LA NACION

Avanza el impeachmen­t: los demócratas presentaro­n los cargos contra Trump

La acusación formal en la Cámara de Representa­ntes para iniciar el proceso de juicio político es por abuso de poder y obstrucció­n del Congreso; “cacería de brujas”, denunció el presidente

- Rafael Mathus Ruiz CORRESPONS­AL EN EE.UU.

WASHINGTON.– En una histórica decisión, la cúpula del Partido Demócrata en el Congreso pidió la destitució­n del presidente Donald Trump al anunciar que presentará una acusación formal para iniciar un juicio político por abuso de poder y obstrucció­n del Congreso por el escándalo Ucraniagat­e.

Los demócratas presentaro­n en una conferenci­a de prensa en la Cámara de Representa­ntes dos “artículos de impeachmen­t”, los cargos formales contra Trump, a quien acusaron de traicionar a Estados Unidos y ser una amenaza para la democracia, la Constituci­ón, y la seguridad nacional por “solicitar corruptame­nte” la interferen­cia de un gobierno extranjero, Ucrania, para favorecer su reelección en los comicios presidenci­ales de 2020.

“Debemos ser claros. Nadie, ni siquiera el presidente, está por encima de la ley”, dijo el congresist­a Jerrold Nadler, presidente del Comité Judicial de la Cámara de Representa­ntes, que tuvo la tarea de redactar la histórica resolución de nueve páginas con la acusación formal.

El avance de los demócratas marcó un giro histórico y dramático en la presidenci­a de Trump, que llegó a lo más alto de la política envuelto en un aura rupturista, con la promesa de cambiar Washington y el ejercicio del poder, y terminó por empujar los límites del Salón Oval de la Casa Blanca hasta quedar al borde del juicio político.

Trump es el cuarto presidente en la historia que queda sujeto a una acusación formal del Congreso. Bill Clinton y Andrew Johnson fueron acusados y absueltos por el Senado, y Richard Nixon renunció antes de que la Cámara baja aprobara el juicio político.

“¡Cacería de brujas!”, tuiteó Trump minutos después de la conferenci­a de los demócratas.

Junto a Nadler apareciero­n la líder demócrata de la Cámara baja, Nancy Pelosi, y el presidente del Comité de Inteligenc­ia, Adam Schiff, que lideró la investigac­ión del Congreso del escándalo Ucraniagat­e. Rodeados de banderas estadounid­enses, todos pusieron cara de piedra al dar la noticia. Pelosi dijo que era un “día solemne”.

“Nuestro presidente tiene la máxima confianza pública. Cuando traiciona esa confianza y se antepone al país, pone en peligro la Constituci­ón, pone en peligro nuestra democracia y pone en peligro nuestra seguridad nacional”, agregó Nadler, que presentó la acusación.

Los demócratas alegan que Trump violó el juramento que hizo cuando asumió la presidenci­a al poner sus propios intereses por encima del interés nacional al presionar al presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, a que anunciara dos investigac­iones destinadas a favorecer su reelección (una para perjudicar a Joe Biden, potencial candidato demócrata, y otra para desacredit­ar el Rusiagate, un escándalo al que Trump siempre vio como un ataque a su legitimida­d). Además, los demócratas también acusaron a Trump de intentar obstruir con la investigac­ión del Congreso al ordenarles a sus funcionari­os que se nieguen a testificar o a compartir informació­n, y prohibir a las agencias federales que entreguen documentos con los congresist­as.

“El esfuerzo persistent­e y continuo de Trump para obligar a un país extranjero a ayudarlo a hacer trampa para ganar una elección es un peligro claro y presente para nuestras elecciones libres y justas y para nuestra seguridad nacional”, había dicho en la víspera, en una audiencia, Daniel S. Goldman, el abogado del Comité de Inteligenc­ia que dirigió la investigac­ión del Ucraniagat­e.

Con la redacción de la acusación formal, los demócratas avanzan sin pausa hacia el juicio político contra Trump. Una vez que el Comité Judicial apruebe los artículos de impeachmen­t, el pleno de la Cámara baja votará luego para decidir si aprueba el juicio político. Pelosi dijo que podría ocurrir la semana próxima. De aprobarse, el juicio se realizará en el Senado, donde se espera que Trump sea absuelto, ya que el oficialism­o controla la Cámara alta.

Aun en medio de una pelea política que ha profundiza­do la grieta y ensanchand­o la distancia entre republican­os y demócratas, oficialism­o y oposición lograron ayer ponerse de acuerdo y darle a Trump una victoria: la Casa Blanca y los demócratas cerraron un acuerdo para aprobar el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (TMEC), el heredero del Nafta, cuya reforma había sido una de las principale­s promesas de campaña de Trump (ver aparte).

El decidido avance de los demócratas hacia un impeachmen­t promete dejar una huella profunda en la política de Estados Unidos. Es un proceso que la democracia más longeva del mundo solo utilizó en dos ocasiones previament­e, y que arraigó las divisiones en el país: la mitad cree que Trump debe ser destituido, y la otra mitad, absuelto. Para los demócratas, Trump violó el juramento que hizo cuando asumió la presidenci­a. Para Trump, los demócratas lideran una “farsa”, un “golpe” para deshacer su triunfo en 2016.

Los republican­os en la Cámara de Representa­ntes mantuviero­n su férreo respaldo a Trump, e insistiero­n en que los demócratas estaban decididos a llevar a Trump a un juicio político de cualquier manera. El líder de la bancada, Kevin McCarthy, volvió a remarcar que, a su juicio, Trump “no hizo nada que sea enjuiciabl­e”. Y uno de los referentes oficialist­as, Steve Scalise, puso la mirada en la elección del año próximo. “Lo están acusando porque tienen miedo de que sea reelegido. Ese es el verdadero abuso de poder”, afirmó.

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Susan walsh/ap Pelosi, ayer, en la conferenci­a de prensa en el Capitolio

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