Lo importante es competir... y más lo es actuar con sensatez
Tenía sentido prolongar la decisión de posponer los Juegos Olímpicos? “Falta mucho, no hay que precipitarse”, decían desde el COI y del Comité Organizador de Tokio 2020. Cuando el veterano dirigente de la entidad Dick Pound dijo el 25 de febrero que se iban a tomar tres meses para decidirlo, pateó la pelota sabiendo que el destino era inexorable. Hay miles y miles de millones de dólares en juego, Japón hace un año que tiene todo listo para conmover al mundo con un salto de calidad tecnológico con su sello y todos creen que son inmunes. Además, ¿cómo se van a tocar los Juegos Olímpicos? Así se pensaba: con omnipotencia.
Al extender la no comunicación de una decisión que se maduraba puertas adentro por una cuestión de lógica, el COI y Tokio soslayaban la salud de los atletas y de las 20.000 personas que se mueven en derredor de una competencia de esta envergadura. ¿Qué más nocivo hoy que una Villa Olímpica, con la convivencia de millares de personas, cuando se reclama aislamiento desde la OMS? Absurdo pensar lo contrario. Bueno, para absurdos, ya lo tuvimos bien cerca: la dilación en la suspensión de la Copa Superliga. ¿Es que a los dirigentes del COI les faltaba también sentido común como a los directivos del fútbol argentino y gobernantes?
Si algunas mentes brillantes especularon con que el respaldo vendría del lado de los protagonistas, con que serían “los atletas” los que empujarían a respetar el cronograma del 24 de julio al 9 de agosto, le erraron en el diagnóstico: quedó claro, más allá de beneficiados y perjudicados con la postergación hasta 2021, de que la frase “de la cancha me sacan con los pies para adelante” es figurativa. Cancha, piscina, pista, parquet: donde sea. Nadie va a morir, o correr el riesgo, en pos de una medalla o de un diploma. La presión de los Comités, aún a expensas de los perjuicios económicos y deportivos que puedan tener, hizo su parte en la pulseada con el poder.
Podrá contemplarse con perplejidad cómo es que el Tour de Francia mantiene sus fechas: 27/6 al 19 de julio. No debería ser pospuesto, anuncian. Y prometen medidas de seguridad cuando no pudieron dárselas a las 1100 personas que ya murieron por la pandemia en el país galo. Sería una sorpresa ver a los célebres escaladores de los cordones montañosos en acción.
Los Juegos de Tokio se harán en 2021, pero seguirán siendo de 2020. Si el Barón de Coubertin, el padre de las competencias olímpicas, pudiera agregarle más caracteres a su imaginario “perfil de Twitter”, no sólo diría que “Lo importante no es ganar, es competir”: le agregaría “Pero mucho más lo es actuar con sensatez”.