Los destinos accesibles y lo que todavía falta
En la Argentina, Iguazú, El Calafate y Buenos Aires son referentes por las comodidades que ofrecen para visitantes con movilidad reducida: pasarelas aptas para todos y playas con sillas anfibias para entrar al mar, entre otros servicios fundamentales
Candelaria Sturniolo nació con una discapacidad motriz y se moviliza con muletas. Viaja desde que tiene 15. Su primer viaje afuera de la Argentina fue a Cuba con su familia y, desde ese momento, se despertaron en ella las “ganas de conocer más”. Si bien elige sus destinos por deseo o porque encontró una buena oferta de vuelos, es consciente que la accesibilidad no es moneda corriente en todos lados.
Siempre recuerda la anécdota de cuando fue a Tailandia y contrató unas excursiones pero, cuando llegó, le dijeron que no podía hacerla por cuestiones de seguridad. Finalmente, se volvió a su hotel sin su dinero y sin conocer el lugar que deseaba.
“Nunca dejé de ir a un lugar por las limitaciones. A la hora de empezar a armar el viaje, sí tengo en cuenta cuestiones como la ubicación del alojamiento y las formas adecuadas de moverse en una ciudad”, cuenta Candela que publica sus experiencias y asesora a los que desean viajar en su cuenta de Instagram @can_world.
También viaja dentro de la Argentina, donde le tocó vivir experiencias no tan agradables. Para ella, su país aún está muy atrasado en cuanto a accesibilidad aunque esto se exacerba por la “falta de concientización de la sociedad”.
“Son más las barreras que la propia gente nos pone no aceptando al otro y ni poniéndose en nuestro lugar”, dice la cordobesa, que además es fanática de Belgrano y va asiduamente a la cancha, uno de los lugares con accesibilidad cero en su ciudad.
Sin embargo, esto está cambiando y cada vez son más las ciudades que están intentando incorporar estos conceptos a su infraestructura. Para ella, las Cataratas del Iguazú y el Glaciar Perito Moreno “son dos puntos turísticos que nada tienen que envidiarle a otros lugares del mundo”.
Las necesidades del viajero
Según los últimos datos del Indec (2018), uno de cada diez argentinos padece algún tipo de discapacidad. Es decir, 3.571.983 personas. Mucho de ellos tienen deseos de viajar y conocer otras ciudades del país aunque pocos logran cumplirlo.
Christian Couyoumdjian es uno de ellos. Tiene 37 años y hace seis creó All the Way Adaptive Travel, una consultora que ofrece a personas con algún tipo de discapacidad información minuciosa sobre cómo viajar por la Argentina y el mundo: desde hospedajes y transporte, hasta excursiones y circuitos turísticos.
Para Christian, este emprendimiento es parte de su propia historia de vida. Nació con espina bífida y, desde muy pequeño, tuvo que viajar por tratamientos médicos.
“Está basado en hechos reales. Me eduqué y crecí en Buenos Aires pero a lo largo de mi vida le agarré el gusto a viajar. Cuando empecé, el hecho que una persona con discapacidad viajase era impensado. Con el tiempo aprendí a arreglármelas solo y soy un convencido que el viajar tiene que ser un disfrute. Cuando no hay inclusión ni accesibilidad se vuelve hasta imposible”, dice.
All the Way Adaptive Travel funciona como un puente entre el viajero y el destino. Una vez que la persona decide el lugar, la consultora se pone a trabajar investigando sobre los pormenores que pueden surgir y qué tipo de viaje se quiere realizar.
“Trabajamos enfocados en la necesidad de cada viajero. Conocemos al pasajero, averiguamos qué necesita para que empiece y termine su viaje de manera placentera”.
En el proceso, se arma un itinerario, se investiga cuál es la mejor aerolínea y se brinda una asesoría sobre cómo y qué debe esperar de cada destino. También se establecen parámetros acerca del tipo de alojamiento que necesita para poder usar la cama, el baño, la habitación y demás instalaciones.
