Un cohete que subey rompe los registros de precocidad
A los 15 años y 7 meses ganó su primer título WTA; en la temporada ya subió 614 puestos
El tenis femenino halló, en Coco Gauff, un diamante en bruto. Con las hermanas Williams en retirada y un puñado de inestables pretendientes a la cima del ranking (Naomi Osaka, Ashleigh Barty, Karolina Pliskova y Simona Halep, entre otras), la estadounidense de apenas 15 años y siete meses es una generadora constante de atracciones y fuegos artificiales, que amenaza con dominar en el futuro. Sumamente popular desde que en el último torneo de Wimbledon –al que entró luego de superar la clasificación– eliminó a Venus Williams y empezó a llamar la atención por su imponente talento y precocidad (sus partidos fueron todo un éxito de rating en la cadena BBC), Gauff continúa dando pasos gigantes. Conquistó su primer título de la WTA, en Linz (sobre superficie dura, bajo techo), al vencer a la letona y ex campeona de Roland Garros, Jelena Ostapenko, por 6-3, 1-6 y 6-2, en 1h39m.
“Ha sido una semana increíble. Recordaré este día por el resto de mi vida”, sonrió la morena, encumbrada como la campeona más joven de un torneo de la WTA desde la checa Nicole Vaidisova, que triunfó con 15 años y unos pocos meses en Vancouver y Tashkent, en 2004. No es para menos: después de entrar en el certamen austríaco como lucky loser (había perdido en la ronda final de la clasificación), fue superando escollos, dejando atrás a la suiza Stefanie Voegele (29 años; 132º), a la ucraniana Kateryna Kozlova (25; 83º), a la holandesa Kiki Bertens (27; 8º) y a la alemana Andrea Petkovic (32; 75º y ex 9º). No solo ello: Gauff, una anticipada, es una de las nueve tenistas en la Era Abierta (a partir de 1968) en levantar su primer trofeo siendo tan joven: Tracy Austin, la ganadora más precoz, obtuvo Portland en 1977 con 14 años y 28 días. Ese grupito de elite lo integra Gabriela Sabatini, vencedora en Tokio 1985, con tan solo 15 años y cinco meses.
Gauff, quien pide que la llamen Coco y no Cori, su nombre verdadero (la marca de indumentaria que la patrocina diseñó una remeta con la frase ‘Call me Coco’ estampada en
el pecho), comenzó el año siendo la 685º del mundo. ¿Hasta dónde saltará luego de obtener su primer título? Hasta el escalón 71º; un infierno. “Tienes un brillante futuro”, la elogió Ostapenko (actual 72º; ex 5º), quien no suele regalar alabanzas y no oculta su malestar en la red cada vez que tiene que saludar a una rival que la vence. “Esto definitivamente no estaba en el calendario a principios de año, porque no pensé que tendría la oportunidad de entrar, y ahora soy la campeona. Cuando entré, mi padre me dijo antes del primer partido del cuadro principal: ‘¡No puedes perder
dos veces en el mismo torneo!’. Estoy seguro de que nunca pensó que llegaría tan lejos, ¡pero creo que tenía razón!”, sonrió la jugadora que ya es representada por Team 8, la agencia que encabeza Roger Federer.
Es fuerte y fibrosa, es ágil y atlética. Mide 1,76 metro, es diestra y ejecuta el revés con dos manos. Tiene un saque verdaderamente poderoso que hace daño en sus rivales: en Wimbledon, por ejemplo, llegó a servir a 189 km/h. Respira deportes. Es hija de Corey, un ex jugador de basquetbol de la universidad de Georgia, y de Candi, una ex atleta de la universidad de Florida. Tiene dos hermanos menores, Codey y Cameron (todos los integrantes de su familia tienen nombres que comienzan con la letra “c”). Vive en la Florida, pero vuela varias veces al año a Francia para trabajar en la academia de Patrick Mouratoglou, el entrenador de Serena Williams. Al margen de su explosión, muchos piden que su entorno la cuide, que no la haga jugar en exceso ya que no deja de ser una chica de apenas 15 años.
El torneo de Linz, de categoría WTA Internacional, entregó
250.000 euros en premios, de los cuales 34.677 billetes fueron para la campeona (la finalista embolsó
17.258 euros). Nacida en Atlanta, radicada en Delray Beach, Gauff ya tiene planes para gastar algunos de sus billetes que le dejó su primer título de singles. “Sé que se acerca Halloween, y es una de mis épocas favoritas del año, así que supongo que derrocharé un poco en mi disfraz y me aseguraré de que sea correcto”, contó, radiante, la princesa de ébano que conquista al mundo con una raqueta.