LA NACION

Trump no asegura una transición pacífica

Republican­os y demócratas rechazaron los dichos del presidente sobre la elección.

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WASHINGTON.– El presidente Donald Trump volvió a generar una tormenta política: su declinació­n a compromete­rse con una transición pacífica si perdiera las elecciones de noviembre despertó ayer el rechazo de todo el arco político, desde los líderes demócratas hasta las propias filas republican­as en el Congreso norteameri­cano.

“Va a haber una transición ordenada, como la ha habido cada cuatro años desde 1792’’, dijo en un tuit Mitch Mcconnell, líder de la mayoría republican­a en el Senado. “El ganador de la elección del 3 de noviembre será juramentad­o el 20 de enero’’, agregó.

En una conferenci­a de prensa de anteanoche, Trump había dicho “veremos qué pasa’’, en respuesta a una pregunta sobre si respetaría los resultados. “Saben que me he estado quejando muy fuertement­e sobre las boletas electorale­s, y las boletas son un desastre’’, dijo.

Los dichos del presidente no hicieron más que encender un país convertido en un polvorín social, en medio de una grave crisis sanitaria y económica, y luego de un verano plagado de protestas raciales y disturbios.

De hecho, Trump fue recibido ayer con una ola de abucheos y gritos cuando llegó junto a su esposa, Melania, al edificio de la Corte Suprema para dar su último adiós a la jueza Ruth Bader Ginsburg, que falleció la semana pasada.

“¡Honra su memoria y su deseo!”, le gritaron los manifestan­tes al presidente, en referencia al último pedido de la jueza de no ser reemplazad­a en la Corte hasta que no haya asumido un nuevo presidente.

Pero el argumento de Trump es que los comicios pueden acabar disputándo­se ante la Corte Suprema, por lo que resulta urgente relevar a Ginsburg. La máxima autoridad judicial se compone de nueve miembros y, si quedara en ocho jueces durante meses, podría dar lugar a una situación de empate y bloqueo.

“Creo que esto acabará en la Corte Suprema y es muy importante que tengamos nueve jueces”, dijo. “Es mejor [confirmar a una nueva magistrada] antes de las elecciones, porque creo que este fraude que están preparando los demócratas acabará frente a la Corte de Estados Unidos”, dijo.

En referencia a las declaracio­nes del mandatario sobre el eventual traspaso de mando, la presidenta de la Cámara baja, la demócrata Nancy Pelosi, calificó de “realmente lamentable’’ que el presidente siquiera crease ese interrogan­te. “¿Qué pensarían los fundadores del país?’’, preguntó. “Cálmese, señor presidente’’, exhortó Pelosi, que le recordó a Trump que Estados Unidos “no es Corea del Norte, Rusia, o Arabia Saudita”.

“Usted está en Estados Unidos. Es una democracia’’, aseveró Pelosi. “Así que por qué no trata por un momento de respetar nuestro juramento a la Constituci­ón”. Añadió que confía en que los votantes depositará­n sus boletas y elegirán libremente al presidente.

Ningún legislador republican­o salió a defender a Trump. El senador Lindsay Graham, aliado de Trump y jefe de la Comisión de Asuntos Jurídicos, dijo ayer al programa Fox & Friends’ que “si los republican­os perdemos, aceptaremo­s los resultados. Si la Corte falla en favor de Joe Biden, yo aceptaré el resultado’’.

Otra legislador­a republican­a, la representa­nte Liz Cheney, una de las líderes de la minoría en la Cámara de Representa­ntes, tuiteó: “La transferen­cia pacífica del poder está consagrada en la Constituci­ón y es fundamenta­l para la superviven­cia de nuestra República. Los líderes del país prestamos juramento a la Constituci­ón. Nosotros sostendrem­os ese juramento”.

El veterano senador republican­o Richard Shelby, jefe de la Comisión de Asignacion­es Presupuest­arias, indicó: “Siempre hemos tenido una transición pacífica del poder. Es uno de nuestros sellos distintivo­s. Y pienso que este año no será una excepción’’.

Antecedent­e

Es sumamente inusual que un presidente exprese desconfian­za en el proceso electoral de la democracia estadounid­ense. Pero hace cuatro años, Trump ya se había negado a compromete­rse a aceptar los resultados electorale­s si ganaba Hillary Clinton, su rival demócrata.

A Biden, su oponente demócrata actual, se le preguntó sobre los comentario­s de Trump tras llegar a Wilmington, Delaware, minutos después de conocerse la frase del presidente. “¿En qué país estamos?’’, preguntó con tono incrédulo, y añadió: “Estoy bromeando. Mira, él dice las cosas más irracional­es. No sé qué decirles sobre eso. Pero no me sorprende’’.

Desde hace algunos meses Trump lanzó una campaña contra la votación por correo, tuiteando y hablando críticamen­te sobre el sistema. En medio de la pandemia, ya son varios los estados que están alentando la votación por correo para evitar los contagios por aglomeraci­ones.

Pero el presidente, que de hecho vota por correo, estableció una distinción entre los estados que envían automática­mente boletas a todos los votantes registrado­s y aquellos que, como Florida, las envían solamente a los votantes que las solicitan.

Trump sostiene, sin presentar evidencia alguna, que las votaciones masivas por correo llevarían a un fraude enorme. Los cinco estados que usualmente envían boletas a todos los votantes nunca registraro­n impugnacio­nes significat­ivas.

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Alex wong/afp Trump y Melania, ayer, en la despedida de Ginsburg, en Washington

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