Con dos marchas, la grieta se reavivó en Reconquista
El conflicto de la empresa Vicentin dividió a la ciudad santafesina, que vivió una jornada atípica y marcada por la tensión
RECONQUISTA.– En Reconquista y Avellaneda la escenografía de la grieta política se hizo más palpable que nunca y retumbó en el norte de Santa Fe con dos marchas, una a favor y otra en contra del Gobierno . Estas manifestaciones separaron durante la tarde a dos ciudades que solo tienen como límite que las divide el puente que cruza el Arroyo del Rey.
En esta zona la crisis de Vicentin, en concurso de acreedores, con una deuda de 99.000 millones de pesos y la intención del presidente Alberto Fernández de intervenir y expropiar la agroexportadora, abrió una grieta profunda, en una zona donde los ciudadanos siempre fueron reacios a participar de movilizaciones y exteriorizar sus quejas. Todo cambió con la crisis de la agroexportadora.
Junto a un avión Pucará que sirve de homenaje a los caídos en Malvinas, en el Parque Sur, en Reconquista, unos 2000 manifestantes enrolados en la “multisectorial por la soberanía nacional y el trabajo regional” realizaron una caravana hasta la sede del Banco Nación, una entidad que tiene una acreencia en la convocatoria de acreedores de Vicentin de 18.000 millones.
La multisectorial que convocó a la marcha se nutrió de gremios y agrupaciones políticas afines al kirchnerismo, como el sindicato de aceiteros, ATE y el Movimiento Evita.
Aldo Sotelo, secretario general del Sindicato de Trabajadores Municipales de Reconquista, afirmó a la nacion que la convocatoria “se realizó para expresar un respaldo al gobierno nacional y mostrar el apoyo a la intervención de Vicentin”. Por unos parlantes montados en una camioneta la voz de un dirigente planteaba la grieta que comenzaba a mellar la tarde: “Aquella es la marcha de los poderosos; esta es de aquellos que queremos soberanía”.
La contramarcha
Cerca de las 16, la concentración en Avellaneda, del otro lado del puente, era multitudinaria. Y los pobladores que querían llegar desde Reconquista enfrentaron un embotellamiento de más de 20 cuadras. Como la gente no podía llegar a Avellaneda, los manifestantes que estaban en esa localidad decidieron marchar hacia Reconquista.
En el puente que separa las dos ciudades se montó una fuerte custodia policial para controlar que las dos marchas no chocaran.
“Esto es inédito. Nunca se dio en la historia de Avellaneda y Reconquista una manifestación tan multitudinaria. Esto va a mostrar al Gobierno que no pueden ir por todo”, planteó, eufórico, José Osvaldo Nadali. Nadali coincidió con Daniel Oschen, quien se manifestaba a favor del Gobierno, en un punto: “Esto es lo mismo que en 2008, cuando estalló el llamado conflicto con el campo”.
Como ocurrió el 21 de junio pasado, en el primer banderazo que se hizo en Avellaneda, los manifestantes portaban carteles con el lema que también los nucleó más allá de la crisis de Vicentin, como es la “defensa de la propiedad privada”. “Libertad”, era el otro grito que nucleó la consigna.