Lluvia de inversiones estadounidenses en el fútbol europeo
Los jeques árabes. Es probable que ese sea el primer resultado que arroje una rápida búsqueda mental cuando se piense en propietarios de clubes de fútbol en Europa. La respuesta es correcta, pero atrasa: desde hace cinco años el fenómeno de compra de clubes europeos corresponde a fondos de inversión y compañías provenientes de Estados Unidos. Según datos ofrecidos por CIES Sports Intelligence, actualmente hay 23 clubes de primera y segunda categorías de Inglaterra, Francia, España e Italia que están en manos de inversores estadounidenses. La adquisición más reciente se dio con Parma (Serie A) por parte de Krause Group, una compañía basada en Iowa que agrega el fútbol a su cartera de negocios agrícolas, comercios minoristas, bienes raíces, cavas y hoteles.
Parma es el cuarto club italiano que queda en manos de dueños de Estados Unidos desde 2018. También emblemáticos, Milan, Fiorentina y Roma son los otros. A finales de julio la prensa dedicada a los negocios deportivos anunció el lanzamiento de Redball Acquisition Corp, un fondo de inversión estadounidense creado bajo la figura SPAC (empresa de adquisición de propósito especial) cuya finalidad es levantar capital para una potencial fusión o adquisición de una empresa. Redball es la unión de un ex banquero de Goldman Sachs, Gerry Cardinale, y el célebre Billy Beane, el mánager de béisbol de Oakland Athletics creador del concepto de “Moneyball” que transformó para siempre el uso de las estadísticas avanzadas para la detección y la compra de jugadores. Redball juntó en agosto pasado 575 millones de dólares para “cazar” negocios vinculados con el deporte y el análisis de datos.
La noticia es relevante en este contexto de avanzada de capitales del país norteamericano en el fútbol porque Redball está en conversaciones con John Henry, el propietario de Boston Red Sox y de Liverpool FC a través de Fenway Sports Group. Según informó The Wall Street Journal, Redball intenta sumar 1000 millones de dólares extras para fusionarse con Fenway Sports y comprar una participación en Liverpool que no superaría el 25 por ciento. El club tendría un valor de mercado estimado en 8000 millones de dólares, incluida su deuda. Redball es una suerte de caballo de Troya en la que habitan dueños y ex mánagers de franquicias estadounidenses, como Oakland Athletics, San José Earthquakes y Dallas Cowboys, y Luke Bornn, el experto en analíticas deportivas que actualmente es vicepresidente de estrategias de Sacramento Kings.
Rocco Commisso, empresario ítalo-estadounidense del negocio de las telecomunicaciones, tiene prevista una inversión de 250 millones de dólares para la renovación total del estadio de Fiorentina, el club que compró en junio de 2019. En una entrevista con Off The Pitch, Commisso aseguró que la burocracia local demora los trámites para modernizar el Artemio Franchi, inaugurado en 1931. “Hace falta un nuevo estadio para que Fiorentina pueda volver a la elite europea y recaudar el doble de lo que vamos a invertir”, dijo Commisso. Cuando le preguntaron por el gran interés de los inversores de Estados Unidos por los clubes europeos, manifestó que “hay un potencial en el fútbol de Europa todavía sin explotar, como el que esos mismos inversores ven en el deporte estadounidense”.
El 74 por ciento de las inversiones estadounidenses en clubes de fútbol, agrega CIES, se produjo a partir de 2015, el año en el que las investigaciones del FBI hicieron estallar el llamado “Figagate”. Pero ya se sabe: correlación no implica causalidad.