Claves para pensar una Argentina no cíclica, que vaya hacia adelante
En un encuentro organizado por la nacion, funcionarios, referentes sociales y periodistas dieron su visión sobre lo que hace falta para que el país salga de la trampa de sus vaivenes
Diálogo, diversidad y confianza son los tres ingredientes claves para generar acuerdos a largo plazo, algo que en la Argentina, el país del cortoplacismo, hace falta. Con sus constantes crisis económicas, su turbulencia social y sus vaivenes políticos, poder cimentar las bases de un consenso para la posteridad no parece tarea fácil. Aun así, en un encuentro que llevó por lema “Acuerdos para una nueva convivencia” y que fue organizado por y Syngenta, la nacion sus 26 protagonistas se refirieron a las estrategias para pensar en una Argentina que vaya hacia adelante.
El director general de Syngenta para Latinoamérica Sur, Antonio Aracre, habló sobre el rol del sector público y del campo a la hora de generar confianza. El evento contó también con la participación de integrantes del Gobierno, como el ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Luis Basterra; la secretaria Legal y Técnica, Vilma Ibarra; y el jefe de Gabinete, Santiago Cafiero. También compartieron sus puntos de vista referentes del sector empresarial; figuras de la diplomacia; pensadores, como Jorge Asís y Pacho O’donnell, y economistas, como Hernán Lacunza y Martín Redrado. Los paneles fueron moderados por periodistas de
y de LN+, como José Del Rio, nacion Eleonora Cole, Inés Capdevila y Luciana Vázquez, así como también por María O’donnell. El evento se transmitió en vivo desde el auditorio de la Redacción del diario.
1 Confianza y diversidad, ingredientes básicos
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En la apertura del encuentro, Aracre consideró que para pensar a largo plazo, dialogar y construir un acuerdo “se requiere algún tipo de confianza con el interlocutor” que se tiene enfrente. “Lo que pasa en un país, pasa en nuestras casas. Los chicos miran para arriba para poder proyectar, quieren confiar en que hay un mundo hacia adelante”, dijo el ejecutivo. Y agregó que la sociedad también mira hacia arriba. “Tanto el Gobierno como la oposición tienen que construir un diálogo para hablar de aquello que es necesario para construir acuerdos verdaderos y de largo plazo”, afirmó Aracre.
También habló de las rivalidades y de cómo la gente en general, y los políticos en particular, se rodean de quienes piensan como ellos. “Lo importante es aceptar e incluir el pensamiento del otro, comprendiendo que te puede aportar algo”, agregó.
Para Aracre, el campo es un sector de la economía cuya dinámica “pasa por la producción y no por la especulación”. Por eso, consideró que la confianza es el eje de la actividad. Hay varias cuestiones que preocupan a los productores, como la sequía, la escasez de dólares para la exportación de insumos y otras cuestiones macroeconómicas. “Los productores siembran lo que van a cosechar en ocho meses”, explicó, al hacer referencia al “acto de fe que tienen a la hora de trabajar”. Para el ejecutivo, es el sector que “tradicionalmente sacó a la Argentina adelante y necesita de esa construcción social, un apoyo de parte de toda la sociedad”, además de una economía predecible.
Coincidió en la importancia de la agroindustria Ignacio Beltramino, director de la unidad de negocios de Semillas de Syngenta: “El principal potencial y enorme desafío está relacionado a agregarle valor a lo que producimos. En cada grano hay valor agregado: hay ciencia, hay tecnología, hay empleo, hay transformación de una semilla en producción”.
2 Diálogo y persuasión para cerrar la grieta
¿Cómo se construye una sociedad “decente”? Con diálogo y persuasión para incluir a las diversidades, con un sentimiento de futuro común e incluyendo a personas de distintos estratos sociales, religiones, edades y géneros en la mesa. En ese punto coincidieron quienes integraron el panel moderado por Luciana Vázquez (conductora de LN+) e integrado por la directora ejecutiva de Cippec, Julia Pomares; el escritor e historiador Pacho O’donnell; la presidenta de Mujeres Artesanas Indígenas del Gran Chaco, Norma Rodríguez, y la secretaria Legal y Técnica de la Nación, Vilma Ibarra.
