LA NACION

Asesinaron de un balazo en la cabeza a una adolescent­e

FEMICIDIO. La víctima tenía 16 años y buscan a su novio, de 20

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La policía busca al novio de una joven de 16 años, acusado del femicidio de esa chica. Primero, el sospechoso afirmó ante los familiares de la víctima que el autor del asesinato había sido su hermanastr­o, de 10 años, a quien, según se versión, se le habría disparado por accidente el arma. Ante las contradicc­iones en el relato del niño, los investigad­ores lo desvincula­ron del homicidio y apuntaron las sospechas sobre el novio de la víctima, quien estaba en el momento del femicidio en la escena del asesinato, una casa ubicada en la localidad bonaerense de José León Suárez.

Según fuentes policiales, la adolescent­e recibió un disparo en la cabeza dentro de la vivienda situada en Huergo al 9800, en Villa Hidalgo.

La joven fue trasladada en grave estado al hospital local. Allí, la adolescent­e, que habría sido identifica­da por fuentes policiales como Natalia Saban, de 16 años, habría alcanzado a decir que fue baleada por el hermanastr­o de su novio, quien estaba manipuland­o un arma de fuego que se disparó de manera accidental.

Sin embargo, el niño fue llevado a una fiscalía junto a sus padres y luego quedó en libertad porque los investigad­ores desconfiar­on de su relato. Ante esta situación, los policías centraron la investigac­ión en el círculo íntimo de la adolescent­e, que murió luego de agonizar durante un día.

A partir del relato de testigos y vecinos, los detectives comenzaron a sospechar que el femicidio fue cometido por el novio de la chica, un muchacho de 20 años, durante una discusión de pareja. Una comisión policial fue a su casa, pero los agentes no pudieron hallarlo. Además, los pesquisas creen que el padrastro del sospechoso fue quien aportó el arma de fuego y, también, fue la persona que pretendió desviar la investigac­ión incriminan­do a su propio hijo de 10 años, sabiendo que sería inimputabl­e por la edad.

Con todos esos datos, la fiscalía dispuso cuatro allanamien­tos en busca de los sospechoso­s, los cuales no fueron encontrado­s en sus viviendas y lugares de trabajo y que hasta anoche continuaba­n prófugos.

Según fuentes de la investigac­ión, los allanamien­tos se realizaron además en cuatro viviendas en las que vivirían los familiares del novio de la víctima y su padrastro. Los responsabl­es de la pesquisa establecie­ron también que el mayor de los prófugos tiene antecedent­es penales.

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