Los gritos del ídolo y el debutante, en la goleada de Lanús

2 talleres 4 Lanús

Alexandro Ezequiel Bernabei tiene

19 años, es zurdo y solía ser lateral por el sector izquierdo. Con el tiempo, pateó hacia adelante. Primero, como volante, un incansable ida y vuelta, con la doble función de la marca y la proyección. Tiempo después, un atrevido, se instaló como una suerte de clásico puntero, siempre por ese mismo sector. No es alto: mide 1,69m. Es hábil, punzante. Nació en Santa Fe, exactamente en el departamento de Correa.

José Gustavo Sand tiene 39 años,

20 más que su joven compañero de ataque. Nació en Bella Vista, Corrientes, es un número 9 furioso, letal en el área y disfrazado de enganche en tiempos recientes. Máximo goleador de la historia de Lanús, el último gran ídolo. Se consagró campeón en el Apertura 2007, el campeonato de primera división

2016, la Copa del Bicentenario y la Supercopa Argentina 2016.

Fue, además, el goleador de la Copa Libertadores 2017 con 11 tantos: el más veterano (37 años y 135 días) en conseguir ese hito en la historia de la competencia. Sigue jugando, con el entusiasmo de un pequeño que recién empieza.

Con ellos, con el resto, Lanús escapa de la zona comprometida de los promedios y se acomoda cerca de la cúspide de la Superliga. Está a dos unidades de Boca y Argentinos, los punteros. Una grata revelación, mezclada en un partidazo: un 4-2 sobre Talleres, en Córdoba.

Marcelino Moreno se cayó en el área al minuto y 48 segundos, por una –supuesta– infracción de Méndez. El penal fue convertido por Pepe, que alcanzó los 119 goles en Lanús o... 121, según las estadísticas del equipo granate. Al rato, Bernabei, el chico que debuta como titular, captura una asistencia de Vera, le amaga a Herrera como si se tratara de un veterano y define con sutileza.

Con el transcurrir de los minutos, Lanús se retrasa, se relaja. Y Talleres, impulsado por su estilo y su público, lo acorrala tanto, que consigue el descuento, marcado por Dayro Moreno, el único delantero de una propuesta ofensiva, con intérpretes que vuelan por los costados, ida y vuelta.

Electrizante, llueven los goles: Marcelino (¡a los 11 segundos de la segunda mitad!), Bustos, Tenaglia, en contra, luego de otro avance de Pepe que, además, impacta un tiro en el palo. Lanzado, Lanús avanza, entre experiencia y juventud.