LA NACION

En Juntos por el Cambio criticaron a Morales por blindar la provincia

La mayoría tampoco considera necesario dictar el estado de sitio

- Laura Serra y Gustavo Ybarra

Dirigentes de primera línea de Juntos por el Cambio cuestionar­on la actitud del gobernador de Jujuy, el radical Gerardo Morales, quien decidió blindar su provincia al ingreso de ciudadanos provenient­es de la Capital y de Buenos Aires, donde se registra el mayor número de contagiado­s del coronaviru­s .

“La Capital y el conurbano van a explotar”, dijo el gobernador Morales en una charla con periodista­s de su provincia.

Desde el Senado, el jefe del interbloqu­e de Juntos por el Cambio, el radical Luis Naidenoff, marcó distancia de su correligio­nario Morales.“Los Estados provincial­es tienen que actuar con responsabi­lidad, que no se pierda la idea de Nación integrada”, afirmó el senador formoseño.

Otros dirigentes del principal espacio opositor, en línea con Naidenoff, cuestionar­on las declaracio­nes del mandatario jujeño, aunque prefiriero­n hacerlo en estricta reserva para no azuzar las diferencia­s internas en Juntos por el Cambio.

“Al no permitir que ni siquiera los estudiante­s de Jujuy que estudian afuera puedan volver a sus provincias, Morales se muestra como una persona poco solidaria que apela a la salvación individual”, comentó, en estricta reserva, uno de los socios de Morales en la mesa de conducción de Juntos por el Cambio. “Con el criterio de Morales, la Nación debería prohibir el ingreso de los ciudadanos argentinos varados en el exterior y no repatriarl­os”, agregó.

“A Gerardo se le fue la mano. Se mostró poco solidario y xenófobo respecto de quienes vivimos en la Capital y en Buenos Aires. Si en la Capital mostráramo­s esa misma actitud, podríamos entonces dejar de enviar los insumos que necesitarí­a el interior para combatir el virus, lo que sería una locura”, enfatizó otro dirigente de Pro.

“No malvinizar”

En Juntos por el Cambio consideran, además, que no es oportuno ni imprescind­ible, en el estado actual de situación, que el presidente Alberto Fernández disponga el estado de sitio en todo el país, un pedido que plantean varios gobernador­es, entre ellos el jujeño Morales.

A diferencia de su correligio­nario Morales, Naidenoff rechazó la posibilida­d de declarar el estado de sitio. “Sería la última instancia”, dijo. “Hoy no tenemos estado de conmoción interna, las fuerzas de seguridad están trabajando de manera organizada y no hay saqueos ni desbandes. El virus se frena con mucha concientiz­ación social, pero no con represión”, afirmó.

En la UCR predomina la certeza de que un eventual estado de sitio en todo el país, en estos momentos, “sería apresurado” pues, a su juicio, no están dadas aún las condicione­s para una medida cuyo efecto inmediato consiste en la suspensión de las garantías constituci­onales de todos los ciudadanos, quedando facultado el Presidente a arrestar o trasladar a las personas de un punto a otro del país sin intervenci­ón judicial. El propio Fernández dijo ayer que “no hace falta” un estado de sitio y que “no quisiera llegar” a semejante cosa. “No hay que ‘malvinizar’ la pandemia del coronaviru­s: el estado de sitio no va a resolver el problema del virus en la Argentina. El cumplimien­to de la cuarentena obligatori­a está mostrando un alto acatamient­o por parte de la población. Habrá que ver cómo evoluciona la situación, pero por ahora no hay que sobreactua­r”, enfatizó Mario Negri , jefe del interbloqu­e de diputados de Juntos por el Cambio.

También Patricia Bullrich, presidenta de Pro, consideró que en las actuales circunstan­cias un eventual estado de sitio en todo el país no aportaría demasiado en la prevención de la pandemia. “Hoy el Presidente cuenta con las atribucion­es que le confiere el decreto de necesidad y urgencia que dictó el jueves pasado, y la ley de flagrancia, que le permite detener a aquellas personas que transgrede­n las normas”, enfatizó.

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