Cruceros, de regreso. Futuros protocolos de a bordo
En funcionamiento por ahora en el Mediterráneo, es probable que lleguen a estas costas para el verano con una modalidad diferente
Los cruceros ya comenzaron a sacudirse el estigma de que fueron un caldo de cultivo para el coronavirus y ahora buscan mostrarse como búnkeres infranqueables, capaces de mantener al virus en tierra y bien alejado. Claro que la misión no es para nada sencilla. Todavía está fresco el recuerdo de esos gigantes del mar con muchos pasajeros contagiados, muertos, con cuarentenas a bordo en camarotes reducidos y hasta barcos que navegaron a la deriva días y días porque ningún puerto los aceptaba.
Luego del primer parate casi total, los vuelos y otros servicios turísticos se fueron restableciendo en Europa y Estados Unidos con la llegada del verano y el descenso de los casos, pero a la industria de los cruceros le costó y le sigue costando, más que a ninguna otra, salir a flote. Estados Unidos, como muchos otros países de América, mantiene sus puertos cerrados y las salidas están, en principio, suspendidas hasta el 31 de octubre. Pero en Europa, con estirpe de viejos y eximios navegantes, varias navieras tomaron el timón de la situación y diseñaron protocolos, quizás más dignos de un quirófano que de unas vacaciones, eso sí, pero lograron volver al mar hace unas semanas.
Estos nuevos cruceros de la generación coronavirus que por ahora realizan salidas por el Mediterráneo, según afirman desde las navieras, son más seguros que cualquier viaje por tierra. Y este sistema se planea que cruce el Atlántico para aplicarse en Buenos Aires para las salidas desde la terminal porteña durante el verano.
Lógicamente estas propuestas tienen varias modificaciones en relación con lo que los cruceristas estaban acostumbrados, pero devuelven el placer de navegar y de manera segura. Despertarse con la brisa del mar, tener un horizonte sin fin y disfrutar de la vida en altamar, de las comidas y actividades incluidas, como es la costumbre, sigue siendo posible. Esas cosas no cambiaron.
MSC Cruceros confirmó que están trabajando con las autoridades locales para realizar la temporada de verano en nuestra región, entre diciembre y marzo, con itinerarios hacia las playas de Uruguay Brasil y que seguirá al pie de la letra los nuevos protocolos que instauraron en Europa. La estricta ley, que esperan les apruebe el gobierno argentino, tiene establecidos todos los movimientos, casi militarizados, antes de embarcar, durante la navegación e incluso durante las escalas para pasear por otras ciudades.
Además de la distancia social, ya incorporada a los hábitos diarios, que se deberá mantener también a bordo, todos los pasajeros tendrán que hacerse un test rápido de antígenos en el puerto, donde será necesario que lleguen en un horario establecido por turnos para evitar aglomeración de personas. El test se combinará con un examen médico y una declaración jurada. Si el test da positivo o se observan síntomas, se negará el embarque. También se testeará permanentemente a la tripulación.
A bordo, las actividades de entretenimiento se realizarán en grupos reducidos y con reserva previa para administrar la cantidad de participantes. Será necesario sacar turno para acceder a las piscinas, al teatro, al casino y otros espacios habituales que ofrecen los cruceros. Las reservas se realizarán mediante la televisión interactiva que hay en cada cabina. En los barcos reducirán la cantidad de pasajeros que reciben y se designarán camarotes con ventanas y balcón, para favorecer la ventilación. Además, se reforzará el sistema de limpieza y se utilizará la pulverización electrostática para desinfectar superficies. El aire se desinfectará a través de una tecnología de luz UV-C que mata al 99.97% de todos los microbios. Las reposeras, por ejemplo, se desinfectarán luego de cada uso.
Lostradicionalesbuffetsnoestarán disponibles con la modalidad de autoservicio: los pasajeros podrán elegir lo que deseen comer y el personal les entregará el plato ya servido y en los restaurantes a la carta, los menús se podrán descargar por QR. Durante las escalas solo se podrá desembarcar con una excursión organizada por la naviera y los pasajeros no podrán irse a pasear por su cuenta, como era habitual. En italia, una familia decidió dejar la excursión oficial del crucero MSC Grandiosa e irse a pasear por su cuenta en nápoles y se les prohibió el acceso nuevamente al barco. Para la temporada local planean para las escalas, por ejemplo, llevar a los pasajeros a playas más alejadas, exclusivas para los cruceristas del barco.
“Los protocolos ya están probados, están funcionando bien, son efectivos. Hace un mes que comenzaron las salidas y pensamos aplicar esos mismos protocolos en la temporada en América del Sur, para eso estamos trabajando con las autoridades locales”, asegura Javier Massignani, director de MSC Cruceros. Todavía falta lo más importante, que se abran las fronteras y se habilite la actividad turística, pero confían que los puertos estarán operativos para mediados de diciembre. “Vamos a mantener la burbuja social a bordo, estos cruceros son la solución para unas vacaciones seguras, mejor que cualquier viaje por tierra”, agrega Massignani.
NCL, Princess y Celebrity continúan promocionando sus itinerarios por la Patagonia para el verano, desde Buenos Aires, aunque todavía no pueden confirmar si los podrán realizar. Silversea, que ofrece barcos pequeños y de superlujo, planea realizar la temporada en la Argentina, con itinerarios a la Antártida y también rutas a Río de Janeiro y Valparaíso, desde Buenos Aires, aunque aún no tienen definido el protocolo de seguridad.
Costa Cruceros, la otra naviera habitué del puerto de Buenos Aires, canceló la temporada en América del Sur por la incertidumbre en la apertura de los puertos. Si finalmente se habilita, se vivirá una temporada de cruceros en versión reducida, muy alejada de las habituales, donde suele haber más de 100 recaladas en la terminal porteña, pero será un gran paso hacia la nueva normalidad que impone la convivencia con el coronavirus.b