La corte mendocina confirmó las condenas contra dos sacerdotes
El máximo tribunal provincial ratificó las penas de Nicola Corradi y Horacio Corbacho Blanck a más de 40 años de prisión por los abusos sexuales cometidos en el Instituto Próvolo
MENDOZA.– La Suprema Corte de Justicia provincial confirmó la fuerte condena contra los curas acusados de abusar de niños del Instituto Próvolo, quienes fueron sentenciados a más de 40 años de cárcel a fines del año pasado. así lo dispuso el máximo tribunal mendocino tras la apelación de la defensa, en un fallo de más de 70 fojas al que accedió la nacion, en el que se detallan las vejaciones a las que fueron sometidos los pupilos durante años.
En ese documento, los magistrados desestiman las presentaciones hechas por los abogados luego de la condena dispuesta por el Tribunal Penal Colegiado 2, el 25 de noviembre de 2019. En ese momento, en una decisión histórica, los jueces determinaron condenar a Nicola Bruno Corradi Soliman, de 83 años, y Horacio Hugo Corbacho Blanck, de 59, a 42 y 45 años de prisión, respectivamente, por cometer los delitos de abuso sexual simple, agravado y corrupción de menores. En tanto, el jardinero armando Ramón Gómez Bravo recibió 18 años de cárcel.
De esa manera, el principal órgano judicial de esta provincia resolvió “rechazar los recursos de casación planteados por el querellante particular y la defensa de los imputados, y en consecuencia confirmar la sentencia”.
“La motivación de la sentencia es suficiente para su mantenimiento como acto jurisdiccional válido, pues no adolece de falencias que impliquen su anulación”, indicó el juez Dalmiro Garay, en el escrito. En un punto central del fallo, los jueces dejaron en claro que rechazan todo planteo en cuanto a cierta imprecisión en tiempo y espacio en la denuncia de las víctimas. “Las pretensiones de la defensa en cuanto a la precisión en la determinación temporal de los hechos no resultan ajustadas a la madurez de las víctimas y al transcurso del tiempo señalado y no pueden tener acogida favorable en esta instancia”, determinaron los jueces. además de Garay firmaron el fallo Pedro Llorente y alejandra Orbelli.
además, consideraron que la defensa realizó constantes “agravios” para desestimar lo relatado por las víctimas. En este sentido, los jueces repudiaron esa estrategia.
“además de encontrarse llanamente al margen de la sana crítica racional, estos agravios muestran el uso de la infructuosa estrategia defensiva antes señalada: aislar elementos de prueba, poner en tela de juicio su producción o las premisas que pretenden acreditar, y a partir de ello derivar consecuencias para la totalidad del cuadro probatorio”, indica el fallo.
Una vez más, con todo el dolor a cuestas, pero también alivio por el avance que tuvo la causa en la Justicia, las víctimas y los familiares expresaron a la nacion sus sensaciones tras la decisión de la Corte. “Queremos que pague cada uno de los que estuvieron involucrados en el Instituto; que a todos les den la máxima condena posible. Nadie cambia el dolor que nos hicieron pasar”, dijo Silvana Sosa, madre de Mayra, una joven hipoacúsica de 26 años, que sufrió los abusos.
La megacausa por los abusos sexuales y corrupción de menores hipoacúsicos cometidos por sacerdotes y personal del Próvolo aún golpea con fuerza a la Iglesia y genera repercusión en todo el mundo. De hecho, se aguarda ahora el inicio del segundo debate, que tendrá en el banquillo de los acusados a monjas de la institución y demás personal directivo y administrativo, para desentrañar si también hubo “entregadores y facilitadores” para las vejaciones, además de un sistemático encubrimiento.
En el fallo de la corte mendocina se detallan los casos denunciados y los cuestionamientos de la defensa, que finalmente fueron desestimados por los supremos. Desde insinuaciones, obligación de ver material pornográfico, violaciones y ataques en manada, hasta encubrimientos y maltratos durante años, que en algunos casos derivaron en expulsiones, son parte de los atroces hechos cometidos por los sacerdotes condenados.
El caso se conoció el 25 de noviembre del 2016 tras los allanamientos en el instituto, donde se detuvo a los dos sacerdotes y a un grupo de empleados.
El escándalo no solo se limita a Mendoza, donde los abusos comenzaron a fines de la década del 90, sino que tiene su correlato en La Plata, donde está la sede argentina de esa institución, y se aguarda la realización de un juicio, que tiene también en la mira al cura Corradi. Incluso hay denuncias por hechos cometidos por ese sacerdote décadas atrás en Verona, Italia.