Juan Moreira, el prototipo del gaucho rebelde que se cruza con la ficción, según Leonardo Favio
La ficción y la realidad se mezclan todo el tiempo alrededor de la figura de Juan Moreira. Prototipo y símbolo del gaucho renegado que escapa de la justicia porque siente que la ley no se aplica a todos por igual, adquirió estatura de héroe romántico en la clásica novela de Eduardo Gutiérrez y fue protagonista más tarde de innumerables miradas y recreaciones desde el ensayo literario y los escenarios teatrales. La crónica histórica, mientras, registra sus andanzas en tierras bonaerenses, aquel crimen que cometió por una deuda nunca saldada y una vida posterior de fugas y episodios marginales hasta que se convierte en guardaespaldas y hombre de acción al servicio de influyentes políticos de la época. En 1973, Leonardo Favio recoge la leyenda en uno de los títulos más elogiados de su filmografía, que además logró una convocatoria de público extraordinaria para toda la historia del cine argentino. En la mirada de Favio, Moreira es el hombre de vida sencilla, casi analfabeto, arrastrado a una existencia oscura, eterno prófugo de la ley. Su trágica muerte es símbolo de un sacrificio que adquiere un tono casi religioso, expresado desde una deslumbrante concepción visual, mérito del director de fotografía Juan Carlos Desanzo. Es muy significativa la elección de Rodolfo Bebán, uno de los grandes galanes de la época, para interpretar a Moreira: un gaucho de ojos claros y mirada transparente que esconde secretos y no puede escapar a un destino trágico.