LA NACION

Alentado por los datos, Kicillof evalúa una mayor apertura del aislamient­o

El gobernador se mostró optimista por la evolución de la pandemia y cree que en ciertas zonas se pudo haber superado el pico

- María José Lucesole.

LA PLATA.– El gobierno de Axel Kicillof analiza pasar del modelo de cuarentena a un modelo de aperturas quirúrgica­s y finalmente a un distanciam­iento con protocolos estrictos en el AMBA, cuando se confirme un descenso sostenido de contagios de Covid-19 por al menos tres semanas consecutiv­as más.

El gobernador Axel Kicillof se mostró optimista por la evolución de la pandemia en territorio del Gran Buenos Aires. “Pese a todos los pronóstico­s sombríos que teníamos, la provincia no saturó el sistema de salud”, expresó. “En algunos lugares probableme­nte ya hayamos superado la etapa peor. Pero no podemos bajar los brazos”, pidió.

“En el AMBA hay una tendencia a la caída en las últimas tres semanas, hay que ver si se consolida”, dijo el jefe de Gabinete, Carlos Bianco.

En caso de consolidar­se esta baja, la idea es salir muy paulatinam­ente del aislamient­o social preventivo y obligatori­o (ASPO) en el Gran Buenos Aires para comenzar a transitar hacia mayores aperturas, con protocolos intensos en cada actividad. No será inmediato. “No será que un día suene la corneta y se acabó”, graficó el gobernador.

El ASPO está prorrogado hasta el

10 de octubre. No es de esperar que el

11 esté todo librado a protocolos en el Gran Buenos Aires, pero se evaluará comenzar a flexibiliz­ar de manera “quirúrgica”, si se mantiene la baja de contagios en el primero y segundo cordón. “Para tomar definicion­es trascenden­tes en el cambio de etapa, debe darse una evidencia fuerte, sostenida y significat­iva de la cantidad de casos”, dijo el ministro de Salud, Daniel Gollán.

“Tenemos buenos indicadore­s. Pero debemos esperar más tiempo a que se consoliden esos indicadore­s”, expresó durante el último informe epidemioló­gico brindado a la prensa.

“Nosotros decimos: si en dos o tres semanas se consolidar­a esto, uno podría eventualme­nte empezar a salir del criterio de cuarentena para ir hacia un criterio de protocolos intensos con una inmoviliza­ción de base”, dijo Gollán. Recordó así que las clases seguirán suspendida­s, y también estarán limitados los movimiento­s de personas en aglomeraci­ones. “No se puede lanzar como si ya todo estuviera bien”, advirtió Gollán. “La idea es ir haciendo equilibrio entre ir abriendo actividade­s en forma quirúrgica y, si vemos que descienden los casos, ampliar esas actividade­s y pasar a una etapa de protocolos. Lo iremos evaluando los próximos meses”, expresó el ministro de Salud.

“No vamos a tomar medidas por una semana o diez días que las cosas aparenteme­nte vienen bien. No vamos a generar una situación de incertidum­bre”, advirtió.

La semana que pasó pareció consolidar­se una tendencia en baja aún más acentuada en todo el territorio, con dos días en torno a los 5300 nuevos casos diarios. Hubo incluso días de 3600 casos, hacia el inicio de la semana que pasó. Ese número permitió esperanzar­se a las autoridade­s: entienden que podrán registrars­e mayores aperturas por microrregi­ones cuando la provincia promedie los tres mil casos diarios.

Pero aún no son números sostenidos ni consolidad­os, ya que hacia el fin de semana hubo dos días en los que el registro volvió a subir en torno de los 6000 casos diarios.

También se considera que hay una rotación en la velocidad de contagios desde el AMBA hacia el interior. Por eso esperan a que se consolide una baja en el primero y segundo cordón en los próximos quince días antes de hacer nuevos anuncios. Mientras, se espera un descenso más marcado en la ocupación de unidades de terapia intensiva en el AMBA.

¿Pico superado?

“En la provincia de Buenos Aires seguimos batallando –expresó Kicillof–. Todavía la pandemia está: ahora hay más riesgo en el interior. Ya vemos el horizonte, donde podemos encontrar respuesta y salida”.

Pero alertó: “La pospandemi­a no va a ser que un día suene la corneta y se acabó. Va a ser una transición. Una construcci­ón que tenemos que hacer entre todos”.

Mientras, el viceminist­ro de Salud, Nicolás Kreplak, pidió ser cautos: “Esperamos que baje mucho y vemos”, es su posición. “Si nosotros seguimos abriendo un poquito más cada vez que mejoran los números, nunca vamos a reducir los contagios”, advirtió.

Kreplak se muestra más optimista a largo plazo. Habló de las fiestas de fin de año. “Los casos vienen bajando. Si hacemos el trabajo bien, llegaremos en mejores condicione­s a las Fiestas”, expresó. Pero ya anunció que se recomendar­á hacer reuniones al aire libre, en burbujas sociales entre los que se consideran contactos estrechos. Pese a que se espera poder celebrar a fin de año, nadie quiere cantar victoria en este territorio: ya suman 12.500 las personas fallecidas. La letalidad va en aumento y ahora está en torno al 3,20.

Los números de muertos apenas se empezaron a actualizar el fin de semana que pasó. “Cuando se produzca el último fallecimie­nto por Covid-19 vamos a seguir recibiendo informes de muertos por dos meses más”, reconoció el ministro de Salud.

“En el AMBA hay una tendencia a la caída en las últimas tres semanas”, dijo Bianco

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