“Lo más importante es que nos sintamos parte de un colectivo común: ver qué nos une más allá de la grieta y la polarización”, señaló Pomares. Dijo también que la convivencia democrática es un punto que la Argentina siempre defendió. Y se refirió a la meritocracia, una idea “que siempre unía a la sociedad argentina” y que ahora se pone en duda. “En un país de inmigrantes, la movilidad siempre fue algo que nos identificó”, apuntó.
Además, bregó por la diversidad de sectores socioeconómicos: “Una mesa con hombres del mismo estrato social y de los mismos sectores no es una mesa diversa”, señaló.
En tanto, Rodríguez habló de la coordinación con diferentes asociaciones y sectores de la sociedad para desarrollar su actividad artesana en el contexto de la pandemia.
O’donnell puso el foco en la diversidad etaria. A su juicio, hay una fuerte discriminación de los adultos mayores que se demuestra en las “miserables jubilaciones” que se les pagan y en las condiciones de vida en las residencias de ancianos, que quedaron expuestas durante la pandemia. Por un lado, dijo que el “rechazo al viejo” proviene de asumir que la vejez es decadencia y, por otro lado, de que las personas de la tercera edad “son malos consumidores” en una sociedad basada en el consumo.
“Somos un material de descarte”, resumió. En su caso, describió, no pudo asumir cargos en el Estado luego de sus 65 años (edad jubilatoria) a pesar de estar activo física y mentalmente, porque no se lo permiten las normas.
A su turno, Ibarra se refirió a los debates sociales más recientes y al rol del Estado en esos asuntos. Primero habló del matrimonio igualitario y dijo que en el momento de tratarse el tema se apeló, para generar consensos, a la evidencia para generar reflexión, a explicar y a contar, y no a la confrontación y a la descalificación. Añadió que, para eso, fue inspiradora una frase del expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero, quien dijo que una sociedad “decente” no humilla a sus ciudadanos.
Luego se refirió al tema de la debatida legalización del aborto, una demanda muy fuerte de algunos sectores de la sociedad. “Con este tema hay mayor dificultad, por una resistencia muy marcada de los sectores religiosos. Pero no hay que enojarse: hay que explicar que la penalización del aborto y la amenaza de prisión para las personas que abortan no han sido útiles para frenarlo”, consideró. Y explicó que se busca una estrategia centralizada en dos pasos: prevenir muertes por aborto y dar una educación sexual sólida para evitar embarazos no deseados.
3 La política, con falta de liderazgo
“Algunos ingenuos creían que Alberto iba a controlar a Cristina”, dijo Jorge Asís, escritor, periodista y analista político. En diálogo con José
Del Rio, dijo que el escenario nacional hoy está caracterizado por la falta de sinceramiento político y de poder, por la falta de liderazgo y por un bipartidismo fragmentado.
El analista sostuvo que hay una “degradación simultánea del oficialismo y de la oposición”. Describió al oficialismo como quien está frente a una “prematura decepción y sensación de fracaso”. Y la oposición, agregó, también tiene ese sentimiento desde que dejó el poder. “El problema de la Argentina no es económico, sino político; hay una falta de liderazgo”, definió.
“El primer gran error es creer que es peronismo o kirchnerismo. Esto es “doctorismo”: sobran los peronistas y falta peronismo”, dijo. Y agregó que Cristina Kirchner es quien debe salir a hablar y “sincerarse” para explicar el modelo político que tiene en la cabeza, así “se despejan las especulaciones”. “Hay una adicción al fracaso en la Argentina, generada desde la política. Hay un bipartidismo fragmentario: peronistas sin peronismo y radicales sin radicalismo; son todas sucesiones de bandas que confrontan y están acostumbradas a fracasar”, planteó. Con respecto a lo ocurrido en estos últimos meses, aseguró que desde el caso de Vicentin hasta ahora “todos fueron desaciertos y hay una sensación de autitos chocadores”.
