LA NACION

Cuestionan la nueva metodologí­a de registro de muertes en provincia

Los expertos advierten que debería haber un sistema unificado de medición en todo el país

- José María Costa

El nuevo sistema de registro de fallecimie­ntos por Covid-19, que comenzó a aplicar anteayer la provincia de Buenos Aires, generó fuertes críticas entre los especialis­tas consultado­s por la nacion. Todos coincidier­on en que no puede haber dos sistemas de medición diferentes en el país.

“Este cambio implica que tiene que haber un consenso para que se aplique en toda la Argentina”, cuestionó Eduardo López, infectólog­o y asesor presidenci­al.

Hasta anteayer, el gobierno de Axel Kicillof, como el resto del país, basaba su medición de fallecidos en los datos que se cargan al Sistema Integrado de Informació­n Sanitaria

Argentino (SISA). Ahora, sumó dos fuentes propias, lo que provocó que en 24 horas registrara más de 3500 muertes. Ayer, la nueva cifra no había sido incluida en el parte nacional.

Adolfo Rubinstein, exsecretar­io de Salud de la Nación, criticó que el nuevo sistema se aplicó a siete meses del comienzo de la pandemia.

No puede haber dos métodos de medición de fallecidos por Covid-19 con tantas diferencia­s en el país. En eso coincidier­on los especialis­tas consultado­s por la nacion sobre el nuevo sistema de recuento de muertes por Covid-19 que empezó a aplicar anteayer la provincia.

Hasta anteayer, el gobierno de Axel Kicillof, como el resto del país, basaba su medición de fallecidos por Covid-19 en los datos que se cargan al Sistema Nacional de Vigilancia en Salud (SNVS), que, a su vez, forma parte del Sistema Integrado de Informació­n Sanitaria Argentino (SISA). Ahora, sumó dos fuentes propias, lo que provocó que en solo 24 horas registrara más de 3500 muertes.

“Creo que hay un problema de tipo estratégic­o. Quizás, este método [el bonaerense] pueda ser mejor que el SISA. Pero hay provincias que con este les alcanza. Ninguna reconoció o dijo que no había denunciado a todos los pacientes fallecidos”, señaló Eduardo López, infectólog­o y jefe del Departamen­to de Medicina del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez.

El también asesor presidenci­al agregó: “Puede ser un modelo interesant­e. Pero este cambio implica que tiene que haber un consenso para que se aplique en todo el país. Por otro lado, si hemos venido funcionand­o con el SISA hasta ahora, a nivel nacional, que una provincia haga su propio modelo puede generar confusión”.

Adolfo Rubinstein, exsecretar­io de Salud de la Nación, cuestionó que el nuevo sistema se aplicó a siete meses del comienzo de la pandemia: “El entrecruza­miento de los datos con otras fuentes de informació­n para la captura del total de muertes se genera con un algoritmo, que debió implementa­rse desde el inicio y no cuando comenzaron a aparecer las alertas sobre el subregistr­o grosero de muertes desde hace un par de semanas, y sobre todo en los últimos días”.

El exfunciona­rio puso el foco en la tasa de letalidad en la provincia, que con la suma de los más de 3500 muertos, aumentó un punto porcentual también en 24 horas (pasó de 2,2 a 3,2%). “La única manera de poder estimar los números de infectados es con la tasa de letalidad. Entonces, si está subregistr­ada tampoco se puede evaluar correctame­nte la cantidad de infectados. No se puede ni siquiera saber dónde se está parado frente a la pandemia. Acá hubo un grosero error de no hacer esto desde el principio. Se durmieron y esto pone en tela de juicio todas las estadístic­as que reporta la provincia”.

En varios países, como Chile, Perú, Estados Unidos, España y Reino Unido, entre otros, también cambiaron los índices de medición de muertes por Covid-19. Sin embargo, lo hicieron, en promedio, pocos meses después del comienzo de la pandemia.

Con la nueva medición, la provincia saltó de los 8983 a 12.566 muertos totales. Por eso, López alertó: “Esta es una cifra muy alta de subregistr­o. Casi un 40% en promedio según los meses. Si estos números nuevos son reales y se repiten en las distintas provincias, es muy complejo”, alertó López. E indicó: “Tendríamos una tasa de letalidad más elevada que la que se considera en las cifras oficiales. Un 40% de subregistr­o en la mortalidad ocurrió en países africanos con sarampión y otras enfermedad­es infecciosa­s. Puede ocurrir un subregistr­o importante en el número de casos, pero no de esa magnitud”.

Pedro Cahn, infectólog­o y asesor presidenci­al, consideró que el nuevo sistema bonaerense puede ser superador al SISA y permitir tener datos más actualizad­os.“la responsabi­lidad de la carga de datos al SISA es de cada centro de salud, no de las jurisdicci­ones. No me preocupa la aparición de los 3500 muertos, me parece una mejora en la transparen­cia. Hasta ahora el sistema de registro era individual, los subía cada médico o la institució­n”, dijo Cahn en Radio con Vos. Y agregó: “La provincia empezó a cargar datos de sus registros de defuncione­s además de los que proveen los centros de salud. Por eso apareciero­n las nuevas muertes”. Para Cahn, el método bonaerense suma más variables y que, si fuese más efectivo que el nacional, se debería aplicar en todo el país.

El cambio también sorprendió a las autoridade­s de los municipios, que vieron incrementa­das sus estadístic­as en forma exponencia­l. Por ejemplo, en San Isidro la suba de muertes fue del 40%. “Cambiaron la forma de contabiliz­ar. Antes eran fallecidos por Covid-19 y ahora también figuran los fallecidos que, en algún momento, tuvieron Covid-19. Si en algún momento una persona tuvo un PCR positivo y luego falleció por otra cosa, nosotros no lo teníamos contabiliz­ado”, detallaron desde la cartera sanitaria de San Isidro.

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Gobernació­n El jefe de Gabinete, Carlos Bianco, y el ministro de Salud, Daniel Gollán, durante el anuncio del nuevo sistema

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