con desarrollo científico, laboratorio plasticidad potencia el cultivo de papa
Al modificar la expresión de una proteína demostraron que es posible lograr plantas cada vez más robustas
Ciencia y producción se unieron en esta distinción. “Este premio es un mimo al esfuerza y la exigencia; a la ciencia que queremos hacer, que es de calidad”, dijo Javier Botto, jefe de laboratorio de Laboratorio Plasticidad del Desarrollo de las Plantas, al recibir el premio a “Mejor Trabajo de Investigación” por estudiar una forma para aumentar los rendimientos de la variedad Spunta de papa, una de las más frecuentes y más consumida en el mercado argentino.
El laboratorio que lidera Botto tiene como objetivo comprender cómo las plantas integran la información ambiental en su desarrollo, tanto en las respuestas fisiológicas como en las implicaciones para la agricultura. El estudio por el cual recibieron este premio demostró que modificando la expresión de una proteína se pueden generar plantas más robustas, con más hojas y con más capacidad de producir hidratos de carbono.
El cultivo de papa es uno de los más importantes de la Argentina, con 75.500 hectáreas y una producción de más de 2,4 millones de toneladas. Durante la investigación, las papas utilizadas produjeron entre un 10% y 15% más tubérculos que las plantas normales. Estos resultados fueron publicados por a revista Plant Physiology, de la Sociedad Norteamericana de Fisiología Vegetal.
“En el laboratorio de fisiología molecular de la Universidad de Buenos Aires trabajamos todos los días intentando generar nuevos conocimientos con la idea de producir plantas de mayor rendimiento en granos y biomasa”, explicó Botto y aclaró que “cuando uno se pone a hacer investigación también lo hace para hacer un aporte para reducir el hambre en el mundo”. Botto explicó, además, que la investigación comenzó en el 2010. “Ahora como equipo el desafío es poder transmitir el conocimiento a los productores. Sabemos que en la Argentina eso es un déficit, pero creo que este premio es un aliento para hacer la conexión entre los productores, quienes generan la plata y nosotros que generamos conocimiento”, destacó.
En esta categoría también estuvieron nominadas investigaciones del doctor Gerardo Rubio y colaboradores y del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA). Con un equipo interdisciplinario de 32 investigadores y técnicos del Conicet, INTA, distintas universidades y Segemar; y bajo la coordinación general de Gerardo Rubio, Raúl Lavado y Fernando Pereyra, se llevó a cabo una investigación completa de 268 páginas sobre los suelos de la Argentina, un trabajo que servirá de insumo para la planificación de actividades agropecuarias y toma de decisiones sobre el uso del territorio.
La investigación establece que gracias a la combinación de suelos y climas, la Argentina puede alimentar a diez veces su número actual de habitantes y aclaran que “poder conservar la fertilidad y productividad de estos suelos depende de cómo sean manejados”.
La tercera investigación elegida por el jurado del “Premio la nacion-Banco Galicia a la Excelencia Agropecuaria” corresponde al equipo del INTA y consiste en la implementación de un sistema de transformación genética de algodón y la obtención de plantas transgénicas de algodón con secuencias génicas para la resistencia al picudo del algodonero -Anthonomus grandismediante ARN de interferencia.
El hito de este trabajo es que, por primera vez en el país, se obtuvieron plantas transgénicas de algodón y que por contar con esta metodología para la resistencia del picudo del algodonero mediante ARN de interferencia.