Unas 60 secundarias privadas ya pidieron que las dejen abrir
Hasta el momento, las reaperturas de escuelas en la Capital involucran a las instituciones públicas. El regreso para los colegios privados es una decisión voluntaria; para quedar habilitados deberán presentar una nota a la Dirección de Educación de Gestión Privada, en la que se comprometen a cumplir con el “Protocolo de actividades educativas de revinculación, orientación e intercambio y actividades presenciales de cierre del año lectivo”, aprobado mediante la resolución Nº 370 por el Consejo Federal de Educación.
“Ayer por la noche [por anteanoche] se envió el protocolo a los colegios privados”, dijeron fuentes del Ministerio de Educación porteño. Según pudo saber la nacion, ayer al atardecer empezaron a llegar algunas consultas y pedidos de autorización; los de secundarias sumaron alrededor de 60. Una de las instituciones fue el colegio Limerick, en Flores. “Recién hoy [por ayer] a las 7 recibimos la notificación y nos sentamos a estudiar el protocolo. Tuvimos que reorganizar la logística en función de las nuevas medidas, que ahora establecen que cada burbuja debe estar compuesta por diez personas, nueve alumnos y un maestro. Los estudiantes deben ser siempre los mismos y no pueden rotar. Los maestros tampoco, cada uno tiene exclusividad con un determinado grupo, y eso fue lo que nos complicó un poco más el esquema que ya veníamos trabajando”, contó María Virginia Garjón, rectora y representante legal del colegio, con 27 años de historia, de formación laica y un plan de educación bilingüe.
Antes de que comenzaran las vacaciones de invierno, los directivos del Limerick habían enviado una encuesta a los docentes y las fami- lias para saber qué opinaban acerca de un posible regreso, y también para conocer con cuántos docentes iban a contar. Durante estos meses, también se ocuparon de diseñar y encargar la nueva señalética para los espacios de la escuela, capacitar a los maestros y al personal no docente para las nuevas tareas y reforzar los equipos para el trabajo de limpieza y desinfección de los edificios. Si en 48 horas llega la aprobación esperada, el viernes próximo los estudiantes de quinto año del colegio volverán a las aulas.
otros colegios privados, en cambio, recién ayer comenzaron a enviar encuestas a las familias para saber si hay algún alumno o pariente con el que conviven que sea paciente de riesgo, si estarían dispuestos a mandar a sus hijos al colegio en este escenario y cuál es el medio de transporte que utilizarían para llegar a la escuela. “Hay que analizarlo. En séptimo grado nosotros tenemos tres divisiones y un total de 90 alumnos. No es tan fácil organizar esa logística”, deslizó un directivo de una institución privada en Belgrano.
Rodolfo De Vincenzi, vicepresidente de la Confederación Argentina de Instituciones de Enseñanza Privada (Caiep), opinó: “Es un universo muy heterogéneo. Cada colegio tiene que analizar cuál es el tamaño de la población que debe atender y si es posible dar respuesta a ese regreso”.