LA NACION

Recuperado­s: se multiplica­n los casos de “niebla mental”

Más pacientes sufren síntomas como olvidos y confusión meses después de superada la infección

- Pam Belluck

NUEVA YORK.– Tras contraer el coronaviru­s, en marzo, Michael Reagan perdió todo recuerdo de sus 12 días de vacaciones en París, aunque ese viaje había ocurrido apenas unas semanas antes.

En el caso de Erica Taylor, varias semanas después de recuperars­e de los síntomas de tos y de náuseas típicos del Covid empezó a sentir confusión y pérdida de la memoria, al punto de no reconocer su propio auto, el único Toyota Prius en el estacionam­iento de su edificio.

Lisa Mizelle, una experiment­ada enfermera de una clínica de urgencias que tuvo Covid en julio, ahora olvida tratamient­os y análisis de laboratori­o de rutina y debe preguntarl­es a sus colegas el significad­o de terminolog­ía que antes no tenía ni que pensar. “Salgo de la habitación y ya me olvidé lo que me acaba de decir el paciente. Siento que tengo demencia”, dice Mizelle, y agrega que si no hubiese consumido toda su licencia por enfermedad se tomaría un tiempo más.

Se lo conoce como niebla mental por Covid: un conjunto de perturbado­res síntomas cognitivos como olvidos y pérdida de memoria, confusión, problemas de concentrac­ión, mareos y dificultad­es para encontrar las palabras más comunes al hablar. Cada vez son más los recuperado­s que dicen que esa niebla mental les impide trabajar y funcionar normalment­e.

“Hay miles de personas con esos síntomas”, dice Igor Koralnik, jefe den euro infecto logía del Hospital Memorial Northweste­rn de Chicago, que ya ha atendido a cientos de recuperado­s en una clínica postcovid que está a su cargo, y agrega que sus efectos serán significat­ivos en la fuerza de trabajo.

Los científico­s desconocen las causas exactas de la niebla mental, que varía mucho entre pacientes y que afecta incluso a quienes tuvieron síntomas físicos leves de Covid-19 y no tenían enfermedad­es preexisten­tes. Según las principale­s teorías, el cuadro podría presentars­e cuando la respuesta inmunológi­ca del cuerpo no se apaga una vez superada la infección, o debido a la inflamació­n de los vasos sanguíneos que conducen al cerebro.

Pacientes con Covid internados por problemas respirator­ios han presentado cuadros de confusión, delirios y otras alteracion­es del funcionami­ento mental conocidas como encefalopa­tías, y un estudio reveló que esos pacientes debieron permanecer internados más tiempo, tuvieron tasas de mortalidad más altas y, por lo general, no pudieron manejarse en sus actividade­s diarias tras ser dados de alta.

Pero las investigac­iones sobre la niebla mental prolongada recién están empezando. Un informe realizado en Francia sobre 120 pacientes que estuvieron hospitaliz­ados reveló que el 34% sufrían de pérdida de la memoria y un 27%, de problemas para concentrar­se, varios meses después de superada la infección.

En un relevamien­to de inminente publicació­n sobre 3930 miembros de los Survivor Corps, un grupo de personas que se conectaron para hablar de la vida post-covid, más de la mitad reportaron problemas de concentrac­ión, dice Natalie Lambert, profesora adjunta de la Escuela de Medicina de la Universida­d de Indiana, una de las autoras del estudio. La falta de concentrac­ión y foco fue el cuarto síntoma más común de los 101 síntomas físicos, neurológic­os y psicológic­os de corto y largo plazo mencionado­s por los entrevista­dos. Y un tercio reportó problemas de memoria, mareos y estado confusiona­l.

“Es invalidant­e –dice Rick Sullivan, de 60 años, de Brentwood, California, que tiene episodios de niebla mental desde julio, tras recuperars­e de varias semanas de internació­n con problemas respirator­ios y dolor corporal–. Me quedaba catatónico, como bajo los efectos de una anestesia”.

A mediados de junio, cuando contrajo el virus, Erica Taylor pensó que necesitarí­a apenas unos días de descanso antes de volver a su trabajo como abogada de una ONG de ayuda a inquilinos de bajos recursos en Atlanta. Pero estaba tan desorienta­da que llegó a meter el control remoto en el lavarropas y devolvió al perro abandonado que había adoptado porque ya no confiaba en poder ocuparse de él. Una mañana, recuerda, “estaba sentada llorando en el borde de la cama, sabía que algo estaba mal y que tenía que pedir ayuda, pero no sabía ni a quién ni por qué. No recordaba quién era ni dónde estaba”.

En parte, las causas de la niebla mental son misteriosa­s debido a la diversidad de los síntomas. “La respuesta más simple es que en algunas personas la activación inmunológi­ca persiste aunque la infección inicial haya retrocedid­o”, dice AvindraNat­h, jefa den euro infecto logía del Instituto Nacional de Desórdenes Neurológic­os de Estados Unidos.

La inflamació­n de los vasos sanguíneos o de las células que los recubren también podría influir, dice Serena Spudich, jefa den euro infecto logía del a Escuela de Medicina de la Universida­d de Yale. Las moléculas inflamator­ias que se liberan en una respuesta inmunológi­ca efectiva “también pueden ser una especie de toxina, especialme­nte para el cerebro”, agrega.

Dona Kim Murphy, neuróloga y neurocient­ífica, experiment­ó en carne propia los problemas neurológic­os post-covid, incluido el “síndrome de la mano ajena”. “Era una sensación rarísima en la mano izquierda. De pronto no entendía por qué estaba en determinad­a posición y me quedaba obsesionad­a mirándola”, describe. Según la médica, algunos de esos síntomas podrían deberse a “microderra­mes cerebrales”. Otras causas posibles de la niebla mental son las reacciones autoinmune­s, “cuando los anticuerpo­s atacan por error las células nerviosas”, dice Spudich.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Argentina