Familiares de presos podrán llevar comida a los penales
En un intento de calmar a la población carcelaria, serán autorizados los movimientos de las personas que acerquen viandas a los internos alojados en las penitenciarías bonaerenses
El diagnóstico es alarmante: “El Servicio Penitenciario Bonaerense está al borde de la tragedia”, afirmó a la nacion una calificada fuente oficial. La situación era preocupante antes de la pandemia del coronavirus Covid-19 y, ahora, en medio de la crisis sanitaria, la inquietud aumentó en forma considerable. En medio del aislamiento social, preventivo y obligatorio para evitar desbordes y protestas en las cárceles se decidió, de todas maneras, autorizar a los familiares de los presos a llevarles viandas con alimentos a las unidades penitenciarias .
La decisión fue tomada ayer por el ministro de Justicia y Derechos Humanos bonaerense, Julio Alak, según informaron a la nacion fuentes gubernamentales.
Para poder circular hacia las unidades penitenciarias, los familiares de los detenidos deberán acreditar el vínculo con el interno y tener una autorización que será emitida por las autoridades del SPB.
Alak también autorizó, dentro de las excepciones del decreto 297/2020, que estableció el aislamiento social obligatorio, la continuidad del servicio privado de encomiendas utilizado por familiares de presos alojados en cárceles del interior del país.
“Esta decisión de permitir el envío de alimentos de los familiares ayudará a llevar tranquilidad a los detenidos. Se trata de alimentos complementarios de las cuatro comidas que da el SPB. En las viandas que entregan los familiares, generalmente, hay yerba, azúcar, golosinas y otros artículos de higiene personal, como pasta de dientes”, explicó una fuente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos bonaerense.
La decisión de Alak se conoció pocas horas después de que estallaran protestas de presos que exigían mayores medidas de prevención de la pandemia. En la alcaidía de la cárcel de Batán, en Mar del Plata, los internos rompieron partes de las instalaciones y arrojaron objetos contundentes contra los guardias de turno. La situación fue controlada con el Grupo de Intervención Especial (GIE) del SPB.
“La situación fue controlada por el GIE y terminó con algunos internos con lesiones leves”, informó el SPB en un comunicado de prensa.
En la Unidad 54 de Florencio Varela, internos alojados en el Pabellón 2 “provocaron disturbios y tabicaron el ingreso”. Según informó el SPB, la “protesta terminó después de una mediación y del diálogo entre autoridades penitenciarias y los detenidos”. Según fuentes del Ministerio de Justicia y Derechos bonaerense, hasta ayer había 44.994 internos en las unidades penitencias en plazas para 24.000 personas. “Es un milagro que en las cárceles bonaerenses no haya pasado lo que ocurrió en Santa Fe, donde en las protestas y motines murieron cinco presos”, dijo una fuente al tanto de la situación de las unidades del SPB.
Ese funcionario hizo referencia a las revueltas sofocadas ayer en dos cárceles santafesinas, que se iniciaron por reclamos de prevención frente a la potencial propagación de coronavirus Covid-19 y que derivaron en incidentes entre presos de diferentes pabellones. Tras controlarse los motines que provocaron cinco muertes en los penales de Las Flores y Coronda, las autoridades santafesinas también aceptaron que los detenidos pudiesen seguir recibiendo la comida acercada por sus familiares.
En el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos esperan que en el transcurso de la semana se normalice la entrega de insumos requeridos por los médicos del SPB (mamelucos, barbijos, guantes), por los agentes penitenciarios (lavandina, detergente y guantes) y los internos (artículos de aseo).
“Es lógica la preocupación que tienen los internos. Ellos están en lugares cerrados y aglomerados. Miran la televisión y están informados. Piden que los agentes ingresen con elementos de protección y eso está pasando. A los agentes les toman la temperatura cuando ingresan de guardia”, explicó una fuente del SPB. En Buenos Aires, los presos habían aceptado por voluntad propia ser aislados de visitas familiares en los próximos días, pero de todas maneras, esperan recibir el alimento que llega desde el exterior.