Dos caras de una misma moneda

1. demoras

El mercado de maquinaria agrícola ofrece distintas caras en la actualidad. Por ejemplo, en concesionarios de cosechadoras de la zona núcleo se ven muchos equipos con poco uso en el playón de ventas, que fueron devueltos por contratistas que no pudieron pagar las cuotas acordadas en el momento de comprar de la unidad nueva. Se sabe, estos operadores quieren contar con la última tecnología disponible, pero los precios de los granos 2019/20, muy bajos en plena cosecha, llevaron a las tarifas de trilla hacia el mismo camino.

Otra cara del mercado es la venta de algunos equipos importados. Hay productores que han comprado un tractor de mediana potencia luego de levantar la cosecha en abril-mayo y todavía están esperando la entrega, sin fecha cierta, por las trabas que ha impuesto el Gobierno a las importaciones buscando evitar la salida de dólares.

2. inversión

La cara más positiva del mercado es la venta fluida de sembradoras y pulverizadoras. Muchas fábricas están trabajando a pleno porque los productores de punta se entusiasmaron con los altos rindes y buscan mejorar la eficiencia productiva. “Se animan a invertir pese al contexto volátil y actualizan sus equipos agrícolas para que no sean el factor limitante de los rendimientos”, observa el titular de un concesionario de Santa Fe. En otros casos, la compra se justifica por querer abandonar la posición de arrendador y pasar a la de agricultor por administración, al menos en los mejores lotes del campo. Las compras están siendo fogoneadas por créditos accesibles, al 18-26% anual en pesos y con amortización en varios años, que permiten encarar las operaciones sin hundir capital propio. Son otorgados por entidades bancarias y por financieras vinculadas a los fabricantes.