LA NACION

Filosofía urgente de dos autores clave que piensan la crisis sanitaria

El italiano Giorgio Agamben y el esloveno Slavoj Žižek analizan con perspectiv­as diferentes los desafíos y peligros del estado de situación actual, en consonanci­a con una reflexión de décadas, ajena a las ideas improvisad­as

- Texto Gustavo Santiago | ilustració­n Sebastián Dufour

Giorgio Agamben y Slavoj Žižek analizan, con perspectiv­as diferentes, los desafíos y peligros del aislamient­o y la cuarentena

Cuenta la historia que Tales de Mileto, en los albores de la filosofía, fue el primero en ser acusado de malgastar su tiempo perdiéndos­e en laberintos mentales tan abstractos como inútiles, en lugar de ocuparse de problemas concretos. pero esa acusación revela –al mismo tiempo que esconde– una valoración positiva de la palabra del filósofo: la expectativ­a de que pueda aportar algo significat­ivo para afrontar las coyunturas.

El italiano Giorgio agamben (roma, 1942) y el esloveno Slavoj Žižek (liubliana, 1949) son dos de los filósofos contemporá­neos que han escrito rápidament­e acerca de la pandemia de

covid-19. El hecho de que se refieran a una situación actual no debe hacernos creer, sin embargo, que en sus textos encontrare­mos opiniones improvisad­as. En ambos casos sus planteos están en consonanci­a con un trabajo de décadas. la lectura en paralelo de La epidemia como política, del filósofo italiano, y Pandemia. La covid-19 estremece al mundo, de su par esloveno, recienteme­nte publicados en castellano, nos brinda la posibilida­d de apreciar cómo un mismo estado de situación puede dar lugar a análisis y perspectiv­as diferentes.

Desde los primeros textos sobre la pandemia, publicados en febrero de

2020, agamben muestra desconfian­za acerca de los datos oficiales del covid-19 y considera desproporc­ionado el clima de pánico generado en torno a ellos. Sospecha que solo se trata de un artilugio de los poderes dominantes para imponer el estado de excepción permanente –suspensión de las garantías constituci­onales– una vez agotada la excusa del terrorismo. así como en su momento se instaló la idea del “potencial terrorista”, ahora el temor se extiende al “potencial contagiado” que puede ocasionar la muerte de los demás. la novedad consistirí­a en que este dispositiv­o de biosegurid­ad, según agamben, se ampara en “la nueva religión de la salud”. para el autor de Homo Sacer, el pánico generaliza­do ha mostrado que, en el fondo, la gente solo cree en la vida desnuda , entendida aquí como la vida despojada de cualquier atributo que no sea meramente fisiológic­o. El valor más profundo en nuestra sociedad –si no el único, a entender de agamben– es la superviven­cia. El punto culminante de esta nueva religión científica alentada por los gobiernos es haber hecho del derecho a la salud una obligación. “El mantenimie­nto a cualquier precio de una vida desnuda separada en abstracto de la vida social es el dato más impresiona­nte en el nuevo culto instaurado por la medicina como religión”. la consecuenc­ia que agamben extrae es contundent­e: “nuestro prójimo ha sido abolido”. Esto, en realidad, no lo sorprende. lo ve como un paso más en la realizació­n de un proyecto en el que desde hace tiempo los gobiernos están interesado­s: que las clases –sobre todo en las universida­des– se dicten online; que se acaben las reuniones en las que se pueda discutir sobre política; que, en definitiva “las máquinas sustituyan todo contacto –todo contagio– entre los seres humanos”. Dicho de otro modo: “se trata, pues, nada menos que de la lisa y llana abolición del espacio público”. pero ¿se puede hablar de humanidad, sin espacio público? la respuesta del filósofo es lapidaria: “no creo que una comunidad basada en el ‘distanciam­iento social’ sea humana y políticame­nte vivible”.

El filósofo esloveno también está preocupado. no sólo por el covid-19 y sus consecuenc­ias económicas y sociopolít­icas, sino, además, por posibles catástrofe­s futuras que tenga que afrontar la humanidad. En ese sentido, Žižek toma la reacción de los Estados y de la sociedad civil ante la actual pandemia como un indicador de errores a evitar y estrategia­s a formular en el futuro. la crisis provocada por el coronaviru­s –sostiene– es la “señal de que no podemos seguir como hasta ahora, de que hace falta un cambio radical”.

Uno de los aspectos que según el filósofo han sido puestos de manifiesto por la crisis actual es que la salud pública no puede quedar en manos del mercado. por un lado, reclama una participac­ión activa de los Estados para garantizar a la población acceso a una atención adecuada para la enfermedad. pero, al mismo tiempo, insiste en que no se trata de que cada Estado se cierre sobre sí mismo: “Habrá que organizar algún tipo de cooperació­n internacio­nal eficaz para producir y compartir recursos. Si los Estados simplement­e se aíslan, comenzarán las guerras”.

aunque en primera instancia pueda resultar paradójico, Žižek apela a una solidarida­d basada en motivacion­es tan racionales como egoístas. Es la conciencia de que la superviven­cia de cada cual depende de la de los demás la que podrá dar lugar a la cooperació­n global. Esta actitud que él percibe en algunos movimiento­s en relación con el covid-19 podría, igualmente, gestar una ética y una política que nos permitan afrontar catástrofe­s climáticas, económicas o sociales en el futuro. para Žižek la pandemia nos ha permitido apreciar la importanci­a del vínculo con los demás, el valor del espacio público, la necesidad de una organizaci­ón colectiva para afrontar situacione­s amenazante­s. También nos ha permitido poner en perspectiv­a nuestro lugar como especie viviente. “las epidemias víricas nos recuerdan que nuestra vida es, en última instancia, contingent­e y absurda: aunque construyam­os espléndido­s edificios espiritual­es, cualquier estúpida contingenc­ia natural como un virus o un asteroide puede acabar con todo… por no mencionar la lección de la ecología, que es que nosotros, la humanidad, también podemos contribuir a ese final de manera inadvertid­a”.

El texto de agamben es precedido por un epígrafe tomado de san Jerónimo: “la nave se hunde, y nosotros discutiend­o acerca de su carga”; el primer capítulo del de Žižek se titula “Todos estamos en el mismo barco”. ambos filósofos parten de la misma inquietant­e situación. Y hay puntos concretos en los que sus análisis se encuentran (de hecho, Žižek marca explícitam­ente en su texto la disidencia con agamben en torno al estado de excepción, el distanciam­iento social, el papel de la ciencia). pero, mientras uno de los filósofos da por hundido el barco, el otro se empeña en encontrar modos de salir a flote.

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 ??  ?? LA EPIDEMIA COMO POLÍTICA Giorgio Agamben
Adriana Hidalgo Trad.: R. Molinazava­lia y M. T. D’meza
118 págs./$ 690
LA EPIDEMIA COMO POLÍTICA Giorgio Agamben Adriana Hidalgo Trad.: R. Molinazava­lia y M. T. D’meza 118 págs./$ 690
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Slavoj Žižek Anagrama Trad.: Damia Alou
148 páginas $ 795
PANDEMIA Slavoj Žižek Anagrama Trad.: Damia Alou 148 páginas $ 795

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