LA NACION

Espías, a prueba: la AFI tomará un examen a todos sus agentes

La intervento­ra Caamaño evaluará a los miembros de la ex-SIDE tras los nombramien­tos masivos que hizo Arribas; “rendir mal será causal de despido”, advierten

- Iván Ruiz y Candela Ini

La Agencia Federal de Inteligenc­ia (AFI) pondrá a prueba a toda su plantilla de espías. La intervento­ra Cristina Caamaño decidió en los últimos días que les tomará un examen escrito a los 1400 espías que integran la central de inteligenc­ia como una forma de comenzar a depurar el organismo después de los nombramien­tos masivos realizados por su predecesor, Gustavo Arribas, antes de dejar el cargo.

“Rendir mal el examen es una causa justa de despido”, dijeron desde la intervenci­ón. Y apostaron a que varios de los espías que cobran sueldo hasta la actualidad directamen­te renunciará­n a sus cargos antes de rendir la prueba.

La decisión, una idea de la propia Caamaño, fue avalada esta semana por el presidente Alberto Fernández cuando la funcionari­a le entregó su informe semanal en la Casa Rosada.

El examen para los espías estará compuesto por distintos temas, que incluyen desde preguntas de cultura general hasta cuestiones puntuales sobre acciones de inteligenc­ia, aunque desde la AFI remarcaron que no será una prueba difícil para alguien que esté en tareas desde hace años.

La prueba tendrán que afrontarla todos los integrante­s del organismo de inteligenc­ia, excepto los recienteme­nte nombrados por la intervenci­ón.

la nacion publicó el pasado 5 de enero que Arribas, extitular de la AFI, había ordenado el pase a planta permanente de 523 agentes desde agosto pasado, lo que representa gastos del Estado por casi $31 millones mensuales. La gran mayoría de estos nombramien­tos se efectiviza­ron el 9 de agosto, dos días antes de las últimas PASO.

Desde la intervenci­ón de la agencia aseguraron que el primer objetivo tras el desembarco es lidiar con la “megaestruc­tura” que dejó Arribas para luego implementa­r una reforma dentro del organismo, similar a la que emprendió Cristina Kirchner en 2015.

La intervento­ra Caamaño ya rediseñó el organigram­a: achicó a casi la mitad la cantidad de direccione­s dentro de la central de inteligenc­ia: eran 105 y ahora habrá 65, informaron fuentes oficiales. Para esas direccione­s ya fueron nombrados nuevos titulares, que deberán informar con cuánta gente trabajan y qué tareas cumple cada persona.

Entre los planes de la intervenci­ón también está el de bancarizar a la mayor cantidad de personal posible. Según pudo reconstrui­r la nacion, se encontraro­n casos de personal contratado que cumplía con apenas una hora y media de trabajo por día.

Caamaño nombró, además, a un nuevo director para la Escuela Nacional de Inteligenc­ia (ENI).

Gastos reservados

La última medida que había tomado Caamaño esta semana está vinculada a uno de los temas más sensibles dentro de la AFI: su relación con la Justicia Federal. Esta semana la intervenci­ón del organismo ordenó “reducir al mínimo” la participac­ión de los servicios como auxiliares de la Justicia en las causas penales.

Otro de los principale­s objetivos de la intervenci­ón de la AFI que dispuso Fernández es achicar y transparen­tar los gastos. De hecho, el Presidente ordenó eliminar los fondos reservados que había restaurado Mauricio Macri y Caamaño trabaja por estos días con el análisis de esas partidas opacas.

El análisis de los fondos de la gestión anterior está en curso. Pero entre la auditoría de las finanzas, Caamaño se encontró con un detalle: el extitular Gustavo Arribas, provenient­e de los negocios del fútbol, había contratado durante su gestión el Pack Fútbol de Cablevisió­n. Las fuentes oficiales informaron que ese gasto ya se dio de baja.

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