eso más allá de la camiseta que nos tiene enfrentados, me parece que no tiene nada que ver”, agregó el Muñeco.
River tendrá cuatro partidos antes del superclásico del 1° de octubre por la primera semifinal: el sábado visitará a Huracán, el miércoles 18 jugará con Godoy Cruz por la Copa Argentina, el domingo 22 recibirá a Vélez y el sábado 28 jugará con Gimnasia, en el Bosque.
Y revivió una anécdota de sus inicios como futbolista de la selección, que tuvo a Maradona como protagonista. El 30 de junio de 1995, en la inauguración del estadio Centenario de Quilmes, la Argentina que dirigía Daniel Passarella venció 2-0 a Australia y Gallardo fue titular con la 10, pero falló un penal y la gente lo reprobó con silbidos. Aquella noche, según contó en el libro “Gallardo Monumental” de Diego Borinsky, rompió en llanto de la impotencia, pero un llamado de Diego le trajo calma.
“Diego tiene esas cosas, siempre está pendiente. Yo estaba jugando en la selección, se hablaba de que era el posible sucesor de la 10, en una época difícil como la post Maradona. Y yo jugaba como jugaba en el potrero de mi barrio, asumí todo con esa naturalidad. Hasta que erré un penal y sentí que todo se transformaba en algo más pesado, como la reprobación de la gente. Me llamó por teléfono, para darme ánimo. Me dijo le diera para delante, que tenía mucha confianza en mí. No tenía por qué hacerlo y lo hizo”, recordó.