La demanda volvió a ser récord durante agosto
Hubo 4 millones de compradores y se alzaron con US$920 millones
La demanda minorista de dólares marcó un nuevo récord en agosto, mes en que 4 millones se alzaron con unos US$920 millones netos: US$750 millones por compra de billetes para atesoramiento y US$137 millones para cubrir gastos efectuados con tarjetas por consumos en el exterior.
Los datos que se conocieron ayer al difundir el Banco Central (BCRA) el balance cambiario de agosto oficializan lo que había anticipado a comienzos de mes la AFIP al reportar que el impuesto para una argentina inclusiva y solidaria (PAIS) había recaudado $21.888 millones durante ese mes, un monto también récord desde que fue instituido.
Vale recordar que en el primer trimestre del año solo 500.000 argentinos compraban dólares en promedio. La demanda estalló de mayo en adelante cuando el desborde de la denominada “brecha cambiaria” incentivó a muchas personas a tratar de captar esa diferencia para hacerse de ingresos, en medio del golpe que muchas recibieron por la falta de actividad o los recortes salariales. Eso llevó al Gobierno a buscar recortarla agregándole, desde mediados de ese mes, la carga del una retención del 35% a cuenta del impuesto a las ganancias (que significó una devaluación del 28%) y otra poda de hecho al cupo, al imputarle en adelante las compras con tarjetas.
“Las ‘personas humanas’ compraron billetes por US$768 millones y vendieron US$18 millones, niveles similares a los del mes previo”, se indica. Tampoco hubo variación en la compra promedio(us$193 per cápita).
Las cifras muestran que la demanda minorista, por esta dos vías, consumió el 64% de los US$1436 millones que aportó durante agosto la balanza comercial. Eso provocó un desbalance en el mercado, que prácticamente no cuenta con otro aporte que el de los dólares comerciales, que obligó al BCRA a desprenderse de US$1279 millones de sus reservas para no tener que resignar control del tipo de cambio oficial.
El informe aporta otro detalle preocupante: la formación de activos externos (FAE) del sector privado no financiero escaló hasta los US$571 millones, lo que supone su mayor nivel desde las elecciones presidenciales de octubre, cuando había superado los US$4100 millones, aunque en un contexto de menores restricciones que las actuales para mover capitales. Ese monto supera en más de 4 veces la cantidad “fugada” en marzo pasado (US$110 millones).
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