Una nueva filtración de datos financieros sacude al Vaticano
Quedó en la mira judicial el fondo de beneficencia
ROMA (De nuestra corresponsal).– A días de la intempestiva salida del responsable de la seguridad del Papa, Domenico Giani, por la filtración de un documento confidencial interno relacionado con un nuevo escándalo financiero que se está investigando, ayer ocurrió una filtración aún mayor y de repercusiones devastadoras.
El semanario L’Espresso obtuvo las 16 páginas del sumario secreto que la magistratura vaticana produjo para realizar el 1º de octubre pasado un inédito allanamiento en las oficinas de la Secretaría de Estado, el ombligo del poder de la administración central del Vaticano.
Los fiscales del Vaticano, que investigan operaciones financieras irregulares realizadas justamente por este dicasterio clave, al margen de dar cuenta de detalles sobre un millonario negocio inmobiliario más que opaco en Londres, habrían descubierto algo aún más escandaloso: que la Secretaría de Estado maneja de manera turbia fondos del Óbolo de San Pedro –el dinero que llega en beneficencia, en teoría destinado a obras de caridad–, por una suma de nada menos que 650 millones de dólares.
“Analizando los documentos es evidente que la Santa Sede se encuentra frente a un escándalo que tiene pocos precedentes en la historia reciente”, escribió Emiliano Fittipaldi, el periodista que destapó el caso.