El Gobierno se negó a respaldar un documento crítico contra Maduro
Tras condenar en la ONU las violaciones de los derechos humanos del régimen, rechazó suscribir un pedido de elecciones libres en ese país, impulsado por el Grupo de Lima
La Argentina volvió ayer a tomar distancia de la postura del Grupo de Lima en la condena al régimen de Nicolás Maduro, al evitar suscribir un duro documento que pide elecciones libres en Venezuela, apoya al presidente encargado, Juan Guaidó, y vincula al chavismo con el narcotráfico.
Maduro convocó a comicios legislativos para el próximo 6 de diciembre, pese al rechazo de un sector de la oposición y de la comunidad internacional, que reclaman una postergación.
La postura de la cancillería argentina surge una semana después de que estalló la interna en el oficialismo por la condena del Gobierno a las violaciones de los derechos humanos del régimen de Maduro en una comisión de la ONU. En el oficialismo, aseguraron a la nacion que a pesar de la negativa de acompañar el documento del Grupo de Lima el Gobierno aún no definió si reconoce las elecciones convocadas para el 6 de diciembre. Ayer, el canciller Felipe Solá aseguró en una conferencia en el CARI que “la defensa de los derechos humanos es enfrentando a quien los viole, sea quien sea”.
En una nueva decisión de impacto político regional, la Argentina volvió ayer a tomar distancia de la postura del Grupo de Lima en la condena de la situación en Venezuela al evitar suscribir un duro documento que pide elecciones libres en el país caribeño, apoya al presidente encargado, Juan Guaidó, y vincula al chavismo con el narcotráfico.
Está previsto que Venezuela celebre comicios legislativos el próximo 6 de diciembre pese al rechazo de un sector de la oposición y de la comunidad internacional, que reclaman una postergación.
El documento de la agrupación rechaza “la persistencia del régimen ilegítimo de Nicolás Maduro de celebrar elecciones parlamentarias sin las mínimas garantías democráticas y sin la participación de todas las fuerzas políticas”.
La postura del gobierno argentino puede interpretarse como una posible aceptación del resultado de las cuestionadas elecciones venezolanas. Pero en la Cancillería aseguraron que esa postura todavía no está definida y que se llegará a una resolución a partir de lo que se discuta en el Grupo Internacional de Contacto (GIC), al que ingresó la Argentina el mes pasado y que integra la Unión Europea.
Los países del Grupo de Lima, además, remarcaron “la urgencia de que se investiguen a fondo las conexiones del régimen ilegítimo con el crimen organizado, el terrorismo y las redes de corrupción transnacionales, el narcotráfico, la trata de personas y el contrabando”.
Una semana después de que estalló la interna en el oficialismo por la condena del Gobierno a las violaciones de los derechos humanos perpetradas por el régimen de Nicolás Maduro, la Argentina se ausentó de la reunión del Grupo de Lima, integrado por países como Brasil, Canadá, Chile y Bolivia. Y volvió a tomar distancia de las expresiones más críticas del régimen de Maduro.
En la Cancillería reiteran que la actitud oficial de ayer se trata de “marcarles a los extremos” cuál es la postura oficial del Gobierno, que en este caso marcó su rechazo a aceptar a Guaidó como presidente encargado y a los bloqueos, en línea con lo declarado ayer por Solá en el Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI).
En su estrategia regional, que muestra moderación frente a la crisis institucional y humanitaria que atraviesa Venezuela, el presidente Alberto Fernández decidió que el país no abandonara el Grupo de Lima –al que había adherido el gobierno de Mauricio Macri–, sino que permanece allí para transmitir su desacuerdo con la postura de ejercer presión económica y diplomática para forzar al chavismo a negociar una salida de la crisis.
Julio Borges, diputado opositor en la Asamblea Nacional de Venezuela, explicó al finalizar la reunión que en el Grupo de Lima hubo una “posición unánime” respecto de que las próximas elecciones están “deslegitimadas” y que deben suspenderse. También aseguró que el grupo de países considera que “Venezuela es el santuario del crimen organizado, del narcotráfico” y que puede “abrir las puertas a que toda la región se contamine con corrupción”.
“Se debe seguir presionando más y más para lograr reventar la dictadura u obligar un proceso de transición democrática en el país”, dijo.
Fernández había dicho que su administración “nunca” desconoció “la legitimidad del gobierno de Venezuela” y que “Guaidó no fue reconocido como lo hizo el gobierno anterior”. Lo dijo en una tensa entrevista con el periodista Víctor Hugo Morales en la radio AM 750.
La postura de la Cancillería
Solá se refirió ayer a las violaciones de derechos humanos en Venezuela y ratificó la condena de la Argentina tras la polémica interna en el Frente de Todos.
“La defensa de los derechos humanos es enfrentando a quien los viole, sea quien sea”, dijo ayer el ministro, quien aseguró que el pasado histórico de la Argentina empuja al país a convertirse en un actor regional cuando hay denuncias de violaciones de los derechos fundamentales en otros países.
“Nuestra convicción sobre la no injerencia en asuntos internos de otros países es la misma. También sigue siendo la misma en cuanto a la denuncia de que hay bloqueos físicos, financieros y a personas. [Pero] Los derechos humanos son un activo de la Argentina. Vamos a seguir defendiendo la vigencia de los derechos humanos en todo el mundo”, señaló el canciller, en la apertura del seminario anual del Consejo Argentino para las Relaciones Internacionales (CARI).
La denuncia también vincula al chavismo con el narcotráfico internacional