Estrechan el cerco sobre Guaidó por fotos con narcoparamilitares
La Fiscalía General le abrió una investigación a raíz de unas imágenes de febrero en las que aparece con integrantes de un grupo colombiano; el líder opositor negó tener vínculos
CARACAS.– Luego de la publicación de unas polémicas fotos –que datan de febrero pasado– en las que se ve a Juan Guaidó junto a integrantes de un grupo narcoparamilitar colombiano, la Fiscalía General de Venezuela abrió ayer una investigación contra el líder opositor, la quinta en siete meses.
El fiscal general venezolano, Tarek William Saab, anunció que iniciará el proceso contra Guaidó por su presunta relación con Los Rastrojos, a raíz de las fotos en las que aparece junto a dos miembros de esa organización.
Saab afirmó que es “impensable” suponer que las imágenes se tratan de “una simple foto de unos fans enamorados que quisieron tirarse una foto en la frontera con este sujeto”, y sostuvo que las evidencias confirman la hipótesis de que Guaidó y su entorno “mantienen relación con estos grupos criminales”.
El fiscal general, un exmilitante del partido oficialista, se preguntó si el gobierno del presidente colombiano, Iván Duque, sabía que los miembros de Los Rastrojos iban a ser “las guardias de honor” de Guaidó para entrar a Colombia, y agregó que “podemos suponer que sí lo sabían”. Además, reveló que en marzo fue capturado en el centro del país un miembro de Los Rastrojos gracias a la delación que hizo el jefe de despacho de Guaidó, Roberto Marrero, quien fue detenido ese mes.
Guaidó rompió ayer el silencio que había mantenido tras la difusión de las fotos junto a los jefes del grupo delictivo Albeiro Lobo Quintero, alias Brother, y Jhon Jairo Durán, alias Menor, y dijo en una entrevista con la emisora colombiana Blu Radio que en el momento del cruce a Colombia “era difícil saber quién [le] pedía fotos”.
El jefe de la Asamblea Nacional expresó que durante la travesía que hizo de Venezuela a Colombia, en la que debió sortear varios bloqueos de vías para acudir a un concierto benéfico el 22 de febrero en Cúcuta, se tomó muchas fotos. También acusó a Nicolás Maduro de usar esas imágenes para “distraer la atención de lo central”, en referencia a la crisis política y económica, y señaló a las autoridades de ser “cómplices” y “amparar” a grupos irregulares colombianos.
Guaidó instó al gobierno de Maduro a que detenga y entregue a los líderes disidentes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) Jesús Santrich e Iván Márquez, y agregó que los “protegen y los tienen” en Venezuela.
Por su parte, Duque sostuvo que “Guaidó es un héroe, es un defensor de la democracia, un hombre que tuvo la valentía y la entereza de enfrentar a un dictador”, y que por ello las explicaciones que dio sobre las fotos le parecen “satisfactorias”.
El anuncio del proceso se da poco después de que el ministro de Relaciones Interiores venezolano, mayor general Néstor Reverol, dijera que el gobierno remitiría al Ministerio Público una serie de evidencias para procesar al opositor, al que acusó de tener “vinculación directa” con Los Rastrojos, señalados de participar en actividades de narcotráfico, contrabando de combustible, asesinatos y reclutamiento de menores.
Reverol afirmó que Guaidó “fue custodiado por estas organizaciones narcoparamilitares colombianas” en febrero en su paso por la frontera y mostró algunas fotos del opositor junto a los supuestos integrantes del grupo.
El comandante de las fuerzas militares de Colombia, general Luis Navarro, confirmó ayer las identidades de Durán y Lobo Quintero, y dijo que el último se entregó a las autoridades colombianas. Al ser consultado sobre si Los Rastrojos custodiaron a Guaidó, el jefe militar expresó a una emisora colombiana: “No tengo conocimiento al respecto”.
La difusión de las fotos se produjo menos de una semana después de que Saab anunciara la apertura de otro proceso judicial contra Guaidó por supuestas negociaciones ilegales que habría seguido para la entrega del Esequibo, una zona que Venezuela y Guyana se disputan desde hace varias décadas.
El político, de 36 años, enfrenta otras investigaciones por las protestas de inicios de año, los apagones de marzo y las donaciones que entregaron algunos países para atender la crisis humanitaria venezolana.