Dos juicios en una semana vinculados con la banda de Los Monos
Uno, contra la expareja del Pájaro Cantero; el otro, contra su cuñado
Dos juicios vinculados con la banda de Los Monos comenzarán la próxima semana ante la Justicia Federal de Rosario. El lunes 21 se ventilará un proceso que tiene entre sus acusados a Lorena Verdún, que fue pareja del primer líder de la organización, Claudio “Pájaro” Cantero. Dos días después será el turno de su cuñado, Ariel “Guille” Cantero, a quien se le imputa haber dirigido un secuestro extorsivo desde la cárcel de Coronda.
Según informó el sitio www. fiscales.gob.ar, Verdún llega al debate junto a Celso Fernández y Dora Insaurralde; se les atribuye el delito de comercio estupefacientes. Se los vincula al secuestro de cocaína y casi un kilo y medio de marihuana en domicilios de la calle Caupolicán y Pasaje al 500, en noviembre de 2010. Hay un cuarto imputado que hasta el momento no pudo ser detenido.
Se prevé que el debate tendrá cinco audiencias y que declararán 26 testigos. El fiscal general Fernando Arrigo tendrá a su cargo la acusación ante el tribunal unipersonal de la jueza Beatriz Caballero de Barabani.
En tanto, el Tribunal Oral Federal Nº 3 de Rosario fijó audiencias para el 23 y 24 de este mes en la causa por secuestro extorsivo agravado en la que está acusado Guille Cantero.
Consta en el requerimiento de elevación a juicio formulado en marzo pasado por la fiscal Adriana Saccone y el titular de la Unidad Fiscal Especializada en Secuestros Extorsivos (Ufese), Santiago Marquevich, que el 9 de septiembre de 2017 un joven fue secuestrado en Bulevar Seguí y Espinillo por dos sujetos armados que lo metieron dentro de un auto y le cubrieron la cabeza. Lo llevaron hasta un galpón, pero una vez en el lugar los captores admitieron que se habían “confundido feo”.
Según la pesquisa, Cantero organizó el secuestro extorsivo y digitó en tiempo real los movimientos de sus colaboradores, a quienes constantemente les señaló los pasos a seguir desde su celda. Caídos en la cuenta del error en cuanto a la identidad de la víctima, Cantero les comunicó a sus cómplices la intención de sacar provecho de la privación de la libertad de la víctima errada; si bien no lograron concretar un rescate por la liberación, al menos querían exigirle al padre del cautivo “dos kilos de asado”.
A Cantero se le atribuye tanto haber señalado a quién secuestrar como haber dado la orden de liberación de la víctima.