Genera resistencia en los liceos militares una reforma impulsada por el Gobierno
El Ministerio de Defensa convocó a debatir cambios en los planes de estudio, pero ya impuso modificaciones; restringen las prácticas de tiro
El Gobierno dio el primer paso para avanzar en una reforma de los liceos militares que genera desconfianza y preocupación en las comunidades educativas, ante el temor de que se desaliente la formación de oficiales de reserva, advirtieron legisladores y asociaciones de graduados de esas instituciones. En el Ministerio de Defensa negaron a la nacion la posibilidad de eliminar la figura de los reservistas y aseguraron enfáticamente que “los liceos no se van a cerrar, ni se les va a cambiar su esencia”.
La reforma busca renovar los planes de estudio y, según apuntan distintas voces, concentrar los nueve liceos militares existentes en la Universidad de la Defensa Nacional, que a diferencia del resto de las universidades nacionales no goza de plena autonomía, sino que funciona en jurisdicción del Ministerio de Defensa. Su titular, Agustín Rossi, dispuso, a través de la resolución 255/2020, que los egresados de los liceos permanecerán fuera de servicio como integrantes de la reserva hasta que se dicte una norma específica y eliminó el uso de armas en las prácticas de tiro de los cadetes, al sustituirlas por una instrucción en simuladores.
Consultado por la nacion, el director nacional de Formación del ministerio, Sergio Eissa, dijo que los liceos militares “van a seguir preparando ciudadanos que quieran dedicarse después a distintas áreas, y también reservistas, que son parte de la política de defensa nacional”.
Está intacto el recuerdo de las reformas que impulsó el kirchnerismo en 2007 y en 2010, durante la gestión de Nilda Garré como ministra de Defensa, que buscaban suprimir los liceos militares, por lo que la convocatoria a una nueva reforma despertó temores. Aquellos intentos se frenaron, primero, por una gestión del entonces gobernador de Mendoza, Julio Cobos (egresado del Liceo Militar Gral. Espejo, de esa provincia), ante el presidente Néstor Kirchner. Y la segunda ofensiva no prosperó por amparos judiciales, aunque luego se intentó imponer cambios parciales.
La identidad de los liceos
“Se quiere desnaturalizar la esencia de los liceos”, advirtió Donato Jorge Calandrelli, una de las voces más activas del Centro de Ex Cadetes del Liceo Naval Almirante Brown, al señalar que se trata de instituciones de fuerte arraigo en el país, en las que se han formado dos presidentes constitucionales: Raúl Alfonsín, egresado del Liceo Militar General San Martín, y Fernando de la Rúa, del Liceo Militar General Paz, de Córdoba.
El senador Cobos, que fue convocado como reservista a los 23 años y tuvo a su cargo una compañía en los tramos más tensos del conflicto con Chile, en 1978, cuestionó el nuevo intento de reforma. “Con tantas cosas que funcionan mal, quieren aplicar cambios en las pocas cosas que funcionan bien”, dijo a la nacion.
Por la citada resolución 255/2020, las direcciones de Educación de cada una de las Fuerzas Armadas deben presentar propuestas para un Plan Liceo 2030. Para ello, se realizarán antes del 30 de junio de 2021 jornadas pedagógicas en cada liceo, con la participación de las autoridades, docentes, padres y representantes gremiales.
Eissa admitió que luego de algunos reclamos se resolvió incluir a los centros representativos de graduados, que contribuyen habitualmente al funcionamiento de las instituciones. “Trataremos de evitar que las jornadas pedagógicas se conviertan en asambleas”, advirtió el funcionario Eissa, quien explicó que el plan de reformas se extenderá a los colegios secundarios Dámaso Centeno y el Centro de Instrucción de Aeronavegantes y Técnicos Aeronáuticos del Instituto Nacional de Aviación Civil (INAC-CIATA).
De los nueve liceos militares en actividad, que reúnen a más de 2500 cadetes, seis pertenecen al Ejército: el Liceo General San Martín (en Villa Ballester), General Paz (Córdoba), Belgrano (Santa Fe), Espejo (Mendoza), Roca (Comodoro Rivadavia) y Aráoz de Lamadrid (Tucumán). A ellos se suman los liceos navales
Brown (Vicente López) y Storni (Posadas) y el Liceo Aeronáutico Militar (Funes, cerca de Rosario), que pertenece a la Fuerza Aérea. Tres de ellos fueron creados durante la presidencia de Juan Domingo Perón y los que dependen del Ejército incorporaron en los años 90 los niveles inicial y primario, con una población adicional de unos 4000 alumnos.
Temores y resistencias
Las principales objeciones se fundan en que se convocó a una reforma con miras a un Plan 2030, pero ya se adoptaron medidas para aplicar en forma inmediata, como las restricciones a las prácticas de tiro y la revisión del carácter de los reservistas.
“La sospecha es que las jornadas servirán para acompañar reformas que el ministerio ya tiene decididas”, advirtió un representante de las asociaciones de excadetes.
“Ojalá no se desnaturalice ni se pierda la esencia de la institución”, opinó el intendente de San Miguel de Tucumán, Germán Alfaro, egresado del Liceo Aráoz de Lamadrid, de esa ciudad.
Para el diputado Luis Juez, graduado del Liceo General Paz e integrante de la Comisión de Defensa, hay “una mirada absolutamente ideologizada” en el kirchnerismo y afirmó que la instrucción militar es parte de la idiosincrasia y la formación de los liceos. “No va a ir a aprender corte y confección”, ironizó. Lamentó que se “vuelva a insistir con lo mismo, con tanta torpeza” y recordó que el actual jefe del Ejército, general Agustín H. Cejas, fue compañero suyo en el Liceo Militar General Paz.
Alejandro Barbosa, egresado del Liceo Belgrano, preside la asociación de padres que apoya con distintas iniciativas a la institución, para suplir las restricciones presupuestarias. “¿No tenemos lavandina y vamos a reemplazar las prácticas de tiro por simuladores?”, comentó, preocupado, a la nacion. “Todo lo que sea para mejorar es bienvenido. Pero no estamos de acuerdo con la desmilitarización y la pérdida de la esencia de estos liceos”, agregó.
Al respecto, el capitán de fragata retirado y especialista en temas educativos Alberto Gianola Otamendi aportó un dato concreto. “Un simulador nacional, monoplaza, que puede usar una persona por vez para entrenarse en un polígono virtual, cuesta 150.000 dólares y en los liceos militares no hay. ¿El Ministerio de Defensa tiene 1,5 millones de dólares para equipar a los nueve liceos con esta tecnología?”, alertó.
Hay dudas sobre el carácter que se dará a los egresados de la reserva militar