Prometen eliminar los gastos reservados del espionaje
Alberto Fernández también anunció la intervención de la AFI
El presidente Alberto Fernández anunció que su gobierno “intervendrá” la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) para “reestructurar todo el sistema”.
“Enviaremos un proyecto para hacer una reforma integral del sistema de Justicia. He decidido que sea intervenida la Agencia Federal de Inteligencia (AFI)”, dijo Alberto Fernández. “Queremos impulsar así una reestructuración de todo el sistema de inteligencia e información estratégica del Estado”, agregó.
E informó: “Como paso inmediato, derogaré el decreto 656 de 2016, una de las primeras y penosas medidas que la anterior administración promovió, y que significó consagrar el secreto para los fondos reservados por parte de la inteligencia del Estado”, sostuvo.
“En el marco de la derogación de dicha medida, que significó un lamentable retroceso, he tomado otra decisión: dichos fondos reservados no solo dejarán de ser secretos, sino que serán reasignados para financiar el plan contra el hambre en la Argentina”, dijo, entre una ovación de los diputados oficialistas y funcionarios presentes.
“Lo mismo haremos con el resto de los fondos reservados”, adelantó. También prometió que el presupuesto que se usaba será reasignado a “situaciones de necesidad” con “control parlamentario”.
“Lo reitero con la firmeza y la convicción profunda de que nunca más al Estado secreto y nunca más a la oscuridad que quiebra la confianza. Nunca más a los sótanos de la confianza. Y nunca mas es nunca más”, enfatizó.
Con la renuncia de Gustavo Arribas y Silvia Majdalani, que manejaron la inteligencia en el gobierno de Mauricio Macri, nadie quedó al frente del organismo, que será intervenido.
Parte de los planes de reforma incluyen que los gastos reservados se blanqueen y que solo sean secretas aquellas erogaciones que se vinculan con operaciones de inteligencia y no todo el presupuesto del organismo de inteligencia.
Si bien no trascendieron detalles del plan de reformas, algunos colaboradores de Alberto Fernández habían mencionado la posibilidad de que el nuevo organismo de inteligencia prescinda del área interior y solo se quede con un área vinculada a la inteligencia externa.
De este modo, el organismo se quedaría con los agentes operativos en el extranjero y las áreas de reunión de información vinculada con las amenazas externas y las relaciones con servicios de inteligencia extranjeros.
En este formato se prescindiría de los agentes de campo locales, y la investigación criminal se concentraría en las fuerzas de seguridad.