Maldacena, uno de los liceístas que llegaron más lejos y hoy descifra los secretos del universo
El investigador argentino, reconocido en el mundo, evoca su paso por el Liceo Militar General San Martín
El Liceo General San Martín, de Villa Ballester, fue el primer liceo militar, inaugurado en 1939, y seguramente el que llegó más lejos. En sus aulas se formó Juan Martín Maldacena, el físico argentino más prestigioso del mundo y el que más ha avanzado en desentrañar los misterios de la creación del universo.
Nacido en Caballito en 1968, cursó el secundario en el Liceo Militar General San Martín, antes de llegar a la Universidad de Buenos Aires y pasar luego al Balseiro. Se doctoró en física en la Universidad de Princeton, estudió más tarde en Rutgers y en Harvard. No había cumplido 30 años y ya era el profesor vitalicio más joven de esa universidad. Hoy es investigador en el Instituto de Estudios Avanzados de Princeton.
Esa variedad de instituciones en las que se formó lo lleva a afirmar hoy, en una entrevista con la nacion, que “en educación es importante la diversidad” y que “los liceos deben ser entendidos de esta forma, como parte de la oferta educativa”.
Maldacena fue galardonado con los más altos reconocimientos de la ciencia por sus aportes a la física teórica. Se concentra en el desarrollo de la gravedad cuántica, los agujeros negros y la teoría de cuerdas, que busca presentar una descripción del universo como si se hubiera formado a partir de la vibración de cuerdas infinitesimales que dan lugar a las distintas partículas. Y sus pares reconocen que logró hacer consistentes matemáticamente la teoría de la relatividad de Einstein, que describe los cuerpos más grandes del cosmos, y la mecánica cuántica, que se ocupa de las partículas más pequeñas de los átomos.
Maldacena evoca hoy su paso por el Liceo como “un lugar muy singular y una experiencia muy distinta a otros colegios secundarios”. Y recordó: “Fue un poco difícil para mí, pero aprendí lecciones importantes para superar adversidades”.
Acerca de las enseñanzas que le dejó su paso por el Liceo San Martín, contó: “Mis vínculos son más con mis amigos de esos días. Aunque di un par de charlas a los estudiantes del liceo recientemente”. La última de ellas se trató de una videoconferencia sobre posibles carreras. “Traté de transmitirles que una carrera en el ámbito científico era una posibilidad interesante”, reveló.
“En educación es importante la diversidad. Que haya colegios con énfasis distintos que pueden ser útiles para distintas personas, colegios más enfocados en lo académico, colegios industriales, más técnicos, por ejemplo. Los liceos militares deben ser entendidos de esta forma, como parte de la oferta educativa”, precisó el investigador, que compartió estudios en su adolescencia con compañeros que luego fueron abogados, empresarios, arquitectos, ingenieros, militares, entre otras profesiones.
Dedicado a la física y al universo, Maldacena encuentra puntos de contacto con áreas humanistas, como la filosofía. “En todas estas disciplinas se trata de encontrar la verdad y de mejorar nuestro conocimiento”, dijo.
–¿Qué le resulta más difícil de comprender: los misterios de la física teórica o los debates sobre el pasado en la Argentina?
–La física es más sencilla que la sociología o la política, ya que uno estudia sistemas más simples. Y es más fácil despegar el interés del investigador del objeto investigado.