El coronavirus en las canchas
El deporte de Estados Unidos, atravesado por los temores en la reanudación
Los parques de atracciones de Orlando reciben alrededor de 70.000.000 de turistas por año y la ciudad es referencia de diversión y aventuras. El deporte de Estados Unidos fijó allí su sede temporaria para la reanudación, hoy, de la Major League Soccer, y ése es también el escenario elegido para que el 30 de julio se reactive la NBA. Un desafío a gran escala, ya que el estado de Florida es, a la par de Texas, Arizona y California, un de los que reportaron más casos de coronavirus en los últimos días en ese país.
La pandemia de Covid-19 se cobró 130.284 vidas hasta ayer en Estados Unidos y los contagios ascienden a 2.936.077. Mientras el presidente Donald Trump indica que la tasa de mortalidad es la más baja del planeta, las estadísticas de la Organización Mundial de la Salud señalan que es la séptima más alta y existe la posibilidad de un colapso de los hospitales.
Dos jornadas llevaba desarrollas la MLS cuando debió frenar la pelota a causa del coronavirus. El complejo deportivo Disney World se convirtió en una burbuja donde se concentraron las 26 franquicias para jugar a puertas cerradas durante cinco semanas, con un formato similar al de la Copa del Mundo. En la 25ª temporada de la liga, la idea de relanzarse descubrió los primeros contratiempos: FC Dallas, equipo en el que milita el cordobés Franco Jara, se retiró anteayer, después de que diez futbolistas se contagiaran de Covid-19, y el partido que iba a enfrentar en la jornada inaugural a Nashville y Chicago Fire (Gastón Giménez e
Ignacio Aliseda) fue postergado, porque cinco jugadores del primer equipo dieron positivo entre el fin de semana y anteanoche. La MLS aseguró que evaluará la continuidad del plantel en el torneo MLS is Back, que tendrá a las dos franquicias de Florida como protagonistas del juego de estreno: Orlando City e Inter Miami (Nicolás Figal, Leandro González Pirez, Julián Carranza y Matías Pellegrini), de la que es copropietario el inglés David Beckham.
En tanto, la expectativa en la reanudación de la NBA aumenta con el arribo de las primeras franquicias, aunque también los temores. Seis planteles ya entraron al complejo Walt Disney World Resort y los 16 restantes deberán hacerlo en dos tandas de ocho, entre hoy y mañana, para iniciar los entrenamientos. Deberán someterse a pruebas diarias de Covid-19 y si los casos superan los 35, se cancelará la apuesta que ensaya la NBA para consagrar a un campeón. “Si vemos un gran número de casos y una propagación dentro de nuestra comunidad, eso sería un motivo para detener nuestros planes”, anticipó el comisionado, Adam Silver.
Entre el 24 y el 29 de junio, los casos detectados fueron nueve en 344 pruebas, y en los últimos días varias franquicias cerraron los centros de entrenamientos para evitar una multiplicación de contagios antes de viajar a Orlando. Milwaukee Bucks y Sacramento Kings lo hiceron el viernes último; antes lo habían realiado Los Angeles Clippers, Miami Heat, Suns, Nets y Nuggets.
Por su parte, las principales entidades del tenis, encabezadas por la ATP, siguen adelante con el calendario que habían anunciado para la vuelta del circuito, suspendido hace cuatro meses. Se activará el viernes 14 de agosto con el ATP 500 de Washington, y luego será el turno del Masters 1000 de Cincinnati, que se realizará desde el 22 de agosto en Flushing Meadows, antes del Abierto de Estados Unidos, programado para ente el 31 de agosto y el 13 de septiembre. “Hablé con los organizadores y me dijeron que entre el 15 y el 30 de julio se tomará una decisión definitiva. Son tiempos de incertidumbre. Viajar y hacer cuarentena son grandes problemas”, comentó Roger Federer, lesionado y ausente en el circuito por lo que resta de 2020.
Rafael Nadal, que dudaba de participar en el único torneo de Grand Slam que no se suspendió ni en tiempos de guerras mundiales, finalmente no defenderá su corona del certamen neoyorquino: el español afrontará el Masters 1000 de Madrid entre el 13 y 20 de septiembre, según lo anunció el director del campeonato, Feliciano López.
Novak Djokovic, contagiado de coronavirus tras descuidarse en la gira Adria Tour al igual que Viktor Troicki, Grigor Dimitrov y Borna Coric, no jugará en Washington, y asistirá a Cincinnati si se confirma el US Open. Hace 96 horas activó otra alarma Frances Tiafoe, que dio positivo en un torneo en Atlanta.
Mientras, el golf y el automovilismo son los dos deportes activos en Estados Unidos. El PGA Tour acumula seis golfistas y dos caddies infectados. El protocolo de salud se volvió más estricto, después de que dos contagiados no fueran cuidadosos: Cameron Champ ingresó a una club house sin tener el resultado de su test y Denny McCarthy visitó un bar. Los golfistas viajan de una sede a la otra en un avión sanitario, que cubre el 64% de la capacidad; los jugadores top pueden elegir asientos, incluso de primera clase.
Por su parte, el NASCAR, que retomó sus carreras el 17 de mayo en Darlington, Carolina del Sur, tuvo el viernes pasado el primer caso de un piloto, Jimmie Johnson, que debió ausentarse de la carrera del reciente fin de semana en Indianápolis; antes, dos mecánicos del equipo Stewart-Haas Racing no habían superado los exámenes. La popular categoría habilitó la presencia de espectadores en dos competencias –1000 en Homestead y 5.000 en Talladega– y el próximo miércoles podrán acceder 30.000 a la Carrera de las Estrellas, en Charlotte.