“Espera la oportunidad y tiene una extraña nostalgia por la pérdida de una grandeza que nunca existió”, finalizó Asís su análisis respecto de cómo elige definir al argentino: como un sobreviviente.
4 Pensar la economía a largo plazo
Tras el shock que significaron las nuevas restricciones cambiarias, la economía todavía sigue “más allá de la banquina” y harán falta grandes consensos para solucionar las batallas que vienen: inflación y dólar. De analizar ese futuro inmediato se ocuparon los economistas Martín Redrado, expresidente del Banco Central y actual director de Fundación Capital, y Hernán Lacunza, exministro de Hacienda y actual director de la consultora Empiria. Ambos dialogaron con José Del Rio sobre la coyuntura económica y el porvenir.
“Las crisis cambiarias son recurrentes porque la Argentina no tiene una moneda sólida y no fijó una política de largo plazo para frenar el proceso inflacionario”, evaluó Re
drado, quien se declaró en contra de “traer recetas importadas” para solucionar estos problemas estructurales, porque al hacer eso no se mira la idiosincrasia y la historia política y económica del país. Además, puntualizó cuáles son los dos frentes que lo preocupan: el dólar y la inflación. Sobre el primero, proyectó que se espera “más represión de la demanda” y no un incremento de la oferta. Sobre el segundo, advirtió que hay que pensar bien cómo se va a financiar el déficit del 4,5% del PBI estimado para del año que viene en el proyecto de Presupuesto, si se busca evitar problemas inflacionarios.
“El Estado ya ha llegado a un límite de financiarse con emisión monetaria: vemos que desde julio y agosto hay un amesetamiento de la demanda de pesos y hay que tener cuidado hacia adelante”, apuntó.
Lacunza, que fue el encargado de anunciar el cepo cuando Mauricio Macri todavía era presidente, dijo que este tipo de restricciones son “un torniquete”, pero que en realidad es necesario revisar la “presión arterial” que genera los problemas, para no seguir haciendo torniquetes y derivar en una trombosis. Describió a la política económica actual como un “programa de días pares e impares”. En los días pares, dijo, se arregla la deuda y se arma un sendero fiscal a la baja, pero en los días impares se expropia Vicentin y se modifican las normas para el sector de telecomunicaciones. “Todo sucede en un contexto en el que ya estábamos en la banquina, pero con la pandemia ya estamos andando por el pasto, dada la magnitud de los desequilibrios; realmente estamos bastante lejos de volver a la ruta”, apuntó.
Al hablar de la financiación del déficit, Redrado y recomendó hacerlo mitad con emisión y mitad con colocaciones de deuda local. “Después del Presupuesto viene el acuerdo con el Fondo Monetario Internacional y mi experiencia es que ahí hay muy buenos funcionarios y muy honestos, pero muy esquemáticos: tienen un talle único, como si en Malasia, Sudáfrica y la Argentina pasaran los mismos problemas”, describió.
Bregó por un “programa propio” que busque la estabilización y la modernización del sector productivo del país, y también por un esquema exportador que genere inserción en el mundo. En este punto, recordó que la Argentina no necesariamente debería salir a competir por precio y masividad, pero que tiene trabajadores “creativos” y sectores pujantes, como el de la biotecnología.
Lacunza señaló que hay que dejar de invertir tanta energía en buscar responsables y, en cambio, ponerla al servicio de buscar soluciones. “Si no, se banaliza el debate público: perdemos el tiempo con falacias ad
hominem y hace 45 años venimos con vaivenes; deberíamos buscar consensos”, cerró.
5 La geopolítica global y el lugar de la Argentina
El rol de los medios de comunicación, las nuevas coaliciones en la política, el comercio exterior, las elecciones en Estados Unidos y el rol de China frente al mundo fueron las temáticas que se abordaron en el quinto panel de la jornada. Participaron Beatriz Nofal, presidenta de Eco-axis y exsherpa de la Argentina en el G20; el analista político Andrés Malamud; la periodista y doctora en ciencias sociales e investigadora en la UADE Adriana Amado; el analista internacional Jorge Castro, y Diego Guelar, exembajador de la Argentina en Estados Unidos, la Unión Europea, Brasil y China.
