Se escapó antes del juicio y, si no lo hallan, el viernes prescribirá el caso
Miguel Alejandro Cofiño está acusado de haber ejercido violencia de género contra su expareja; su abogado admite que perdió todo contacto con él
Miguel Alejandro Cofiño y Delfina Eceiza eran novios. Oriundos del partido bonaerense de Florentino Ameghino, se mudaron a Junín, donde ella comenzó a estudiar la carrera de Trabajo Social. Entre 2015 y parte de 2016, la joven, que ahora tiene 24 años, vivió una pesadilla: casi dos años en los que fue víctima de violencia física y psicológica. Él, de 25, según un expediente judicial, le pegaba trompadas y patadas y la tomaba del cuello. También la insultaba y la trataba de “inútil, puta y atorranta”.
El padre de ella lo denunció y el 13 de septiembre pasado comenzó el juicio contra Cofiño, acusado de lesiones calificadas por el vínculo, con una pena máxima de dos años.
En el inicio del debate estaban todos: la víctima, el imputado, los testigos. Pero Cofiño decidió cambiar el defensor oficial que tenía por uno particular, Mauricio Muñoz. El debate se suspendió por tres días, plazo que tenía el abogado para aceptar o rechazar la designación.
Dijo que sí y se fijó una nueva fecha para el juicio: el 4 de este mes. Cuando la policía fue a notificarle la novedad, Cofiño ya se había fugado. El juez de Junín Jorge Cóppola ordenó la “inmediata captura nacional y detención” de Cofiño. Si no es detenido antes de este viernes, la causa prescribirá y el caso quedará impune.
“No se sabe nada de él. Está fugado. La familia alega que se fue a San Luis a hacer unas changas [sic], pero no sabe a qué lugar”, dijo el ayudante fiscal de Ameghino, Eduardo Maffía. Según fuentes judiciales, Muñoz afirmó que perdió todo contacto con su defendido.
Sometimiento
Cuando iban por la calle, Cofiño no dejaba a Eceiza levantar la vista; quería evitar que mirara a otros hombres. Tampoco la dejaba ir sola a hacer las compras porque creía que se iba a encontrar con otras personas. Además, la obligaba a mostrarle todos los mensajes que le llegaban al teléfono celular. Incluso le decía cómo tenía que vestirse.
Delfina nunca se animó a hacer la denuncia. Pero su padre sí. En julio de 2015, Héctor Eceiza se presentó en el Juzgado de Paz de Ameghino y denunció que Cofiño le había pegado una trompada en la cara a su hija y le había dejado un hematoma.
Fue el inicio de una causa que quedó a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) Nº 6 de Junín, a cargo de María Fernanda Sánchez. La jueza de Paz de Ameghino le prohibió a Cofiño acercarse a su novia.
Una vez que las medidas cautelares vencieron, el acusado y la víctima se reconciliaron hasta diciembre de 2016, cuando Delfina decidió dar por terminada la relación porque la violencia, según fuentes judiciales, había aumentado. La pareja tiene un hijo de 3 años. En agosto pasado, ella denunció a Cofiño por abuso sexual, hecho que investiga la fiscal de Junín Paola Luján.
“La denuncia versa sobre gravísimas situaciones de abuso sexual que él habría cometido en contra de ella durante gran parte de su relación, incluso cuando ella estaba embarazada del hijo que tienen en común, un niño de tres años”, explicó una fuente judicial.
Quienes estén en condiciones de aportar datos sobre el paradero de Cofiño pueden presentarte en la comisaría más cercana o comunicarse con la Ayudantía Fiscal de Ameghino –(03388) 470216– o la UFI Nº 6 de Junín: (02364) 434130 interno 145.