LA NACION

Las atajadas de Silva y la puntería de Giménez, el eje paraguayo

El arquero y el ex Vélez fueron claves en el éxito del conjunto de Berizzo

- Alberto Cantore

Las atajadas de Anthony Silva y la estocada de Gastón Giménez fueron los argumentos que ofreció Paraguay para ganarle 1-0 a Venezuela, en Mérida. Una victoria que reconforta a la Albirroja, después de masticar bronca frente a Perú, que en Asunción le ahogó el festejo en los minutos finales, en el estreno de las eliminator­ias. El partido fue de menor a mayor en emociones, con la definición del volante como primer episodio destacado, al que se le sucedieron el gol que el árbitro Andrés Rojas, con el soporte del VAR, le anuló a Yangel Herrera y el penal que el arquero Silva le rechazó al volante de la Vinotinto en el descuento. Un partido que empezó en slow

motion y se convirtió en un juego frenético, de discusione­s y situacione­s polémicas. En el inicio ofreció un puñado de acciones de riesgo, en particular con jugadas con pelota detenida: un remate en el travesaño de Giménez y un tiro libre de Ángel Romero que rechazó Fariñez fueron las credencial­es paraguayas; un disparo al travesaño de otero, la respuesta de Venezuela.

La acción llegó en el segundo tiempo. Del festejo anulado a Herrera al gol de Giménez –desborde de Espíndola–, para terminar con el show de atajadas de Silva: primero, al evitar a puro reflejos un remate de cabeza de Córdova; en el final, al taparle el remate a Herrera, tras la dudosa falta dentro del área de Gustavo Gómez sobre Feltscher que Rojas sancionó como penal. Del festejo atorado en Asunción al desahogo en Mérida, Paraguay suma y se atreve a soñar.

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