En diálogo con la moderadora del panel, la periodista María O’donnell, Nofal aseguró que habrá muchos cambios en el mundo tras la pandemia y que la Argentina deberá aprovechar su lugar en el G20. “Solo vamos a salir de la crisis si recuperamos el empleo del sector privado”, dijo. Y sostuvo que el país necesita políticas de Estado e inversiones.
Amado habló sobre cómo hoy la sociedad está más consciente de las divisiones que hay en el mundo. Explicó cómo las comunicaciones se transformaron y que ahora hay más gente informada. No solo leen las noticias, sino que ahora también pueden compartirlas. “Las noticias falsas o fake news existen, pero son un fenómeno minoritario”, dijo.
Por su parte, Malamud describió el termómetro de la Argentina como “caliente” y aseguró que el problema está entre “la ley y la falta de ley, entre el Estado de derecho y el crimen”. Explicó que en la Argentina están los mismos partidos políticos desde hace años, porque tienen “identidades sociales resistentes y la gente los perdona” y los vuelve a elegir.
“El sistema electoral es restrictivo y tiene altos costos para el que quiera ingresar –afirmó–. Hay que aprender a gobernar bien con los partidos que tenemos, porque es difícil que alguien cree uno o que venga de afuera”.
Por su parte, el analista internacional Jorge Castro caracterizó a las próximas elecciones de Estados Unidos como las más importantes de la historia de ese país. “Lo que está en juego es la estructura de poder surgida hace cuatro años y encabezada por Trump –dijo–. El mundo entero tiene su suerte atada a lo que suceda”. Los temas que definen la campaña electoral, según su análisis, son la capacidad económica y de creación de empleo y el problema de la ley y el orden. “En los últimos meses hubo un crecimiento fuerte de la violencia urbana en las grandes ciudades y una oleada de criminalidad”, explicó.
Además mencionó que en el último tiempo hubo una recuperación de 22 millones de puestos de trabajo y que la economía creció un 30%. “Estados Unidos enfrenta este proceso electoral en condiciones de un boom económico de envergadura, con una creación de empleos récord”, dijo. Agregó que ve un posible triunfo de Trump, debido a las condiciones favorables de la economía.
“China es el principal socio comercial de 144 países en el mundo”, puntualizó Guelar. Para él, es muy importante que “la locomotora mundial” tenga a la Argentina en su agenda. “China no debe ser una alternativa, sino un complemento”, dijo, y consideró que el país puede exportarle con valor agregado. “Hay una política desde Estados Unidos de parar a China, pero China busca ocupar una posición de liderazgo en el sistema global”, explicó.
Respecto de la relación de la Argentina con Brasil, Nofal aseguró que se necesita “un mayor diálogo” entre ambos países, porque la integración es clave para la recuperación y la reinserción de la Argentina en el mundo. “Más allá del debate entre Estados Unidos, la Unión Europea y China, el principal socio económico es Brasil y tenemos que hacer un esfuerzo extraordinario”, agregó en la misma línea Guelar.
6 Los consensos en el mundo, según los corresponsales
Desde Estados Unidos, Italia y Brasil, tres periodistas dieron su mirada sobre cómo está el mundo y cómo surgen los nuevos consensos entre las grandes potencias. Explicaron cómo fue el impacto de la pandemia y qué efectos traerá para las relaciones políticas y económicas.
En un panel moderado por Inés Capdevila, secretaria de Redacción del diario y especialista en temas internacionales, Rafael Mathus Ruiz, corresponsal en Estados Unidos, explicó cómo ese país está atravesado por la grieta y por qué “los consensos son más difíciles de lograr”. Aseguró que las diferencias aparecen en todos los temas y que, al ser un país tan polarizado, los moderados quedan en un segundo plano. “Las elecciones dependen de la cantidad de gente que vaya a votar”, explicó, y agregó que la pandemia “se coló” en la campaña electoral. Con respecto a la relación del país norteamericano con China, el periodista aseguró que el primero “quedó debilitado” con respecto al segundo.