“Desgraciadamente no se puede hablar de buena accesibilidad en todos los lugares y esto no termina en el hotel. Tenemos que ver qué vamos a hacer en cada ciudad, a dónde vamos a comer y cómo nos vamos a mover”, expresa Christian.
Airbnb fue una de las empresas que tomó nota de estas necesidades e implementó 21 nuevos filtros de búsqueda de alojamientos para personas con discapacidad. Quienes lo necesiten podrán encontrar hogares con: entradas sin escalones o amplias para sillas de ruedas, ino
Centros turísticos con iniciativa
doros con altura accesible, pasillos anchos, entre otros.
la Argentina es uno de los países que adhirió a la Convención Internacional sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, la cual prevé que tanto edificios públicos, plazas, parques, espacios abiertos como el transporte de todas las ciudades deben ser accesibles. Además, exige que las indicaciones de la vía pública sean legibles para todos.
Sin embargo, esto pocas veces se respeta. En el último año, las noticias sobre movilizaciones de personas con discapacidad para reclamar por sus derechos se multiplicaron por todo el país.
Para Couyoumdjian, la accesibilidad es como una cadena. “No puede existir si un eslabón está roto. Si hay un lugar que tiene un baño para discapacitados pero tiene escaleras, ya no sirve. Si hay una rampa pero no un baño, tampoco. En Buenos Aires y en Córdoba por ejemplo vemos rampas por todos lados pero las veredas están rotas. Ahí es donde detectamos un déficit de accesibilidad”, explica.
Si bien en la mayoría de la ciudades argentinas no se respetan las condiciones necesarias para lograr un pleno acceso de todos, hay ciertos puntos en donde sí se logró su implementación y su respeto.
“En Buenos Aires hay ciertos sectores donde han logrado una buena accesibilidad, sobretodo en la vía pública. Iguazú, por su parte, sufrió una transformación enorme. Yo recorrí el parque cuando no era lo que es ahora y tuve que hacerlo caminando con bastones canadienses”, comenta Christian.
Frente a esta necesidad insatisfecha, muchos sitios turísticos comenzaron a implementar diferentes medidas. En este contexto, la secretaría de Turismo de la Nación lanzó el Programa de Directrices de Accesibilidad para Servicios y Alojamientos Turísticos por el cual se busca distinguir a aquellos establecimientos que implementan medidas para transformarse en accesibles.
la provincia de Buenos Aires fue distinguida por ser la que tiene mayor cantidad de “Distinguidos Nacionales en accesibilidad turística” con 42 establecimientos que cumplen con ciertas condiciones necesarias para ser inclusivas.
“En 2018 y 2019 lideramos la implementación de directrices de accesibilidad y alcanzamos la Distinción Nacional en las primeras playas públicas, accesibles y gratuitas del país para que todos los turistas puedan tener acceso. las playas de Mar del Plata, Mar de Ajó y Necochea fueron disfrutadas por casi un millón de usuarios, de los cuales 3000 contaban con alguna discapacidad y 1274 personas pudieron ingresar al mar por primera vez con la silla anfibia”, afirma Martina Pikielny, subsecretaria de Turismo de la provincia de Buenos Aires.
Cada uno de estos 42 lugares están disccriminados en un listado que se puede consultar por Internet y en donde se describe con qué facilidades cuentan: ya sea el ingreso, baños accesibles, mobiliario apto, entre otros.
Puerto Madryn también se sumó a esta iniciativa: cuenta con 19 establecimientos “Distinguidos Nacionales en accesibilidad turística” entre los que hay restaurantes, balnearios, hoteles y hasta operadoras de buceo que ofrecen actividades para personas con discapacidad motriz.
Para Pikielny, implementar accesibilidad debería ser visto como algo “beneficioso” para todos los rubros relacionados con el turismo.