En el caso de Brasil, Marcelo Silva de Sousa, corresponsal en ese país, explicó que, a partir de la pandemia de Covid-19, el presidente Jair Bolsonaro “volvió a una estrategia de polarización” y estuvo enfocado en las cuestiones económicas.
También explicó cómo el presidente brasileño amplió su base electoral debido al subsidio que les dio “a más de 60 millones de personas que se quedaron sin empleo o sin renta”. Según el periodista, esta acción “alimentó” la popularidad del mandatario. Sobre el Mercosur, dijo que recibió “un golpe muy grande” por la pandemia. “Brasil quiere profundizar nuevos acuerdos comerciales, pero ve a la Argentina como un obstáculo”, dijo. Y consideró que la crisis económica argentina afecta directamente las relaciones con los demás países. También agregó que las elecciones norteamericanas serán muy importantes para Brasil. “Bolsonaro apostó mucho al triunfo de Trump”, finalizó.
Elisabetta Piqué, corresponsal en Italia, aseguró que “la Unión Europea es la gran ganadora de la pandemia” y que en este tiempo “se han debilitado todos los grupos populistas que había”. Además, hizo mención a cómo Italia estuvo en la posición del “primer golpeado” por el coronavirus y fue “ninguneado” por los demás países.
Piqué contó cómo los distintos países de Europa fueron respondiendo a la pandemia de Covid-19. A pesar de las divisiones y diferencias entre los gobiernos para la implementación de la recuperación, “finalmente se pusieron de acuerdo” y lograron coincidir en sus acciones. La periodista agregó que esto era algo impensable años atrás. “Esto es importante, sobre todo teniendo en cuenta que el año pasado China, Rusia y Estados Unidos tenían como objetivo una debilitación, una desunión de Europa”, dijo.
7 Oportunidades en la relación bilateral con China
Desde fines del año pasado, China le pelea (y le gana) el primer puesto como socio comercial de la Argentina a Brasil. Las oportunidades con el gigante asiático siguen vigentes a pesar de la pandemia, y se abren en sectores tan diversos como el aeroespacial y el agroindustrial. En uno de los paneles, especialistas y funcionarios debatieron sobre el futuro del vínculo bilateral.
Luis Basterra, ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca, explicó que China tiene una “muy buena predisposición” a hacer negocios con la Argentina. Señaló que es un país que “prioriza la relación por sobre la acción específica”. Detalló que primero trabaja la confianza y luego, el vínculo.
Además, se refirió al acuerdo con China para las inversiones en carne de cerdo en el que el país avanza. “Nosotros no vamos a promover nada que atente contra la sustentabilidad ambiental”, dijo, consultado por las críticas a la iniciativa. “Por aprovechar una oportunidad comercial no vamos a desestimar las capacidades de los pequeños y medianos productores de cerdos”, añadió.
En el mismo sentido, Xia Diya, ministra consejera Económica y Comercial de la Embajada de la República Popular China en Argentina, dijo que China importa más de dos millones de toneladas de carne de cerdo al año, principalmente de países como Brasil y Estados Unidos, y que la Argentina hoy está importando esta carne. El acuerdo, añadió, permitiría suplir la demanda doméstica local.
Sin embargo, para que las inversiones se hagan, advirtió –en un diálogo con Eleonora Cole, periodista de LN+, y Aracre, de Syngenta– que no solo hay que tener una cadena productiva, sino que también se debe ver un buen clima de negocios en el país en el que se pondrá el dinero. “La relación entre la Argentina y China está experimentando un boom, un avance contra la corriente y con mejores perspectivas hacia adelante”, resumió la funcionaria.
Coincidió Sabino Vaca Narvaja, representante especial para la Promoción Comercial e Inversiones de la Embajada argentina en China. Se refirió a los sectores de mayor potencial. Mencionó al aerocomercial, el del turismo (dijo que los chinos que viajan gastan, en promedio, US$300 por día), el de la minería, el de la biotecnología y todos los que estén relacionados con la seguridad alimentaria. “Hay mucho potencial y mucho por hacer en el futuro: las relaciones entre la Argentina y China están pasando por un momento muy bueno”, concluyó.